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La hipótesis: Nicotina y COVID-19

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Últimamente hemos visto una gran cantidad de publicaciones en los medios de prensa del mundo que aseveran tajantemente que fumar y vapear serían un factor de riesgo en los pacientes de Covid19. Sin embargo, varios estudios científicos sugieren que el tema es más complejo.

Es de conocimiento universal que el tabaquismo es un problema de salud pública, ya que según la OMS mata a 22 mil personas por día en el mundo; y que todos los fumadores sufren altos riesgos de contraer cáncer, enfermedades pulmonares y cardiovasculares graves; y que en cada dos fumadores tres deberá tener una muerte prematura.

También es igualmente conocida la frase del psiquiatra y científico de salud pública sudafricano Michael Russell (1932/2009), un pionero en la reducción de daños, sobre el tabaquismo: «Las personas fuman por la nicotina, pero mueren por el alquitrán». La famosa frase de 1976 indica que la nicotina, el componente adictivo del cigarrillo, no es necesariamente malo a la salud y parece haber presagiado lo que sabemos hoy día, que el consumo de nicotina puede ser seguro cuando se usa en otras formas, como en parches y vaporizadores.

El papel beneficioso de la nicotina es una suposición y una realidad para varias enfermedades y condiciones de salud, como el Parkinson y la Colitis Ulcerosa. Recientemente algunos científicos empezaron a teorizar sobre un posible papel de la nicotina en la infección por COVID-19, la enfermedad generada por el virus SARS-CoV-2.

En medio de una grave pandemia generada por un virus que ataca sobretodo el sistema respiratório, sería razonable y previsible ver entre los datos de muertos y enfermos graves un gran número de fumadores (o consumidores de tabaco y nicotina). Pero esto al parecer no estaría ocurriendo.

Desde el principio de la pandemia una situación ha llamado la atención de los expertos: la baja representación de consumidores de tabaco entre los hospitalizados con el COVID-19.

Los datos y estadísticas, que relacionan internaciones hospitalarias por COVID-19, provenientes de distintos países como China, Francia, Estados Unidos, Italia, Corea del Sur, Reino Unido Y Mexico tienen en común la baja prevalencia de fumadores entre los pacientes más graves o muertos por la enfermedad. Como muchos aspectos y efectos del COVID-19 son absolutamente novedosos, solamente con un análisis de datos, estudios y experiencias más acabados vamos a tener una visualización más concreta de su comportamiento y características.

Sin embargo, la curiosa baja presencia de consumidores de tabaco entre los datos oficiales ha generado sorpresa y expectación en la comunidad científica y han generado algunas hipótesis todavía no completamente explicadas.

¿Podría la nicotina jugar un papel de protección ante las graves consecuencias del COVID-19?

Diversos estudios coinciden que la nicotina puede tener un papel por su actuación en el sistema renina-angiotensina, concretamente afectando la enzima convertidora de angiotensina (ACE), lo cual es relevante porque el nuevo coronavirus se une a la ACE2. En el reciente artículo ”Vapeo, COVID-19 y SARS-CoV-2 Información Técnica para Usuarios del Cigarro Electrónico«, los doctores Roberto Sussman y Carmen Escrig esclarecen:

”La proteína ACE2 es el receptor que el virus SARS-CoV-2 reconoce en la superficie de la célula y que activa el mecanismo de «llave y cerradura» para penetrar la célula e infectarla. Por lo tanto, una baja presencia de ACE2 (la cerradura) en la superficie de la célula podría, a primera vista, suponer una posible ventaja.

Por otro lado, los estudios muestran que ACE2 también está involucrado en mecanismos de protección de los pulmones. Se ha visto que puede proteger frente a lesiones severas del pulmón inducidas por infección viral en modelos animales (ratones) y en pacientes pediátricos.

El ACE2 también protege contra lesiones pulmonares severas provocadas por sepsis, aspiración ácida, el virus SARS y la infección letal por el virus AH5N1 de la influenza aviar. Por tanto, la baja expresión de ACE2 podría por un lado proteger de la infección al haber menos receptores virales (cerraduras) presentes, pero por otro lado ser perjudicial al disminuir la capacidad protectora del pulmón.»

Otro importante científico que está buscando comprender el asunto es el Dr. Raymond Niaura del Departamento de Epidemiología de la NYU School of Global Public Health (EEUU), que nos explica : «Muchos de estos pacientes sufren una tormenta de citoquinas, caracterizada por un aumento de la inflamación que conduce a dificultad respiratoria aguda e incluso la muerte. Esto podría estar relacionado con la disfunción de un sistema inmunorregulador importante en el cuerpo, que está mediado por receptores nicotínicos que controlan la inflamación.

La nicotina podría mantener o restablecer la función de este sistema antiinflamatorio, controlando la liberación de citocinas inflamatorias y previniendo o suprimiendo la tormenta de citocinas y la dificultad respiratoria aguda que la acompaña. Sin embargo, bajo ninguna circunstancia, fumar debe considerarse beneficioso o de alguna manera como un protector. Pero los fumadores, y tal vez los no fumadores, podrían beneficiarse del tratamiento de nicotina dirigido si contraen COVID-19. Solo el tiempo y la investigación lo dirán.»

Numerosos pacientes de COVID-19 sufren un proceso inflamatorio agudo y empeoran rápidamente. El organismo busca defenderse y para combatir la infección provocada por el virus células del sistema inmune liberan proteínas llamadas citoquinas. Pero eso ocurre de modo exagerado e intenso promoviendo una respuesta inflamatoria excesiva y perjudicial. Es «la tormenta de citoquinas» a la que se refiere el Dr. Niaura, es decir, es el propio sistema inmune actuando de forma descontrolada, buscando proteger el organismo que acaba por perjudicándolo.

Esta hipótesis está basada en que la nicotina de alguna manera puede controlar al macrófago que libera la citoquina, accionando los interruptores nicotínicos de apagado para que deje de secretar más citoquinas.

Coautor junto al Dr. Niaura en diversos estudios, el muy conocido cardiologo griego Dr. Konstantinos Farsalinos explica que las manifestaciones clínicas de esa tormenta podrían estar relacionadas con una disfunción de la vía antiinflamatoria colinérgica, o sea, la actividad de protección contra la inflamación local y sistémica por el receptor colinérgico (AchR), siendo el receptor nicotínico (nAChR) el que posee afinidad con la nicotina, que le da nombre.

Simultáneamente a síntomas neurológicos y al descontrol de la respuesta inflamatoria, muchos pacientes han presentado la pérdida de olfato, una manifestación clínica precoz y corriente de la enfermedad de Parkinson, en la cual se imponen las evidencias de que la nicotina aparenta tener un efecto neuroprotector.

“La causa de la disfunción olfatoria en estos pacientes es la transmisión colinérgica alterada, y el mismo mecanismo puede estar implicado en la anosmia [pérdida del olfato] inducida por COVID-19. Las complicaciones tromboembólicas [obstrucción arterial], la activación de plaquetas y el daño endotelial (lo que recubre el interior de los vasos sanguíneos)con mayor permeabilidad vascular también indican un control ineficaz por parte del sistema colinérgico nicotínico. Teniendo en cuenta que la mayoría de las manifestaciones de COVID-19 pueden ser manifestaciones de la función alterada de nAChR, hacemos la hipótesis de que COVID-19 podría ser una enfermedad del sistema colinérgico nicotínico. Proponemos que la nicotina podría usarse terapéuticamente y debería evaluarse urgentemente en ensayos clínicos», esclarece Farsalinos.

Aún queda un largo camino. Pero la ciencia ya sabe que la exposición a la nicotina parece disminuir los niveles de ACE2 en muchos órganos, y por su impacto en el sistema antiinflamatorio colinérgico podría prevenir o suprimir la tormenta de citoquinas, disminuir la hiperinflamación y una alta reactividad plaquetaria.

Aunque pueda existir este efecto protector de la nicotina eso no significa que todos los fumadores están anticipadamente más protegidos del SARS-CoV-2, ya que las enfermedades asociadas al tabaquismo también pueden ser factores de riesgo para la severidad de la COVID-19 y para el desarrollo de otras afecciones. Tampoco hay evidencias de que vapear o el uso de parches tenga alguna garantía profiláctica.

La doctora Hilary Tindle, del Departamento de Medicina del Centro Médico de la Universidad dedel Vanderbilt, Nashville (EEUU) , defiende la nicotina medicinal:

“Distinguir el tratamiento con nicotina medicinal del tabaquismo para la prevención y el tratamiento de COVID-19 es fundamental: en pocas palabras, fumar no tiene un papel terapéutico. Por el contrario, la nicotina medicinal es una terapia de venta libre, barata, aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos, con un historial de seguridad de larga data que incluye un bajo potencial de adicción y pocas contraindicaciones. Dadas las tasas más bajas observadas de infección por SARS-CoV-2 entre las personas que fuman, la plausibilidad biológica de la nicotina medicinal para reducir la infección y mitigar la gravedad de la enfermedad, y la viabilidad de usar nicotina medicinal para las personas que no fuman, la nicotina medicinal debe ser rápidamente examinada para un papel en la prevención y el tratamiento de COVID-19.»

En todos los casos, dejar el tabaco o cambiarse al vapeo siempre es la mejor opción para la salud. En este sentido, la doctora Caitlin Notley, Investigadora de la Universidad de East Anglia, comentó: “No hay evidencia de que el vapeo aumente el riesgo de infección o progresión a condiciones severas de COVID-19. Sin embargo, los Vaperos con una larga historia previa de tabaquismo podrían presentar afecciones observadas en pacientes vulnerables. Esto no sería un efecto del vapeo sino de haber fumado previamente. Dado que cambiar completamente de fumar a vapear mejora las condiciones cardiovasculares y respiratorias, se puede esperar que los fumadores que cambian a vapear tengan un mejor pronóstico si están infectados por COVID-19. Los cigarrillos electrónicos son la opción de consumo más popular para dejar de fumar y son efectivos. Se debe alentar a las personas a cambiar a vapear en lugar de seguir fumando tabaco.«


Este artículo lo produjo el equipo de Vaping Today. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a [email protected].

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