En el sector alimentario la legislación dice claramente que han de indicarse todos los ingredientes incluyendo los aditivos utilizados (todos han de estar permitidos, es obvio); desgraciadamente los escasos controles hace que ha veces se oculten cosas. En los líquidos de vapear debería ocurrir exactamente igual y por ahí debería ir el esfuerzo de Sanidad, en asegurar al consumidor que se utilizan ingredientes permitidos y que no hayan demostrado su toxicidad a las concentraciones utilizadas, además de que se mencionen todos en el etiquetado; haciendo controles rutinarios de los fabricantes. Eso sí es preocuparse por la salud de los ciudadanos, no las otras "preocupaciones-obsesiones" a las que nos tienen acostumbrados.
El consumidor, de esta forma, puede leer la composición y decidir cuales vapea o no; como en cualquier producto alimentario.
El consumidor, de esta forma, puede leer la composición y decidir cuales vapea o no; como en cualquier producto alimentario.