Hace poco lei en el foro vecino un articulo de un usuario del foro e-cigarette-forum, en el expone su teoria sobre como se estan utilizando los nuevos dispositivos de Watts altos, segun el no se estan utilizando correctamente.
No me quiero extender con la explicacion, creo que este articulo no esta colgado en este foro, y si es asi pido disculpas, lo adjunto simplemente porque creo es informacion interesante.
Articulo
He estado pensando sobre si escribir sobre este tema durante un tiempo, pero he visto que ya era hora porque he visto bastantes publicaciones sobre el tema últimamente y francamente, percibo que hay mucha confusión sobre el tema. Para empezar, voy a dejar clara una cosa. Esta es mi opinión y SOLO mi opinión. Me baso en mi propia experiencia así como en mis conocimientos dada mi experiencia en ingeniería eléctrica y tecnologías de la información. También tengo ciertos conocimientos de física de partículas y física en general. ¿Esto me convierte en un experto en e-cigs?. Por supuesto que no, así que, repito, es mi opinión. Espero que al menos sirva para alimentar pensamientos, y si no estáis de acuerdo, estáis en vuestro derecho de tener vuestra propia opinión también.
Dicho esto, empecemos.
A finales de agosto recibí mi Cloupor T5. No voy a hablar aquí sobre este dispositivo, así que no vayamos por ahí. Me gusta mi T5 con la nueva actualización del firmware. Funciona perfectamente para lo que fue diseñado. No es el primer mod VV/VW de alta potencia que tengo, pero es el que he estado utilizando habitualmente hasta ahora, al menos hasta que decida qué dispositivo de 100W-150W comprar.
El caso es, que un día entré en una tienda física y un empleado de la tienda estaba echándole un vistazo (al Cloupor T5). Le encantaba la forma que tenía, y decía que se estaba planteando comprar uno hasta que me preguntó cuál era la resistencia mínima de setup que se le podía poner y le dije que llegaba hasta 0.2 ohms, pero que tenía un amperaje máximo de 10A. ¡Buff!, inmediatamente empezó a denigrarlo diciendo que no podía creer que el fabricante hiciera publicidad engañosa al decir que podía llegar a 50W (ahora ya son 75W), cuando realmente no podía.
"No, no lo entiendes, NO NECESITAS un setup de 0.2 ohms para llegar a potencias altas. Ese es el quid de la cuestión, puede generar 9.3 voltios, a 9.3 voltios puede llegar a 75W con un setup de 1.1 ohms y solo consumir 8.5 amperios."
"Eso es una porquería hombre, no puedes generar vaporadas grandes y densas en algo que no sea subohm, compañero..."
Seguí lanzando vaporadas que dejaban las suyas en enanas, a pesar de que mi setup era de 1.4 ohms a 50W y el suyo era de 0.3 ohms en su mod mecánico que obtenía la misma potencia dependiendo del voltaje de su batería y caída de voltaje. En ese momento pensé que ya no valía la pena explicarle nada. Me da la impresión de que mucha gente está ofuscada con la idea de que las "vaporadas" están completamente relacionadas con el valor de la(s) resistencia(s). Parece que no haya otro enfoque posible.
No soy para nada un "cloud chaser" (persona a la que le gusta lanzar grandes vaporadas), pero me encanta el vapor y sabor. Más bien soy un "flavor chaser" (persona que busca el mejor sabor) que otra cosa. Pero esa búsqueda significa producir densas y grandes nubes de vapor (dijo ella).
Repito, esta es mi opinión, pero señores y señoras/señoritas, tenéis metido en la cabeza que esas "vaporadas" están relacionadas con la resistencia. Y eso no es cierto.
En primer lugar, hay MUCHAS variables que afectan DIRECTAMENTE a la cantidad de vapor que se produce, y desgraciadamente (o quizás afortunadamente), la resistencia NO ES una de ellas. Indirectamente sí, pero no directamente. El vapor, o su producción, es el resultado de la cantidad de líquido que se vaporiza en un periodo de tiempo determinado. Es así de sencillo. Pero es mucho más de lo que parece. Para vaporizar un e-liquid se debe calentar hasta el punto en que se convierte en vapor. En nuestro caso, se usa un elemento calefactor enrollado en forma de bobina (resistencia). La superficie de la resistencia en contacto con el líquido y la energía liberada por el hilo en forma de calor es lo que calienta el e-liquid y lo vaporiza. ¿La superficie de la resistencia?. Así es. La clave es la superficie. Imaginemos que hubiese una manera de calentar casi instantáneamente una superficie de metal desde temperatura ambiente hasta 400ºC. Depositamos una pequeña gota de líquido, digamos de 2mm de diámetro, en el centro de esta superficie y lo encendemos. La pequeña gota se vaporizará casi instantáneamente. El resultado será una pequeña nube de vapor. Como os podéis imaginar, no será una gran cantidad de vapor. Ahora imaginemos que conseguimos construir un sistema que suministre líquido a la misma velocidad que éste se vaporiza. La superficie utilizada sigue siendo de 1mm de diámetro. Lo encendemos de nuevo y... ¿qué ocurre?. Ahora lo que tenemos es un chorro de vapor, pero todavía es un chorro muy pequeño. Seguro que continúa funcionando, y generalmente acabará obteniéndose más vapor, pero todavía no será posible llenar toda la casa de vapor. PERO, supongamos ahora que en su lugar depositamos una gota de líquido de 20cm de diámetro. ¡Hemos pasado de una superficie de 12,57mm2 a 125,664mm2!. Esa es una diferencia inmensa en la superficie. ¿Y ahora qué ocurre si lo encendemos?. Obtendremos una vaporada gigante. Hay muchísimo líquido vaporizándose a la vez. Ahora imaginemos que vamos un paso más allá y hacemos que nuestro sistema de suministro de líquido sea capaz de mantener lleno ese círculo de 20cm de diámetro saturado. Lo encendemos de nuevo y... ¡obtenemos una nube gigante de vapor que llenará toda la casa en segundos!.
Es la superficie lo que es determinante en la vaporización. Cuanta más superficie tengamos para convertir líquido en vapor, más vapor podemos producir. Pero todavía hay más en lo que concierne a nuestros cigarrillos electrónicos. En primer lugar, como se ha dicho más arriba, tenemos que mantener el suministro de ese líquido hacia la fuente de calor, en este caso la superficie de nuestra resistencia. Ahí es donde interviene el drenaje. Si el drenaje no es lo suficientemente bueno para suministrar nuevo líquido tan rápido como la fuente de calor lo vaporiza, entonces lo que tendremos es un sabor a quemado "dry hit" (golpe seco) en lugar de una vaporada con un agradable sabor. También debemos considerar la ventilación. ¿Alguna vez has llegado a la terraza de tu casa en un día caluroso, cubierto de sudor y te has puesto delante de un ventilador?. La mejor sensación del mundo, ¿no?. El ventilador vaporiza el sudor de tu cuerpo y se lleva con él el calor, haciendo que te sientas bien y fresquito. En el caso de nuestras resistencias, ocurre algo muy parecido. A medida que se vaporiza el líquido se va eliminando el calor de la resistencia. Sin embargo, se necesita conducir el vapor que se lleva el calor. Sinó, se irá incrementando el calor. No podrá ir a ningún lado y cuando ocurre eso, la cantidad de calor en un área determinada (conocido como flujo de calor) se incrementa, lo que resulta de nuevo en un asqueroso sabor a quemado (dry hit). Recapitulemos. Imaginemos que entramos en la terraza y nos ponemos delante del ventilador, pero esta vez estamos envueltos en cinco mantas de lana. No será la misma sensación, ¿verdad?. No estamos teniendo ventilación sobre nuestro cuerpo, así que el calor se retiene. Lo mismo pasa con nuestras resistencias.
Ahora hablemos un poco del flujo de calor. El flujo de calor es la cantidad de calor que se libera en un área determinada. Antes puse este ejemplo. Si se coge un calefactor portátil de 5.000 Watios y se coloca en el centro de una manzana de edificios de 100x100 pies en pleno invierno, ¿qué efecto va a tener?. Poquísimo. No calentará el edificio ya que con el tiempo se escapa más calor que el que se genera y hay una superficie tan grande dentro del edificio que una salida tan pequeña no hará nada. Por otro lado, supongamos que cogemos ese mismo calefactor de 5.000 Watios y lo ponemos dentro de una caja de embalaje de 4x4 pies y nos sentamos dentro con él. Hay mucha diferencia, ¿eh?. Nos va a provocar quemaduras en poco tiempo. La potencia es la misma. ¿Entonces?. Ahí es donde interviene el flujo de calor. En el edificio el flujo de calor era pequeñísimo. Sin embargo, ¡¡¡en esa caja de embalaje el flujo de calor será extremo!!!
No me quiero extender con la explicacion, creo que este articulo no esta colgado en este foro, y si es asi pido disculpas, lo adjunto simplemente porque creo es informacion interesante.
Articulo
He estado pensando sobre si escribir sobre este tema durante un tiempo, pero he visto que ya era hora porque he visto bastantes publicaciones sobre el tema últimamente y francamente, percibo que hay mucha confusión sobre el tema. Para empezar, voy a dejar clara una cosa. Esta es mi opinión y SOLO mi opinión. Me baso en mi propia experiencia así como en mis conocimientos dada mi experiencia en ingeniería eléctrica y tecnologías de la información. También tengo ciertos conocimientos de física de partículas y física en general. ¿Esto me convierte en un experto en e-cigs?. Por supuesto que no, así que, repito, es mi opinión. Espero que al menos sirva para alimentar pensamientos, y si no estáis de acuerdo, estáis en vuestro derecho de tener vuestra propia opinión también.
Dicho esto, empecemos.
A finales de agosto recibí mi Cloupor T5. No voy a hablar aquí sobre este dispositivo, así que no vayamos por ahí. Me gusta mi T5 con la nueva actualización del firmware. Funciona perfectamente para lo que fue diseñado. No es el primer mod VV/VW de alta potencia que tengo, pero es el que he estado utilizando habitualmente hasta ahora, al menos hasta que decida qué dispositivo de 100W-150W comprar.
El caso es, que un día entré en una tienda física y un empleado de la tienda estaba echándole un vistazo (al Cloupor T5). Le encantaba la forma que tenía, y decía que se estaba planteando comprar uno hasta que me preguntó cuál era la resistencia mínima de setup que se le podía poner y le dije que llegaba hasta 0.2 ohms, pero que tenía un amperaje máximo de 10A. ¡Buff!, inmediatamente empezó a denigrarlo diciendo que no podía creer que el fabricante hiciera publicidad engañosa al decir que podía llegar a 50W (ahora ya son 75W), cuando realmente no podía.
"No, no lo entiendes, NO NECESITAS un setup de 0.2 ohms para llegar a potencias altas. Ese es el quid de la cuestión, puede generar 9.3 voltios, a 9.3 voltios puede llegar a 75W con un setup de 1.1 ohms y solo consumir 8.5 amperios."
"Eso es una porquería hombre, no puedes generar vaporadas grandes y densas en algo que no sea subohm, compañero..."
Seguí lanzando vaporadas que dejaban las suyas en enanas, a pesar de que mi setup era de 1.4 ohms a 50W y el suyo era de 0.3 ohms en su mod mecánico que obtenía la misma potencia dependiendo del voltaje de su batería y caída de voltaje. En ese momento pensé que ya no valía la pena explicarle nada. Me da la impresión de que mucha gente está ofuscada con la idea de que las "vaporadas" están completamente relacionadas con el valor de la(s) resistencia(s). Parece que no haya otro enfoque posible.
No soy para nada un "cloud chaser" (persona a la que le gusta lanzar grandes vaporadas), pero me encanta el vapor y sabor. Más bien soy un "flavor chaser" (persona que busca el mejor sabor) que otra cosa. Pero esa búsqueda significa producir densas y grandes nubes de vapor (dijo ella).
Repito, esta es mi opinión, pero señores y señoras/señoritas, tenéis metido en la cabeza que esas "vaporadas" están relacionadas con la resistencia. Y eso no es cierto.
En primer lugar, hay MUCHAS variables que afectan DIRECTAMENTE a la cantidad de vapor que se produce, y desgraciadamente (o quizás afortunadamente), la resistencia NO ES una de ellas. Indirectamente sí, pero no directamente. El vapor, o su producción, es el resultado de la cantidad de líquido que se vaporiza en un periodo de tiempo determinado. Es así de sencillo. Pero es mucho más de lo que parece. Para vaporizar un e-liquid se debe calentar hasta el punto en que se convierte en vapor. En nuestro caso, se usa un elemento calefactor enrollado en forma de bobina (resistencia). La superficie de la resistencia en contacto con el líquido y la energía liberada por el hilo en forma de calor es lo que calienta el e-liquid y lo vaporiza. ¿La superficie de la resistencia?. Así es. La clave es la superficie. Imaginemos que hubiese una manera de calentar casi instantáneamente una superficie de metal desde temperatura ambiente hasta 400ºC. Depositamos una pequeña gota de líquido, digamos de 2mm de diámetro, en el centro de esta superficie y lo encendemos. La pequeña gota se vaporizará casi instantáneamente. El resultado será una pequeña nube de vapor. Como os podéis imaginar, no será una gran cantidad de vapor. Ahora imaginemos que conseguimos construir un sistema que suministre líquido a la misma velocidad que éste se vaporiza. La superficie utilizada sigue siendo de 1mm de diámetro. Lo encendemos de nuevo y... ¿qué ocurre?. Ahora lo que tenemos es un chorro de vapor, pero todavía es un chorro muy pequeño. Seguro que continúa funcionando, y generalmente acabará obteniéndose más vapor, pero todavía no será posible llenar toda la casa de vapor. PERO, supongamos ahora que en su lugar depositamos una gota de líquido de 20cm de diámetro. ¡Hemos pasado de una superficie de 12,57mm2 a 125,664mm2!. Esa es una diferencia inmensa en la superficie. ¿Y ahora qué ocurre si lo encendemos?. Obtendremos una vaporada gigante. Hay muchísimo líquido vaporizándose a la vez. Ahora imaginemos que vamos un paso más allá y hacemos que nuestro sistema de suministro de líquido sea capaz de mantener lleno ese círculo de 20cm de diámetro saturado. Lo encendemos de nuevo y... ¡obtenemos una nube gigante de vapor que llenará toda la casa en segundos!.
Es la superficie lo que es determinante en la vaporización. Cuanta más superficie tengamos para convertir líquido en vapor, más vapor podemos producir. Pero todavía hay más en lo que concierne a nuestros cigarrillos electrónicos. En primer lugar, como se ha dicho más arriba, tenemos que mantener el suministro de ese líquido hacia la fuente de calor, en este caso la superficie de nuestra resistencia. Ahí es donde interviene el drenaje. Si el drenaje no es lo suficientemente bueno para suministrar nuevo líquido tan rápido como la fuente de calor lo vaporiza, entonces lo que tendremos es un sabor a quemado "dry hit" (golpe seco) en lugar de una vaporada con un agradable sabor. También debemos considerar la ventilación. ¿Alguna vez has llegado a la terraza de tu casa en un día caluroso, cubierto de sudor y te has puesto delante de un ventilador?. La mejor sensación del mundo, ¿no?. El ventilador vaporiza el sudor de tu cuerpo y se lleva con él el calor, haciendo que te sientas bien y fresquito. En el caso de nuestras resistencias, ocurre algo muy parecido. A medida que se vaporiza el líquido se va eliminando el calor de la resistencia. Sin embargo, se necesita conducir el vapor que se lleva el calor. Sinó, se irá incrementando el calor. No podrá ir a ningún lado y cuando ocurre eso, la cantidad de calor en un área determinada (conocido como flujo de calor) se incrementa, lo que resulta de nuevo en un asqueroso sabor a quemado (dry hit). Recapitulemos. Imaginemos que entramos en la terraza y nos ponemos delante del ventilador, pero esta vez estamos envueltos en cinco mantas de lana. No será la misma sensación, ¿verdad?. No estamos teniendo ventilación sobre nuestro cuerpo, así que el calor se retiene. Lo mismo pasa con nuestras resistencias.
Ahora hablemos un poco del flujo de calor. El flujo de calor es la cantidad de calor que se libera en un área determinada. Antes puse este ejemplo. Si se coge un calefactor portátil de 5.000 Watios y se coloca en el centro de una manzana de edificios de 100x100 pies en pleno invierno, ¿qué efecto va a tener?. Poquísimo. No calentará el edificio ya que con el tiempo se escapa más calor que el que se genera y hay una superficie tan grande dentro del edificio que una salida tan pequeña no hará nada. Por otro lado, supongamos que cogemos ese mismo calefactor de 5.000 Watios y lo ponemos dentro de una caja de embalaje de 4x4 pies y nos sentamos dentro con él. Hay mucha diferencia, ¿eh?. Nos va a provocar quemaduras en poco tiempo. La potencia es la misma. ¿Entonces?. Ahí es donde interviene el flujo de calor. En el edificio el flujo de calor era pequeñísimo. Sin embargo, ¡¡¡en esa caja de embalaje el flujo de calor será extremo!!!
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