Un proyecto de ley en Costa Rica pretende aumentar los impuestos a todo lo relacionado con el vapeo. ¿Cuáles pueden ser sus efectos?
La Asociación Costarricense de Vapeadores (ASOVAPE Costa Rica) hace un llamado vehemente a los diputados que pretenden aprobar la Ley de Regulación de los Vaporizadores y Cigarrillos Electrónicos (SEAN/SSSN) y Creación de un Impuesto con Destino Específico. Esta busca gravar con impuestos del 40% y aumentar la tasa tributaria a todo lo relacionado con vapeo. Lo anterior incluye dispositivos, baterías e incluso los vidrios de recambios.
De acuerdo con la asociación, el impuesto viola el derecho del consumidor a optar por un método de reducción de daños. Del vapeo en particular, hay alrededor de 5.800 estudios disponibles que lo respaldan. La asociación también menciona que hay información que señala que el vapeo:
– Es alrededor de un 95% menos nocivo que el cigarro tradicional (afirmación que Sanidad Pública de Reino Unido revisa anualmente vía metaanálisis);
– Conlleva un 99,5% de menos riesgo de producir cáncer;
– No implica la existencia de un vapeador pasivo;
– Que pasar de fumar a consumir cigarros electrónicos implica ahorros en la salud pública, y
– Según estudios aleatorios controlados (estándar de oro de la investigación médica), es la forma más efectiva para dejar de fumar.
Comparativamente, con respecto a las políticas de salud de Costa Rica dicen: “En países del primer mundo, líderes mundiales en deshabituación tabáquica, como por ejemplo y entre otros Reino Unido, Nueva Zelanda, Canadá o Francia, estos productos se incluyen en las campañas contra el tabaquismo, siendo el mismo Estado quien los recomienda para dejar de fumar, además de comunicar fiel y eficazmente a la población las diferencias entre el tabaco por combustión y el cigarrillo electrónico”.
Declaraciones de ASOVAPE Costa Rica
“El proyecto de ley 21658 se basa en lo que ocurrió en Estados Unidos, y hay que aclarar que las personas que resultaron afectadas pulmonarmente lo fueron exclusivamente debido al uso de THC (componente activo de la marihuana) proveniente del mercado negro (de narcotraficantes), que contenía acetato de Tocoferol como diluyente. Hay que hacer especial énfasis en que esto nada tiene que ver con el vapeo de nicotina, son cosas completamente distintas. Por tanto, querer introducir un impuesto del 40% es absolutamente incomprensible. Pretender aumentar la tasa tributaria a todo lo que se relacione con vapeo, incluyendo dispositivos, baterías e incluso los vidrios de los recambios, sería como añadir impuestos a jarras cerveceras, vasos y hielo para elevar el impuesto al alcohol: no tiene ninguna lógica”, comentó Jeffrey Zamora, presidente de ASOVAPE Costa Rica.
“Si tomamos como ejemplo a Italia, donde se redujeron (acertadamente) los impuestos en un 80% a los líquidos para vapeo con nicotina y un 95% a los líquidos sin nicotina, podremos ver claramente que este proyecto está tomando el camino equivocado y que va en contra de la salud pública”, añadió Zamora.
El representante de ASOVAPE insiste en que este impuesto tan amplio generará un mercado negro y aumentará el consumo de cigarros de combustión. “Esto es fácilmente comprobable si nos fijamos en estudios realizados internacionalmente, donde por cada 10% de carga impositiva adicional a los productos de administración de nicotina de riesgo reducido se produce un 11% de incremento en la compra de cigarros tradicionales, indiscutiblemente mucho más nocivos para la salud. Por tanto, la meta generalizada debería ser abolir o disminuir la prevalencia de uso de estos últimos a nivel nacional”, comentó.
¿Qué alternativas hay?
En el Convenio Marco de Control de Tabaco, específicamente en las directrices de implementación del artículo 14, párrafo 64, se establece que los países miembros tienen que observar y seguir el ejemplo de otros miembros que estén demostrando liderazgo y efectividad en bajar las tasas de tabaquismo. Según STOP (una agencia que mide la interferencia de tabacaleras en las políticas de gobierno), Reino Unido es uno de los países con menos interferencia de la industria tabacalera del mundo. Tiene incluso tiendas de vapeo dentro de hospitales para ayudar a quienes no pueden o no quieren dejar de fumar a pasarse al vapeo. Algo similar está ocurriendo en Francia, otro país que aboga por la reducción de daños por tabaquismo y por el uso del cigarrillo electrónico como alternativa al tabaco por combustión.
“Viendo que las tasas de tabaquismo de ambos países están cayendo en picada, deberíamos, casi obligatoriamente, seguir su ejemplo. No tiene sentido proteger la venta y consumo de cigarros de combustión ni anclarnos en el uso de métodos de cesación de menor efectividad, ya sea por negligencia informativa o por culpa de grupos de presión de organizaciones prohibicionistas o sobrerreguladoras. Es importante insistir en que hay 68 millones de consumidores de cigarrillos electrónicos en el planeta y que estos productos llevan en el mercado más de 16 años, no habiéndose dado ninguna afectación grave en la salud por su uso en todos estos años ni en ningún lugar del mundo”, concluyó el presidente de ASOVAPE.
Un llamado urgente
Durante 2019 EN Costa Rica se aprobó una ley para disminuir el importe recibido por la Caja Costarricense de Seguro Social de Costa Rica (CCSS) y el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) del 5% (cada entidad) sobre el impuesto al tabaco. Dicha ley la impulsó Luis Antonio Aiza, el mismo diputado que introdujo este proyecto de ley para aumentar la carga tributaria de los vaporizadores de nicotina. Esto pese a que en 2019 se argumentó un superávit de 91.000 millones de colones en la CCSS y 1.800 millones en el IAFA.
Lo anterior pone en entredicho la necesidad de un impuesto adicional sobre una herramienta de reducción de daños que traerá ahorros a las instituciones públicas y tiene el potencial de salvar cientos de miles de vidas. Por otra parte, no hay que olvidar que en 2011 Aiza fue denunciado ante el Colegio de Médicos y Cirujanos por obstaculizar la ley de control del tabaco.
“En momentos tan duros como los que estamos viviendo actualmente por la pandemia y en los que las economías mundiales están de rodillas, no es sabio pretender meter la mano en los bolsillos de los costarricenses por el simple hecho de optar por lo que es un derecho: escoger un método efectivo para dejar de fumar con el fin de reducir drásticamente el daño producido por la combustión del cigarro tradicional. Como asociación, y en nombre de los casi 70 mil consumidores costarricenses de estos productos, hacemos un efusivo llamado a los diputados para que voten en contra de este proyecto, pues atenta contra la salud pública. El 80% de las muertes por tabaquismo en el mundo se dan en países de bajos y medianos ingresos”, manifestó el líder de ASOVAPE Costa Rica.
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