Estoy de acuerdo, pero en parte: las empresas de vapeo se empeñan en vendernos cacharros potentes con resistencias cañeras que consuman líquido por litros; pero es bien sencillo; un buen cacharrete MTL satisface en sabor y en vapor sin necesidad de montar un Londres donde quiera que se vaya; acostumbrarse a este vapeo no lleva ni un día y el consumo en líquido, batería y resistencias es irrisorio. Con esto no estoy diciendo que estén mal las nubarradas, cada cual que escoja el estilo que prefiera, pero bajar un consumo de 30 ml a 5 ó 10 es sencillo, el vapeo sigue siendo muy satisfactorio, y el costo se reduce considerablemente. Yo he resucitado cacharros MTL que tenía obsoletos de años en un cajón y feliz como si estuviera estrenando.
Por otra parte, el capital que deben tener acumulado las empresas tabaqueras debe ser impresionante comparado con los pocos años que el vapeo lleva en el mercado, así que, la maniobra de unirse al vapeo, sea para hundirlo, sea para copar su cuota, está clara.
La opción que tenemos como consumidores es no comprar en los estancos. Hay una diferencia clara en este tipo de negocios: cuando uno va a una tienda de vapeo, se sienta a charlar, prueba liquidines, cacharros, echa unas nubarradas y unas risas... pero en los estancos, la gente no socializa; va allí a por su dosis de droga, que le vende un camello instituído legalmente y se marcha rápidamente mientras abre nervioso la cajetilla y se enciende su cilindrín del cáncer.