Hoy he probado el conocido Lemon Tart.
Muy rico, sabor a limón cremoso y regusto al final de bizcocho. Muy logrado. Muy dulce.
Pero no. No me va. Me dio un pronto Y me dije, hasta aquí hemos llegado. Derechito al estanco a por un paquete de Winston.
Tres seguidos. Que paz. Pero solo ha sido un paréntesis, seguiremos vapeando.
Una caída, pues a levantarse. (Eso sí, que ricos).
En la alquimia cuesta encontrar un sabor que no canse o que no pierda el sabor.
Tengo el recuerdo de que cuando empecé, los ego me saciaban más y los líquidos no estaban malos. Luego se fue quedando corto... no tiraban.
Si no estás muy motivado para dejar el tabaco, tampoco hay que forzar. Yo combiné tabaco y vapeo durante meses y me tomé el vapeo como una forma de quitarme cigarrillos cada día, pero siempre dándole a lo que me fuese apeteciendo. El truco es tener varios atos y varios líquidos, y cambiar con frecuencia entre ellos para no cansarte de ninguno: muchas me sentía, y me siento, como un niño en una tienda de chucherías, siempre dudando sobre qué coger en cada calada porque todos los líquidos que tengo me gustan. Al final, es ese disfrute el que hace que te decantes por el vapeo.
En los inicios tenía un líquido base, malo a reventar, tabaquil de Liqua, que usaba para vapear "a velocidad de crucero"; además tenía por ahí uno de mentol, otros tabaquiles, alguna frutita... Cuando me pillé un buen líquido (Sweet Prudence) flipé en colores y de golpe bajó aún más mi (por entonces) ya bajo consumo de cigarrillos; y fue empezar con reparables en lugar de clariconos, con ese líquido (y ya con otros, como el Belgian Cacao de Halo) cuando ya llegué a mis últimos días de fumador "enganchado" me fumaba 1 cigarrillo al día forzándome por el vértigo que me daba dejar de fumar, hasta que me decidí a suprimirlo y tan tranquilo.
Después (bastantes meses después) he vuelto a fumar entre 0 y 2 cigarrillos pero sin dependencia, me los salto cuando quiero y el cuerpo nunca me pide más, hasta hace pocos días que he decidido quitármelos y me he preparado un líquido con mucha nicotina (12mg) al que le doy unas caladas en la hora y lugar en que tocaba el cigarrillo: no hace falta ni fuerza de voluntad, muy fácil.
Resumen y ampliación del tocho:
a) Si quieres fumar, fuma. Con que te ahorres cigarrillos, ya te sirve el vapeo
b) Varios atos, varios líquidos. Si un líquido no te gusta, a la basura y a por otro. Vapea lo que se te antoje en cada momento.
c) Experimenta también con atos. La cuestión es que te enganche porque te gusta, y si te aburre mal vamos.
d) No te cortes en los niveles de nicotina. Hasta que olvides los cigarrillos, más vale que sobre a que falte. La ansiedad es difícil de calmar vapeando si ya se ha presentado (y facilísimo con el cigarrillo), así que vapea a buen nivel de nico para que no llegue a aparecer. Si hace falta, vapea incluso algo más de lo que te apetezca.
e) Disfruta, coño, que para sufrir ya está el resto del día.