Después de probar cosas mucho más complejas con clapton, o artesanales super chupiways, concluí que no eran mi estilo, al menos por el momento. Aquello de que continuamente me escupieran lava a la boca, como que no era de mi agrado. Tampoco las altas temperaturas, el alto gasto energético ni el lento calentado.
Así que pensé en cómo están diseñadas las resistencias más sencillas y muy eficientes de los claromizadores por los que todos hemos pasado. Esta idea es simplemente una vuelta de tuerca de ese concepto.
Sencillo y muy funcional. Imitando la idea de las resistencias de smok de doble hilo, podemos dar una vuelta de tuerca y duplicar ese rendimiento. El trabajo manual no es sencillo, aviso. Esto es para un rato tonto de relax mientras escuchamos las noticias y tal... porque lleva un rato
Hay que enderezar los hilos, eh, que si no es imposible que no quede hecho un caos. Yo lo hago con la herramienta de guías sujetando cada extremo y girando hasta que se parte en el lazo del mango.
El hilo es este
El interior es de 4mm. Quedando la cosa en 0.4 ohm. A 40w tienes el punto de vapor templado sabrosón. Aquí el número mágico es el 4. 4 hilos, 4 vueltas, 40w, 4v, 0.4 ohms y 40w. ¿Brujería electrónica? Algo de eso...
No escupe nada nada a la boca, ya que el líquido no se queda atrapado en cavidades, lo que llevaría a la deflagración magmática que acabará en tu sufrida lengua. Pues tranquilos, que eso no pasa aquí. Vaporiza a una velocidad tremenda y te llena la boca de esas minúsculas gotas de elixir vaperil que le darán una bofetada química a tu lengua y olfato. Dada la enorme cantidad de evaporación, el sabor es ...pufff... madre mía... peligrosamente intenso. Digo peligrosamente, porque con un sabor tan tan intenso no se puede vapear demasiado o acabarás perdiendo la sensibilidad por saturación. Llevo dos días que Don Juan me sabe a madera. Dulzor is gone. Es una putada xD
Así que cuidado. Lamentablemente para nosotros, tendremos que lidiar con el hecho de que el olfato y el gusto tiende a saturarse.