Muchas veces sólo nos fijamos en el valor de ohms de la coil, pero realmente hay otros elementos que influyen en su rendimiento.
- Materiales: El acero (SS316) es lo que más rápido se calienta, seguido del nichrome (Ni80) y finalmente el Kanthal A1. Esto se debe a la resistividad de cada material. El kanthal al calentarse despacio se dice que da más sabor ya que el líquido pasa por varias fases, no pasa de 0 a 100 tan rápido.
- Calibre: Los hilos que se usan se miden en calibre americano (AWG) y cuanto más alto es el AWG más finito es el hilo. Los hilos más finos dan ohm más altos y se calientan más rápido.
- Diámetro: A mayor tamaño de diámetro interior, más altos son los ohm. No es una gran diferencia pero puede ser ese 0.05ohm sea crucial para mejorar o empeorar el rendimiento.
- Vueltas: Cuantas menos vueltas más bajos quedan los ohms pero calienta más rápido... más vueltas los ohms suben pero tarda más en calentar.
- Complejidad: las diferentes tipos de coils (alien, clapton, fused, stapled...) indican cuantos hilos tienen al interior y la complejidad de construcción. Cuanto más compleja dan más rendimiento puesto que el líquido queda en las rendijas.
- Masa: Sumando todo eso te encontrarás resistencias que son muy gorditas y otras más finas. A las primeras les costará más calentar, a las otras menos.
Al final en la suma de todas esas cosas están las diferencias y es donde cada artesano le da su toque a sus coils.
De hecho se suele generalizar y decir que el rango bueno para vapear es de 4.2-3.6V... sin embargo si metes coils de kanthal tendrás que irte por encima de los 4.5V si quieres que calienten rápido (hablando de hilos simples incluso) mientras que una más compleja en Ni80 a 3.2V puede estar chisporroteando.
Como te digo, fíjate más allá de los ohms.