En las playas de Países Bajos se pasea un robot que se encarga de recoger uno de los desechos más contaminantes: las colillas de cigarrillos. Por su diseño, parece digno de pisar arenas marcianas y no de recoger los desperdicios humanos.
En la Universidad Tecnológica de Delft, han desarrollado un robot que es capaz de solucionar uno de los problemas de polución más comunes y graves que sufren las playas: las colillas de cigarrillo. Se trata de residuos que tardan hasta 14 años en descomponerse. Se estima que anualmente alrededor del mundo caen en la naturaleza más de 4,5 trillones de colillas que contaminan fuentes de agua, intoxican animales salvajes y producen grandes cantidades de microplásticos.
Dos ingenieros, Edwin Bos y Martijn Lukaart, cofundadores de TechTics y Project.BB, cansados de que sus hijos encontraran colillas en la arena, decidieron crear un robot autónomo que se encargara de este molesto desperdicio.
¿Cómo es BeachBot?
BeachBot es un robot autónomo que cuenta con cámaras traseras y delanteras que le permiten, mediante tecnología de reconocimiento de objetos e inteligencia artificial, reconocer las colillas en la arena. Gracias a este sistema puede recogerlas y en un compartimiento dentro del mismo robot. Con un volumen de no más de 80 cm, sensores prestos a la autonomía y llantas especiales para la arena, se desplaza a través de las playas. Al encontrar una colilla, extiende dos pequeñas manos para alzarla. Por ahora, posee una autonomía de 1 hora, puesto que aún se encuentra en fase de desarrollo.
Gracias a su interfaz de inteligencia artificial, que le permite aprender de manera autónoma, también es posible ayudarle mediante un registro en su página web. Además, cuenta con la aplicación Microsoft Trove, de la cual extrae fotografías que han sido compartidas públicamente por la gente para mejorar sus algoritmos.
Las colillas son uno de los desechos que más contaminan el medio ambiente, pues tras su uso quedan rastros de más de 30 químicos, incluida la nicotina. Una sola colilla puede contaminar 500 litros de agua, y la fauna marina suele confundirlas con alimento. Aunque los robots nos podrán ayudar mucho, esta es una tarea que solo puede lograrse con un cambio en nuestro comportamiento.
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