Cigarrillos electrónicos en Brasil: entre el pánico y la falta de regulación científica

Fecha:

En Brasil, los cigarrillos electrónicos generan pánico y controversia. Mientras un estudio reciente señala niveles alarmantes de nicotina en usuarios, países como el Reino Unido y Nueva Zelanda han transformado estos dispositivos en herramientas clave para reducir los daños del tabaquismo. ¿Por qué en Brasil son vistos como una amenaza para la salud pública, mientras que en otros lugares se integran en políticas exitosas de reducción de riesgos y control del tabaquismo?

En Brasil, desde 2009, los cigarrillos electrónicos han sido tratados como una amenaza en constante crecimiento, mientras las autoridades se han abstenido de regular su uso. Esto contrasta con las evidencias internacionales, que sugieren que estos dispositivos podrían desempeñar un papel clave en la lucha contra los problemas asociados al tabaquismo.

En los últimos días se ha divulgado un reciente estudio del Instituto del Corazón (InCor) y el Laboratorio de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, en colaboración con la Vigilancia Sanitaria del Estado, identificó “niveles alarmantemente altos de nicotina en usuarios de dispositivos de vapeo.”

La investigación recolectó material biológico de fumadores que utilizaban exclusivamente cigarrillos electrónicos, además de aplicarles un cuestionario. En total, participaron 417 vapeadores, todos ellos asistentes a bares, conciertos y eventos en distintas localidades del estado de São Paulo. 

La aparente falta de rigor científico en la muestra e interpretación de los datos, sumada a la prohibición comercial y la ausencia de una regulación específica en el país, genera cuestionamientos sobre la capacidad de este estudio para ofrecer un panorama fiel de la realidad o para servir como base para políticas públicas eficaces.

Niveles “alarmantes” de nicotina

El estudio brasileño, del cual no hemos logrado encontrar la publicación original, reportó niveles de nicotina en sangre de hasta 2.400 µg/ml en usuarios intensivos de cigarrillos electrónicos. Según el estudio, esta cifra es seis veces superior a los 396 µg/ml observados en consumidores de 20 cigarrillos diarios. Aunque estas cifras se presentaron como alarmantes, carecen de un marco comparativo y regulatorio que permita interpretarlas de manera adecuada.

En contraste, en el Reino Unido, donde la concentración de nicotina en líquidos para vapeo está limitada a 20 mg/ml, exposiciones de esta magnitud son prácticamente inexistentes. El informe Nicotine Vaping in England: 2022 subraya que esta regulación no solo protege a los consumidores, sino que mantiene los dispositivos como alternativas más seguras y viables al tabaco combustible.

La Dra. Jaqueline Scholz, coordinadora de la investigación y directora del Programa de Tratamiento del Tabaquismo del InCor en el área de cardiología, alertó sobre los preocupantes datos relacionados con la salud de los usuarios de cigarrillos electrónicos. Según destacó, mientras un fumador de cigarrillos tradicionales realiza en promedio unas 200 inhalaciones diarias, los usuarios con un consumo intensivo de cigarrillos electrónicos pueden llegar a superar las 1.500 inhalaciones al día.

El pánico que producen estos datos en Brasil hace que se pase por alto una verdad fundamental respaldada por la ciencia: el vapeo, cuando se utiliza como sustituto del cigarrillo, representa una fracción del daño causado por el consumo de tabaco tradicional. Estudios robustos durante la última década han corroborado esta afirmación, con análisis de biomarcadores que muestran impactos significativamente menores en la salud. La evidencia científica establece que, bajo un marco regulado, el vapeo puede ser una herramienta clave en la reducción de daños relacionados con el tabaquismo​​.

Dependencia, salud mental y las lagunas en el debate

El estudio brasileño destacó que el 31% de los jóvenes usuarios reportaron ansiedad asociada al uso de cigarrillos electrónicos. Sin embargo, esta correlación debe interpretarse con cautela. Informes como el NCSCT Vaping Briefing subrayan que, en contextos regulados, la dependencia puede mitigarse cuando los dispositivos de vapeo son empleados como parte de estrategias estructuradas para la cesación del tabaquismo. En estos entornos, el enfoque reduce los síntomas de abstinencia y permite que los usuarios transiten hacia alternativas menos dañinas de manera controlada.

El estudio brasileño incluso sugiere una posible relación entre el uso de cigarrillos electrónicos y problemas respiratorios como el asma. Sin embargo, evidencias más robustas provenientes de estudios internacionales, como el PATH Study, indican que los biomarcadores inflamatorios en usuarios de vaporizadores son significativamente más bajos que en fumadores de cigarrillos convencionales. Esto refuerza la idea de que los cigarrillos electrónicos son una alternativa menos perjudicial que el tabaco. Aunque los estudios longitudinales siguen siendo necesarios para comprender los riesgos a largo plazo, hasta la fecha no se han encontrado evidencias de que el vapeo cause enfermedades graves mínimamente comparables al consumo de tabaco​​.

Estudios internacionales ofrecen respaldo adicional al mostrar mejoras significativas en la salud física y mental de los fumadores que migran a dispositivos de vapeo. Por ejemplo, se ha registrado una disminución en la incidencia de asma y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC), mejoras en la presión arterial y en la función pulmonar, así como una reducción de los factores de riesgo cardiovascular. Investigaciones como la de George et al. (2019) y Berlowitz et al. (2022) evidencian los beneficios cardiovasculares de este cambio, destacando que el uso de cigarrillos electrónicos puede ser una herramienta clave en la reducción de riesgos para esta población​​.

Además, estudios revelan beneficios persistentes en la salud respiratoria de fumadores asmáticos que adoptaron los dispositivos electrónicos. Por otro lado, investigaciones como la de Stephens (2018) señalan que el potencial cancerígeno de las emisiones de los cigarrillos electrónicos representa apenas el 0,4% del de la combustión de tabaco, subrayando la reducción significativa de riesgos asociados​​.

Estos hallazgos refuerzan la importancia de considerar los cigarrillos electrónicos dentro de un marco regulado que priorice la reducción de daños, en lugar de perpetuar la desinformación o las políticas que empujen a los usuarios de vuelta al tabaco tradicional. La ausencia de una regulación clara y basada en evidencia en Brasil no solo limita el acceso a herramientas potencialmente beneficiosas, también fomenta el mercado ilegal y exacerba los riesgos asociados al uso desinformado de estos dispositivos.

Desinformación y percepción errónea

El estudio realizado en Brasil evidenció que el 54% de los usuarios de cigarrillos electrónicos desconocían que sus dispositivos contenían nicotina, lo que subraya un grave problema de desinformación. Además, entre aquellos que creían utilizar dispositivos libres de nicotina, más de la mitad presentó niveles detectables de esta sustancia, lo que refleja la falta de claridad en el etiquetado y en la comunicación al consumidor.

En contraste, países como el Reino Unido han adoptado estrategias centradas en la transparencia y la educación. Mediante el uso de etiquetas detalladas y campañas públicas de concienciación, los consumidores están mejor informados sobre los riesgos y beneficios de los dispositivos. Estas políticas no solo reducen la desinformación, sino que también fomentan un uso más responsable de los cigarrillos electrónicos​​.

La ausencia de regulación en Brasil no solo permite la comercialización de dispositivos sin ningún tipo de control sanitario o de calidad, también perpetúa percepciones equivocadas sobre los potenciales riesgos y beneficios de estos productos. Este vacío normativo dificulta la implementación de políticas públicas efectivas y expone a los usuarios a riesgos evitables, especialmente en un contexto donde la falta de información prevalece sobre el acceso a herramientas seguras y eficaces para abandonar el tabaco. Implementar regulaciones basadas en evidencia y priorizar la educación al consumidor es esencial para mitigar estos desafíos y proteger la salud pública.

¿Por qué Brasil ve al vapeo como una amenaza?

La pregunta sigue sin una respuesta plausible. Brasil está rezagado en comparación con países como el Reino Unido, Nueva Zelanda y Suecia, donde los cigarrillos electrónicos han sido integrados en estrategias nacionales para disminuir el tabaquismo. En estos países, los dispositivos de vapeo son reconocidos como herramientas eficaces para ayudar a los fumadores a abandonar el tabaco, con evidencia científica que respalda su eficacia igual o incluso superior a la terapia de reemplazo de nicotina​​.

En el Reino Unido, el uso de cigarrillos electrónicos es parte de un enfoque integral de salud pública que combina dispositivos regulados con apoyo conductual. Según el NCSCT Vaping Briefing, estas estrategias se sustentan en datos sólidos que muestran que el vapeo puede facilitar la transición del tabaquismo hacia alternativas menos dañinas y promover mejoras sustanciales en la salud de sus ciudadanos. Además, políticas estrictas restringen la publicidad y limitan el acceso de los jóvenes y de los no fumadores, minimizando significativamente el uso indebido​.

Por otro lado, países como Nueva Zelanda han logrado incorporar los cigarrillos electrónicos en sus programas de control del tabaco, reconociendo su papel en la disminución de las tasas de tabaquismo. Suecia, que ya tiene una de las tasas más bajas de tabaquismo en el mundo, ha utilizado estrategias de reducción de daños, incluyendo productos de nicotina alternativos, como herramientas clave en sus políticas públicas.

En contraste, Brasil carece de una regulación efectiva que permita integrar los dispositivos de vapeo en programas de salud pública. Esto no solo impide que los fumadores tengan acceso a alternativas más seguras, sino que perpetúa un enfoque centrado en la prohibición y la desinformación. Los modelos internacionales demuestran que las políticas basadas en evidencia, que equilibran la regulación estricta con el acceso responsable, pueden convertir a los cigarrillos electrónicos en aliados efectivos en la lucha contra el tabaquismo. 

La falta de regulación en Brasil no solo agrava los riesgos asociados al uso de cigarrillos electrónicos, sino que también desperdicia la oportunidad de emplearlos como una herramienta legítima para reducir los daños del tabaquismo. Los modelos internacionales demuestran que regulaciones estrictas, como el establecimiento de límites a la concentración de nicotina y la prohibición de publicidad dirigida, pueden transformar los dispositivos de vapeo en aliados efectivos en la lucha contra el tabaco. Sin estas medidas, Brasil enfrenta un panorama en el que el vacío regulatorio alimenta la desinformación y la dependencia.

El debate político y científico sobre los cigarrillos electrónicos en Brasil no debería estar entre la prohibición total o una permisividad sin restricciones. Por el contrario, debería haber unidad en torno a la necesidad de abordar el problema con responsabilidad y evidencia científica. Adoptar un enfoque basado en datos no es solo una acción necesaria, sino una obligación ética, científica y política. Implementar políticas que equilibren el acceso responsable con una reducción efectiva de los riesgos puede marcar la diferencia en la lucha contra el tabaquismo y sus devastadores efectos en la salud de miles de personas.


Este artículo es una publicación original. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.

REDACCION VT
REDACCION VT
En VapingToday, nos dedicamos a proporcionar información precisa y actualizada sobre la Reducción de Daños del Tabaco. Con el respaldo de C3PRESS y Kramber Designs, nuestro equipo se esfuerza por ofrecer una cobertura completa y perspectivas expertas para nuestros lectores. Establecidos en 2020, seguimos comprometidos con la transformación del panorama informativo en un tema crucial para la salud pública.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Share post:

spot_img

Popular

Artículos relacionados
Relacionados

La Ola Global de Prohibiciones: Nuevas Restricciones a Productos de Nicotina en Enero de 2025

A mitad de enero, una serie de países en...

Documental enseña cómo Suecia derrotó al cigarrillo

Suecia logró lo que parecía imposible: reducir el tabaquismo...

El potencial de la reducción de daños en Noruega: el cambio liderado por sus ciudadanos

En las últimas dos décadas, Noruega ha logrado una...

Un plan millonario contra las adicciones que ignora sus causas

El nuevo Plan Autonómico de Adicciones 2024-2030 en Castilla...