A pesar de que el vapeo tiene mucho de ciencia exacta (Afortunadamente), como toda cosa humana también tiene su margen impredecible. Por ello, me gustaría rendir aquí un humilde homenaje a aquellos setups memorables e irrepetibles, que no sabremos nunca cómo diablos los hicimos, pero nos llevaron al paraíso por unos días. Resucitaron atos, liquidos desahuciados, paladares perdidos... Esos setups que da tanta pena cambiarlos, cuando les llega su hora, y pensamos que nada será igual. Probablemente vendrá algo mejor o peor, pero nunca igual. Esa es la maravilla del vapeo.