La potencia calorífica emitida por una resistencia depende del producto entre voltaje y corriente que pasa a través. La corriente es el "caudal" de electrones "chocando" con los átomos fijos y generando así calor. El voltaje es la "velocidad" de los electrones chocando, a más voltaje, más calor cedido.
Este es un símil burdo (la velocidad de los electrones no es directamente proporcional al voltaje, aunque la intensidad sí es el caudal de ellos), pero válido, a lo que pasa en la resistencia. El voltaje aplicado está ligado a la resistencia por la ley de Ohm, pero que no os engañe esta relación, tan traída
en mods mecánicos porque la variación de la resistencia en el atomizador es la única forma de controlar la intensidad circulante, y de ahí, la potencia , ya que el voltaje aplicado está fijado por la salida directa de la batería.
En un mod VV/VW, trabajáis no con la salida directa de la batería,
sino con un conversor DC-DC que debidamente diseñado, dá para mucho más juego. Una vez usaís un buen VV/VW el término "sub-ohm" y el relacionado "sub-ohming" pierde su sentido, sólo válido para mods mecánicos. El mismo resultado alcanzo en un mecánico con resistencia de 0,5 ohm que en un VV/VW bueno (es decir, que mantenga el voltaje sin caídas) fijado a 32 - 35 W, pues en ambos casos esa es la potencia que aplico, y en el VW, tanto si tengo 0,5 como si tengo 2,8 ohm.......
Si segúis pensando "mecánicamente", un DNA40 será de lo más turbador. Estaréis trabajando con resistencias muy bajas (porque han de ser de materiales con curvas de resistividad con la temperatura marcadas y conocidas, y por desgracia, esas resistividades son bajas) y sacando potencias "al dente", ya que el conversor cambia el voltaje aplicado según se precise para mantener la potencia, y con el control de temperatura, para mantener la temperatura. Pero si os desprendéis del acervo relacionado con la ley de Ohm y lo dejáis hacer su trabajo, debería ser una experiencia vaperil muy satisfactoria. Ahora os podeis concentrar en poner grandes superficies de intercambio de calor entre resistencia y algodón (o malla, o líquido en definitiva) sin restricciones eléctricas a cómo sale la resistencia, ni miedo a generar churrascazos.
Y sobre el níquel, no os pongáis nerviosos. El níquel sólo es peligroso en aplicaciones en las que se generen partículas metálicas oxidables, como por ejemplo en un tubo de escape. Ahora la administración federal de aviación (FAA en EE.UU.) se plantea límites de emisiones de las turbinas de aviación pues el níquel es un metal aleado en dichas turbinas y las temperaturas de trabajo hace que las carbonillas del queroseno contengan elevados contenidos de níquel.... en una concentración de carbonillas ridícula.....
Pero no vapeais aspirando del tubo de escape del coche ni en la corriente de impulsión de un turbofán de Airbus, ¿verdad?.....:laugh: