Un hombre entra en la consulta del psiquiatra con la cara desencajada y el psiquiatra preocupado le pregunta qué le pasa.
Verá doctor, le contesta, llevo varios días que cuando me acuesto, apago la luz de la mesilla y estoy a punto de dormirme, se me aparece un enano que entra corriendo en mi habitación, se planta a mi lado y me pregunta si he hecho pipi. Acto seguido, sin remedio, me hago pis encima.
El psiquiatra se lo queda mirando incrédulo y le receta unos ansiolíticos. No se preocupe, le dice, está usted pasando por una etapa de su vida marcada por el estrés y esto es una repuesta fisiológica normal ante tanta tensión. Con estás pastillas verá usted como desaparece el problema.
A la semana vuelve el paciente visiblemente desmejorado y con ojos de loco.
-- ¿ El enano?
-- El enano, contesta el pobre hombre y se echa a llorar allí mismo. Me pregunta si he hecho pipi…y es que…es que no puedo evitarlo...
Bueno, bueno, no se preocupe, lo consuela el médico, vamos a empezar una terapia de autoconfianza y condicionamiento positivo que le va a dejar a usted como nuevo.
De ese modo, ese mismo día, el pobre hombre ingresa en una clinica de lujo donde le repiten hasta la saciedad que el enano no existe, que es fruto de su imaginación y que si siempre hace pipi antes de acostarse no tiene por qué temer nada ni hacérselo encima.
Al cabo de una semana lo consideran curado.
Perfecto, le dice el psiquiatra, ya está usted preparado para volver a su casa y reemprender su vida diaria. Recuerde que el enano no existe, es todo fruto de su imaginación... y en el improbable caso de que se le aparezca el enano, usted no tiene nada que temer, simplemente cuando le pregunte si ha hecho pipí usted le contesta: Sí, he hecho pipí, qué pasa…
Así, el hombre regresa a su casa contento y deseando que llegue la noche. Cuando por fin se acuesta y apaga la luz de la mesilla ya casi a punto de dormirse, entra el enano corriendo y le pregunta:
-- ¿Has hecho pipí?
El hombre se medio incorpora en la cama y le contesta: Si, he hecho pipí, que pasa…
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-- ¿ Y caca?
Verá doctor, le contesta, llevo varios días que cuando me acuesto, apago la luz de la mesilla y estoy a punto de dormirme, se me aparece un enano que entra corriendo en mi habitación, se planta a mi lado y me pregunta si he hecho pipi. Acto seguido, sin remedio, me hago pis encima.
El psiquiatra se lo queda mirando incrédulo y le receta unos ansiolíticos. No se preocupe, le dice, está usted pasando por una etapa de su vida marcada por el estrés y esto es una repuesta fisiológica normal ante tanta tensión. Con estás pastillas verá usted como desaparece el problema.
A la semana vuelve el paciente visiblemente desmejorado y con ojos de loco.
-- ¿ El enano?
-- El enano, contesta el pobre hombre y se echa a llorar allí mismo. Me pregunta si he hecho pipi…y es que…es que no puedo evitarlo...
Bueno, bueno, no se preocupe, lo consuela el médico, vamos a empezar una terapia de autoconfianza y condicionamiento positivo que le va a dejar a usted como nuevo.
De ese modo, ese mismo día, el pobre hombre ingresa en una clinica de lujo donde le repiten hasta la saciedad que el enano no existe, que es fruto de su imaginación y que si siempre hace pipi antes de acostarse no tiene por qué temer nada ni hacérselo encima.
Al cabo de una semana lo consideran curado.
Perfecto, le dice el psiquiatra, ya está usted preparado para volver a su casa y reemprender su vida diaria. Recuerde que el enano no existe, es todo fruto de su imaginación... y en el improbable caso de que se le aparezca el enano, usted no tiene nada que temer, simplemente cuando le pregunte si ha hecho pipí usted le contesta: Sí, he hecho pipí, qué pasa…
Así, el hombre regresa a su casa contento y deseando que llegue la noche. Cuando por fin se acuesta y apaga la luz de la mesilla ya casi a punto de dormirse, entra el enano corriendo y le pregunta:
-- ¿Has hecho pipí?
El hombre se medio incorpora en la cama y le contesta: Si, he hecho pipí, que pasa…
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-- ¿ Y caca?
