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La batalla de Holanda en la guerra mundial contra el vapeo

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Holanda insiste en la prohibición de los sabores en el vapeo, pero la regulación pasa por alto muchos datos y posibles efectos secundarios.

Una mala legislación puede hacer daño a la sociedad y a la salud. Con esta inquietud, 24 reconocidos y respetados expertos dieron una respuesta precisa y bien fundamentada al movimiento político liderado por Paul Blokhuis, secretario de Estado en Salud, Bienestar y Deporte de los Países Bajos que busca prohibir todos los sabores de cigarrillos electrónicos distintos al de tabaco.

De acuerdo con los expertos, el memorando que fundamenta la medida gubernamental es inadecuado. Está repleto de equivocaciones y debilidades argumentativas, y una medida de este tipo no debería aplicarse. A continuación, recogemos los argumentos principales acerca del texto expuestos por estos especialistas. 

  1. Establece objetivos contradictorios y adopta un enfoque de «guerra contra las drogas» frente a la nicotina.

Se supone que la medida propuesta respaldará el objetivo de «Países Bajos sin humo» para 2040 como parte del Acuerdo de Prevención. Este es un objetivo sensato y debe recibir un apoyo contundente. Para empezar, reconoce que el humo, no la nicotina, es la causa principal de enfermedad. Se trata de una meta práctica y alcanzable si hay alternativas para el tabaquismo libres de humo, como los productos de vapeo.

Sin embargo, la propuesta amplía el significado de «libre de humo» para referirse a todo el tabaco. Así, incluye el tabaco que no se fuma y los productos de nicotina sin tabaco, como los cigarrillos electrónicos. De este modo hará imposibles los enfoques de reducción de daños, a pesar de su enorme potencial para reducir las enfermedades y la muerte. El texto muestra, además, que no se comprende la naturaleza de los comportamientos de riesgo de los jóvenes.

La decisión equivale a extender la guerra contra las drogas a la nicotina cuando los fracasos de la prohibición son bastante conocidos. Sería mejor ceñirse al objetivo «libre de humo» y utilizar alternativas para lograrlo, en lugar de buscar la prohibición de la nicotina. Los Países Bajos son mundialmente famosos por su enfoque pragmático frente a las drogas blandas. Se debe aprovechar ese pragmatismo para acelerar el fin del tabaquismo adoptando la reducción de daños para quienes fuman.

  1. Emite afirmaciones falsas y engañosas sobre los riesgos de los cigarrillos electrónicos.

La justificación no caracteriza adecuadamente la evidencia que muestra que el uso de cigarrillos electrónicos es mucho menos dañino que fumar. De los estudios de toxicología y exposición se desprende claramente que los cigarrillos electrónicos son, más allá de cualquier duda razonable, mucho menos dañinos que los cigarrillos.

Es simplista aplicar el principio de precaución y hablar de incertidumbres a largo plazo para justificar una regulación excesiva. Esto ignora el cuerpo sustancial de la ciencia que sugiere un riesgo mucho menor e ignora el problema de que una regulación excesiva puede causar daño al proteger el comercio de cigarrillos, que se sabe que es altamente dañino.

  1. Cita información irrelevante sobre un brote de lesiones pulmonares en América del Norte.

Sin presentar un caso creíble de daño derivado del uso de cigarrillos electrónicos, la justificación incluye referencias irrelevantes y distractoras a EVALI, un brote de lesiones pulmonares graves que sucedió en los Estados Unidos en 2019.

EVALI ocurrió por que se añadió un agente cortante (acetato de vitamina E) a los vape pens de cannabinoides ilícitos (THC). Esta sustancia no se puede agregar a los líquidos de nicotina y no serviría de nada si se pudiera. No hay otra evidencia creíble de riesgos materiales de lesión pulmonar grave.

  1. No tiene en cuenta el «uso dual».

El uso simultáneo de cigarrillos electrónicos y cigarrillos de combustión (“uso dual”) debe entenderse como un avance hacia la reducción del tabaquismo o la abstinencia de fumar en la mayoría de los casos. A menos que un método para dejar de fumar sea total e inmediatamente efectivo, significará que se seguirá fumando en el camino hacia un estado libre de humo, sin importar el método que se utilice.

Es cierto que algunos usuarios duales no ven reducciones significativas en la exposición a sustancias tóxicas. Pero es probable que esto se deba a una mayor dependencia, para la que el uso dual es un marcador. Tal vez la hostilidad del público hacia los cigarrillos electrónicos, incluso del gobierno, de las agencias y de los académicos, contribuye a que los usuarios no aprecien los beneficios de cambiar por completo a los cigarrillos electrónicos.

  1. Afirma un «efecto de puerta de entrada», pero es más probable que se desvíe del hábito de fumar.

El memorando afirma que hay un efecto de puerta de entrada desde el vapeo hacia el tabaquismo.

Individualmente, es probable que algunos adolescentes empiecen a consumir cigarrillos electrónicos. Sin embargo, existe una creciente evidencia de que otros adolescentes, que de otro modo habrían fumado, se alejan de la posibilidad de empezar a fumar. Este efecto de desvío es consistente con la disminución de la prevalencia del tabaquismo en los jóvenes, a pesar del aumento reciente en el uso de cigarrillos electrónicos.

La alta correlación entre fumar y vapear comúnmente reportada en la literatura probablemente se debe en parte a «responsabilidades comunes». Se trata de características como la genética, el estado de salud mental, el entorno del hogar, la comunidad, la escuela, etc., que inclinan a un joven tanto a fumar como a vapear. Así las cosas, no se puede suponer que vapear provoque fumar.

La regulación basada en la suposición de un efecto de puerta de entrada no es responsable ni precavida. De hecho, esta regulación excesiva de los cigarrillos electrónicos –el producto más seguro– podría evitar que cumplan un papel distractor frente al hábito de fumar entre los jóvenes.

  1. Adopta un enfoque simplista sobre las conductas de riesgo de los jóvenes y no demuestra los beneficios de la regulación para la salud de los adolescentes.

El razonamiento que apoya la regulación se basa en un relato ingenuo de los comportamientos de riesgo de los jóvenes, que no se detienen porque los adultos con autoridad los desaprueben o promulguen leyes contrarias.

Existe una cadena de causalidad larga y complicada entre la prohibición de los sabores de los cigarrillos electrónicos y la mejora de la salud. Y hay muchas posibles desviaciones hacia consecuencias perversas y dañinas. Legislar para prohibir algo no lo hace desaparecer ni necesariamente hace que sus usuarios actuales se abstengan. La realidad es que provoca una variedad de respuestas por parte de los consumidores. Las drogas ilícitas, por ejemplo, están sujetas a prohibiciones y fuertes sanciones, pero son ampliamente utilizadas y suministradas por cualquier emprendimiento criminal.

La propuesta no explica cómo la medida puede ser una intervención exitosa de salud pública orientada a los jóvenes. Sin conocimientos realistas sobre los comportamientos de riesgo entre estos, es probable que el gobierno aumente el daño hacia ellos. Podría ocurrir, por ejemplo, que termine alentando tácitamente a los jóvenes a volver a fumar.

  1. Ignora las consecuencias perversas de la prohibición, aunque sean previsibles.

El documento analiza poco las consecuencias negativas que podrían resultar de la prohibición de los sabores de vapeo. Estas son previsibles, pero no están contempladas en la justificación que se presenta. Estos efectos incluyen pero no se limitan a:

  • Menos fumadores que cambian a vapear;
  • Más vapers recayendo en el tabaquismo;
  • Adolescentes fumando en lugar de vapear;
  • Más adolescentes empezando a vapear cannabinoides como el THC;
  • Ventas transfronterizas de e-líquidos aromatizados;
  • Más mezcla casera de líquidos aromatizados (con riesgos adicionales);
  • Comercio en el mercado negro de líquidos y cigarrillos electrónicos aromatizados;
  • Soluciones alternativas como vender sabores por separado o usar sabores de alimentos;
  • Pérdida de negocios minoristas legítimos que serán reemplazados por redes criminales o exportadores de otros lugares de la Unión Europea.
  1. No muestra beneficios para los adolescentes ni contempla un escenario en el que pueda causar daño a los jóvenes.

La justificación de la regulación no sustenta cuál es el beneficio para la juventud. No muestra que:

  • Los sabores juegan un papel causal importante en el vapeo adolescente;
  • La prohibición de los sabores reduciría el vapeo en los adolescentes, en lugar de simplemente estimular soluciones alternativas;
  • Si las reducciones en el vapeo en adolescentes se lograran según lo previsto, esto se traduciría en un beneficio para la salud y no desencadenaría un aumento de otros comportamientos de riesgo.
  1. Ignora los efectos nocivos de la prohibición de los sabores para vapear para los adultos.

Cuando el vapeo desplaza al tabaquismo, tanto en adultos como en adolescentes, hay beneficios económicos, de salud y de bienestar para los usuarios y para la sociedad. Estos beneficios se han ignorado en gran medida en el razonamiento presentado para respaldar la prohibición.

El objetivo del gobierno es estar libre de humo para 2040. El apoyo a alternativas libres de humo frente a los cigarrillos será fundamental para alcanzar ese objetivo.

  1. Crea protección regulatoria para el comercio de cigarrillos.

El documento no reconoce que vapear es una alternativa al tabaquismo y una vía para dejar de fumar. Tampoco admite que los sabores son una parte importante de la experiencia entre los adultos. Al obstruir esta posibilidad, que hace más difícil y menos atractivo para los fumadores cambiar e implica el riesgo de que los vapeadores vuelvan a fumar, las propuestas equivalen a una regulación que defiende el comercio de cigarrillos.

Si bien es poco probable que esta sea la intención del gobierno, puede ser un efecto perverso de esta intervención. Es posible que la prohibición del sabor de los cigarrillos electrónicos proteja el comercio de cigarrillos y aumente el tabaquismo, lo que resultará en más enfermedades y muertes. Nada en el memorando ofrece una respuesta adecuada a estas preocupaciones.

El gobierno debería adoptar una «regulación proporcional al riesgo» que aliente a los productores y consumidores a migrar de productos de alto riesgo a productos de bajo riesgo. Esto es mejor que una regulación injustificada que obstaculice el abandono del hábito de fumar.

  1. Viola importantes principios regulatorios, incluidos los que sustentan el mercado interior de la Unión Europea.

La medida propuesta es desproporcionada, discriminatoria, anticompetitiva y contraria a los objetivos del mercado interior de la Unión Europea.

Una ventaja competitiva clave de los cigarrillos electrónicos frente a los cigarrillos combustibles es la disponibilidad de sabores distintos del tabaco. Esta es importante porque la mayoría de los consumidores adultos prefiere esos sabores. La medida propuesta prohíbe indiscriminadamente todos los sabores menos uno (el de tabaco), y no muestra adecuadamente que todos los sabores o descriptores distintos del tabaco tengan un atractivo especial para los jóvenes.

  1. Propone una política antiliberal y no reconoce una importante oportunidad para la salud pública mundial.

Aunque es un juicio político, la medida parece ser excesivamente antiliberal. Se entromete en los derechos de los adultos a proteger su propia salud, por su propia iniciativa y por cuenta propia, y les impide usar la nicotina de una manera mucho más segura, si así lo eligen.

Esto establece un precedente para que los riesgos potenciales para los jóvenes se conviertan en un argumento para restringir las opciones libres y razonables de los adultos. Lo adecuado sería implementar medidas específicas para controlar los riesgos para los jóvenes, no medidas generales dirigidas a todos los usuarios. Pero, en contra de este enfoque, la política reacciona de forma exagerada frente a riesgos relativamente menores y manejables. Niega o ignora una oportunidad significativa para ayudar a millones de fumadores a reducir radicalmente los riesgos para su salud.

En su papel como presidente de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco en 2021, los Países Bajos deberían liderar un enfoque positivo para la reducción del daño del tabaco.

¿Quiénes firman el documento?

  • Clive Bates, director de Counterfactual Consulting y exdirector (1997-2003) de Action on Smoking and Health (Reino Unido).
  • David B. Abrams, profesor de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Facultad de Salud Pública Global, Universidad de Nueva York, Estados Unidos.
  • Karolien Adriaens, investigadora posdoctoral de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación, Lovaina, Bélgica.
  • Frank Baeyens, profesor de psicología de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación, Lovaina, Bélgica.
  • Ron Borland, director adjunto del Centro de Melbourne para el Cambio de Conducta, profesor de psicología y conducta de la salud de la Escuela de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Melbourne, Australia.
  • Sharon Cox, investigadora principal del Grupo de Investigación sobre el Tabaco y el Alcohol de la UCL, Departamento de Ciencias del Comportamiento y Salud del University College de Londres, Reino Unido.
  • Lynne Dawkins, profesora de estudios sobre nicotina y tabaco del Centro de Investigación de Conductas Adictivas, Facultad de Ciencias Aplicadas, Universidad de London South Bank, Reino Unido.
  • Jean-François Etter, profesor de salud pública del Instituto de Salud Global de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra, Suiza.
  • Konstantinos Farsalinos, investigador principal de la Universidad de Patras y de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de West Attica, Grecia.
  • Peter Hajek, profesor de psicología clínica y director de la Unidad de Investigación de la Dependencia del Tabaco, Instituto Wolfson de Medicina Preventiva, Universidad Queen Mary de Londres, Reino Unido.
  • Martin J. Jarvis, profesor emérito de psicología de la salud del Departamento de Ciencias del Comportamiento y Salud, University College London, Reino Unido.
  • Lynn T. Kozlowski, profesora de salud comunitaria y comportamiento de salud, escuela de salud pública y profesiones de la salud, Universidad de Buffalo, Nueva York, Estados Unidos.
  • Eva Králíková, profesora de medicina del Centro para la Dependencia del Tabaco, 3er Departamento de Medicina de la Universidad Charles de Praga, República Checa.
  • Christopher E. Lalonde, profesor de psicología de la Universidad de Victoria, Columbia Britanica, Canadá.
  • Jacques Le Houezec, consultor en salud pública y especialista en dejar de fumar, gerente de Amzer Glas – CIMVAPE, organización de capacitación y certificación, Rennes, Francia.
  • Karl Erik Lund, investigador principal del Departamento de Alcohol, Tabaco y Drogas, Instituto Noruego de Salud Pública, Oslo, Noruega.
  • Bernd Mayer, profesor y presidente del Departamento de Farmacología y Toxicología de la Universidad de Graz, Austria.
  • Raymond S. Niaura, presidente interino del Departamento de Epidemiología, profesor de Ciencias Sociales y del Comportamiento, Escuela de Salud Pública Global, Universidad de Nueva York, Estados Unidos.
  • Caitlin Notley, profesora de Ciencias de las Adicciones de la Facultad de Medicina de Norwich, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Universidad de East Anglia, Reino Unido.
  • Lars M. Ramström, investigador principal del Instituto de Estudios sobre el Tabaco, Täby, Suecia.
  • Lion Shahab, profesor de psicología de la salud, codirector del grupo de investigación sobre el tabaco y el alcohol, Departamento de Ciencias del Comportamiento y Salud, University College London, Reino Unido.
  • Andrzej Sobczak, profesor y jefe del Departamento de Química General e Inorgánica, Facultad de Ciencias Farmacéuticas de Sosnowiec, Universidad Médica de Silesia, Katowice, Polonia
  • David T. Sweanor, presidente del Consejo Asesor del Centro de Derecho, Políticas y Ética de la Salud, profesor adjunto de la Facultad de Derecho de la Universidad de Ottawa, Canadá.
  • Umberto Tirelli, director de Tirelli Medical Group, Pordenone, Italia.

Para profundizar:


Este artículo lo produjo el equipo de Vaping Today. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a [email protected].

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