Robert Beaglehole y Ruth Bonita instan a The Lancet a tomar una posición activa a favor de la reducción de daños. Al mismo tiempo, ponen la OMS y el CMCT en tela de juicio: “millones de vidas están en juego”.
“El control del tabaco no está funcionando en la mayor parte del mundo. Cuatro de cada cinco fumadores del mundo se encuentran en países de bajos y medianos ingresos. En estos países, donde ocurre la mayoría de los ocho millones de muertes causadas por el tabaco cada año, las tasas de consumo están disminuyendo lentamente. A nivel mundial, el número total de consumidores de tabaco apenas ha cambiado. Solo el 30 % de los países está en camino de alcanzar el objetivo de la OMS sobre el consumo de tabaco en adultos (una reducción del 30 % en la prevalencia para 2030), mientras la mayoría de los países no está en camino de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3.4 para las enfermedades no transmisibles. Este logro requerirá una meta de tabaco mucho más ambiciosa”.
La declaración, cargada de lucidez y que suena como una descripción definitiva del estado actual de la cuestión, viene en un reciente texto publicado en The Lancet por dos importantes personajes que conocen el tema desde sus entrañas científicas, políticas y administrativas: el Dr. Robert Beaglehole y Ruth Bonita.
“El CMCT ya no es adecuado para su propósito, especialmente para los países de bajos ingresos. Ni la OMS ni el CMCT se basan en la evidencia más reciente sobre el papel de los dispositivos innovadores de administración de nicotina para ayudar en la transición de los cigarrillos a productos mucho menos dañinos. Del mismo modo, el enfoque en el vapeo de jóvenes, cuya mayor parte es experimental, resta valor al objetivo crucial de salud pública de reducir las muertes causadas por cigarrillos en adultos”, concluyen.
Las voces de la experiencia
Hace tiempo que el exdirector del Departamento de Enfermedades Crónicas y Promoción de la salud de la OMS hace duras críticas al rechazo de la reducción de daños del tabaco por parte de una organización que afirma luchar contra el tabaquismo pero permanece estancada en la pérdida creciente de prestigio, sin logros evidentes y generando desconfianza por su modus operandi autoritario y sus relaciones con el capital. En más de una ocasión, Beaglehole recomendó una investigación independiente sobre el liderazgo de la OMS.
“La estrategia que falta en las políticas de la OMS y el CMCT es la reducción de daños. La mayoría de las personas fuman porque son dependientes de la nicotina. La reducción del daño del tabaco reduce los perjuicios que causa el cigarrillo combustible al reemplazarlo con formas mucho menos dañinas de administrar nicotina; estas alternativas tienen un gran potencial para perturbar a la industria de los cigarrillos”.
Ruth Bonita, su compañera hace más de 45 años, en la vida y en diversos artículos y libros, como el aclamado Epidemiología Básica, tiene una larga experiencia dentro de la OMS. Se ha destacado como directora de Vigilancia de ENT en 1999 en Ginebra, donde desarrolló un enfoque gradual estandarizado para la vigilancia de los factores de riesgo que predicen las enfermedades no transmisibles (ENT).
“Lamentablemente, la OMS y la Conferencia de las Partes del CMCT rechazan la reducción de daños. Esta oposición no se basa en los avances tecnológicos del siglo XXI y está indebidamente influenciada por intereses creados que promueven la abstinencia de nicotina. Esta oposición privilegia los productos más dañinos: los cigarrillos”.
Beaglehole y Bonita hacen parte del grupo de responsables de poner el tema de las ENT en la agenda mundial. Ambos suelen ubicar los temas de salud en un contexto social más amplio, con una perspectiva que no excluye lo humano, las idiosincrasias, las potencialidades, y todo dentro de un campo cargado de ética y coraje. Están casados desde 1967, actualmente son profesores eméritos de la Universidad de Auckland y tienen la conciencia de que la comunidad científica internacional debe reaccionar.
Fue bajo la coordinación de Beaglehole que la serie de The Lancet sobre enfermedades crónicas, entre 2005 y 2010, construyó la base de evidencia para la acción. Robert y Ruth ahora instan a The Lancet a respaldar la reducción de daños como “una estrategia crucial para reducir la carga de salud causada por el tabaco. The Lancet también debería sumar su voz a los pedidos de una revisión independiente de las políticas de control del tabaco de la OMS; millones de vidas están en juego”.
Este artículo es una publicación original. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.