Pues a los pocos meses de la tragedia de Fukushima, yo estuve de vacaciones en Japón, y sin ningún problema, es más bebía agua del grifo, me bañe en un onsen, comí sushi, sashimi, y no destello en la oscuridad. La pena, es lo que tardaré en volver, porque son gente tan organizada, tan seria, y a la vez tan cordiales. Por cierto, entonces yo fumaba como si no hubiera infierno, y para fumar tenía que entrar en un bar o en un restaurante, en la calle no se puede, más que en determinados puntos, sin embargo en los hoteles, bares y restaurantes, se puede siempre. Cualquier producto que venga de allí, incluido el algodón, a mi personalmente me ofrece absolutas garantias