La absurda prohibición del snus
La historia detrás de la prohibición del snus, a pesar de la evidencia de su utilidad para combatir el tabaquismo, puede dejarnos una gran lección para los futuros debates de control del tabaco.
Mientras el gobierno considera prohibir los vaporizadores desechables porque se cree que atraen a los niños, vale la pena reflexionar sobre la extraña saga de la prohibición del snus de la Unión Europea, un producto sueco de tabaco sin humo que introduce nicotina en el cuerpo a través de una pequeña bolsa colocada debajo del labio.
La historia comienza cuando Edwina Currie era ministra de salud en 1988. Anunció una prohibición del tabaco oral en respuesta a un pánico sobre Skoal Bandits, una marca estadounidense de snus con un vaquero enmascarado en su logo que se suponía atraía a los niños. Se asumió que el producto causaba cáncer bucal. En 1990, la Comunidad Económica Europea (CEE) intervino. Argumentó que la prohibición unilateral de un Estado miembro era una amenaza para el mercado interno y prohibió el snus en todo el bloque.
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