Hola a todos.
El dia 31 de octubre de 2013, por la tarde, entre al estanco a comprar un bote de picadura de tabaco Camel Light para llenar tubitos de papel con una maquinita que me permitía ahorrarme unas perrillas en el gasto de tabaco que, desde los 16 años, formaba parte de mis gastos mensuales.
En el mostrador del estanco vi unos blister (no recuerdo la marca) con una bateria EGO y un claricono. Pregunté el precio y decidí darle una oportunidad.
Pregunté si se necesitaba algo más y el estanquero, medio mosca, me dijo que sí. Que se necesitaba un líquido pero que era mejor que comprara el otro tipo de cigarrillo electrónico (carto), que el de líquido era difícil de manejar y al otro sólo tenía que cambiarle la boquilla.
Finalmente me llevé el claricono con batería EGO y un pequeño frasco de líquido sabor fresa y 12% de nicotina...
Al llegar a mi despacho, rompí el blister y, aún con un cigarrillo encendido en los labios, puse la bateria a cargar mientras llenaba gota a gota el claricono.
Se ve que la bateria ya venía precargada y en seguida el LED del cargador se puso verde. Enrosqué el claricono a la batería y pulsé el botón del vapeador.... nada.
Aquello no se encendía ni aún apretando el botón a fondo. Pensé: "igual hay que dejarlo apretado unos segundos, como en el reset de un router o de un teléfono móvil- ... nada.
Y entonces miré el manual de instrucciones (esa cosa que solo leen los cobardes o los alemanes) y descubrí un nuevo concepto que, desde entonces ha empezado a formar parte de mi vida. Profesionalmente estoy acostumbrado al doble y hasta el triple clic, pero donde me dí cuenta realmente que había empezado una nueva era en mi vida fué al descubrir que en el mundo del cigarrillo electrónico no basta con eso. En el mundo del cigarrillo electrónico vamos más allá. Mucho más allá del doble clic: el QUINTUPLE clic.
Eso sólo fué el preámbulo de lo que ese día me esperaba. Fué dar la primera calada temerosa y quedar asombrado por algo que tampoco había tenido en cuenta hasta ese momento: el golpe de garganta. Tras dos o tres caladas más, miré el cigarrillo encendido que había dejado en el cenicero -medio atestado de colillas- y me di cuenta de que por fín me iba a librar de esa condena.
Apagué el camel light despacio, casi disfruté matándolo mientras las brasas aún gritaban volutas de humo maloliente y volví a dar dos caladas de mi claricono...
Abrí Google, busqué "cigarrillo electrónico" y no sé cuantas horas estuve viendo vídeos de un tio un poco raro; un tal Ruades que gestionaba una web con un nombre difícil de olvidar y un poco "anisado". Empecé por uno cuyo título me pareció interesante "guia del cigarro de vapor" y a continuación me mareé con los miles de opciones que este mundillo ofrecía ya en 2013. Mientras tanto seguía asombrándome a cada calada y descubrí con inmensa felicidad que esa cosa me quitaba la ansiedad de fumar.
Desde entonces hasta hoy -qué os voy a contar- soy un apasionado del cigarrillo electrónico.
Ostras! Esto era para presentarme... perdonad la parrafada pero a mí si se me escucha no puedo parar de hablar.
En fin. Bien hallados y espero ser de utilidad.
Abrazos y vapor!
Josep Al-Aziz
El dia 31 de octubre de 2013, por la tarde, entre al estanco a comprar un bote de picadura de tabaco Camel Light para llenar tubitos de papel con una maquinita que me permitía ahorrarme unas perrillas en el gasto de tabaco que, desde los 16 años, formaba parte de mis gastos mensuales.
En el mostrador del estanco vi unos blister (no recuerdo la marca) con una bateria EGO y un claricono. Pregunté el precio y decidí darle una oportunidad.
Pregunté si se necesitaba algo más y el estanquero, medio mosca, me dijo que sí. Que se necesitaba un líquido pero que era mejor que comprara el otro tipo de cigarrillo electrónico (carto), que el de líquido era difícil de manejar y al otro sólo tenía que cambiarle la boquilla.
Finalmente me llevé el claricono con batería EGO y un pequeño frasco de líquido sabor fresa y 12% de nicotina...
Al llegar a mi despacho, rompí el blister y, aún con un cigarrillo encendido en los labios, puse la bateria a cargar mientras llenaba gota a gota el claricono.
Se ve que la bateria ya venía precargada y en seguida el LED del cargador se puso verde. Enrosqué el claricono a la batería y pulsé el botón del vapeador.... nada.
Aquello no se encendía ni aún apretando el botón a fondo. Pensé: "igual hay que dejarlo apretado unos segundos, como en el reset de un router o de un teléfono móvil- ... nada.
Y entonces miré el manual de instrucciones (esa cosa que solo leen los cobardes o los alemanes) y descubrí un nuevo concepto que, desde entonces ha empezado a formar parte de mi vida. Profesionalmente estoy acostumbrado al doble y hasta el triple clic, pero donde me dí cuenta realmente que había empezado una nueva era en mi vida fué al descubrir que en el mundo del cigarrillo electrónico no basta con eso. En el mundo del cigarrillo electrónico vamos más allá. Mucho más allá del doble clic: el QUINTUPLE clic.
Eso sólo fué el preámbulo de lo que ese día me esperaba. Fué dar la primera calada temerosa y quedar asombrado por algo que tampoco había tenido en cuenta hasta ese momento: el golpe de garganta. Tras dos o tres caladas más, miré el cigarrillo encendido que había dejado en el cenicero -medio atestado de colillas- y me di cuenta de que por fín me iba a librar de esa condena.
Apagué el camel light despacio, casi disfruté matándolo mientras las brasas aún gritaban volutas de humo maloliente y volví a dar dos caladas de mi claricono...
Abrí Google, busqué "cigarrillo electrónico" y no sé cuantas horas estuve viendo vídeos de un tio un poco raro; un tal Ruades que gestionaba una web con un nombre difícil de olvidar y un poco "anisado". Empecé por uno cuyo título me pareció interesante "guia del cigarro de vapor" y a continuación me mareé con los miles de opciones que este mundillo ofrecía ya en 2013. Mientras tanto seguía asombrándome a cada calada y descubrí con inmensa felicidad que esa cosa me quitaba la ansiedad de fumar.
Desde entonces hasta hoy -qué os voy a contar- soy un apasionado del cigarrillo electrónico.
Ostras! Esto era para presentarme... perdonad la parrafada pero a mí si se me escucha no puedo parar de hablar.
En fin. Bien hallados y espero ser de utilidad.
Abrazos y vapor!
Josep Al-Aziz
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