¿Cuándo la reducción de daños mejora la salud y cuándo produce el efecto contrario? Esta será la pregunta del Seminario sobre Políticas de Tabaco en Línea este 7 de marzo.
El próximo 7 de marzo de 2025, el Seminario sobre Políticas de Tabaco en Línea (Tobacco Online Policy Seminar – TOPS) acogerá una discusión de alto nivel sobre la reducción de daños en el consumo de sustancias adictivas. La ponencia principal estará a cargo de Davide Dragone, investigador de la Universidad de Bolonia (Italia), quien abordará una pregunta crucial: «¿Cuándo la reducción de daños mejora la salud y cuándo produce el efecto contrario?».
El evento, que será transmitido de manera virtual, es una oportunidad para que científicos, responsables de políticas públicas y defensores de la salud analicen los límites, beneficios y riesgos de estrategias como los cigarrillos electrónicos, el snus y otros productos de nicotina no combustibles en la lucha contra el tabaquismo y otras adicciones.
El concepto de reducción de daños ha ganado tracción en las últimas décadas como un enfoque pragmático para minimizar los efectos negativos del consumo de sustancias adictivas sin exigir abstinencia total. En el caso del tabaco, este enfoque ha dado lugar a políticas como la promoción del vapeo y el snus en países como el Reino Unido y Suecia, donde han servido como alternativas de menor riesgo a los cigarrillos convencionales.
Sin embargo, el debate no está cerrado. Mientras que estudios recientes han demostrado que la transición del cigarrillo al vapeo puede reducir significativamente el daño asociado al tabaquismo, algunos expertos advierten sobre la posibilidad de efectos no intencionados: el aumento del uso entre jóvenes, la dualidad en el consumo (uso combinado de cigarrillos y vapeadores) y la incertidumbre sobre los efectos a largo plazo.
¿Beneficio o boomerang?
La ponencia de Dragone promete abordar esta dicotomía: ¿Cuándo la reducción de daños realmente mejora la salud y cuándo puede generar consecuencias no deseadas? Este es un punto clave en el debate regulatorio, ya que distintos países han optado por enfoques drásticamente diferentes.
Por ejemplo, el Reino Unido ha adoptado políticas que fomentan la migración de fumadores adultos hacia productos de menor riesgo, mientras que la Unión Europea y algunas jurisdicciones en EE.UU. han impuesto restricciones severas a productos como los vapeadores con sabores, argumentando que estos pueden atraer a los jóvenes.
En este contexto, las evidencias científicas son más necesarias que nunca para orientar la regulación de productos de nicotina. Eventos como el TOPS buscan cerrar la brecha entre la investigación y la política pública.
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