La glicerina sólo se convierte en azúcar en condiciones de ayuno. En esas condiciones se obtiene energía principalmente de grasas para dejar el azúcar para los tejidos que únicamente pueden usar glucosa. Los triglicéridos se rompen en tres cadenas de ácidos grasos y una de glicerina. Los ácidos grasos se utilizarán para obtener energía y la glicerina para producir azúcar (gluconeogénesis) y mantener niveles estables. En situaciones de no ayuno, la glicerina sigue la ruta de la glucólisis para obtener energía.