Durante el noveno Foro Global sobre la Nicotina un panel muy interesante puso en discusión la reducción de daños en el contexto del negocio tradicional de las tabacaleras. El lema que enmarca la edición de 2022 del GFN, “Reducción de daños del tabaco, aquí para siempre”, parece estar en sintonía con la renovada mentalidad del sector.
La centenaria industria tabacalera se encuentra en un punto de inflexión que afecta toda su cadena de negocios, desde la investigación y desarrollo hasta su faceta más pública, la venta y promoción de los cigarrillos de combustión.
Como resultado del crecimiento de un muy importante mercado impulsado por el cambio de los consumidores hacia productos sin combustión, lo que podría ser una simple tendencia se ha convertido casi en un imperativo en la actualidad. El futuro ha llegado y parece que las grandes tabacaleras están decididas a adecuarse a los nuevos tiempos. Las empresas privadas ya lo están haciendo, aunque la opinión pública todavía las mire con desconfianza y la posición legal que la mayoría de los países han adoptado frente a este sector se vea mermada por la gran cantidad de asuntos legales, requerimientos y cargas fiscales que los gobiernos han impuesto.
Sin embargo, así como Phillip Morris, desde hace un par de años British American Tobacco (BAT) ha tomado la iniciativa de transformar su modelo de negocios y su portafolio buscando la innovación y consolidación de nuevos productos que tengan mucho menos impacto en la salud de los consumidores.
Flora Okereke es directora de Perspectivas y Previsiones Regulatorias Globales en BAT, responsable del análisis y pronóstico de desarrollos regulatorios internacionales en nombre de los más de 180 mercados globales donde actúa British American Tobacco. Flora, quien también coordina las respuestas políticas de BAT al Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, asegura que “el gran problema es el marco regulatorio actual, que no motiva a los fumadores a cesar el hábito de fumar o no brinda un incentivo a los fabricantes para innovar”.
A lo anterior, Okereke añade el problema de la mentalidad del poder público y la inacción de los gobiernos. Frente a esto concluye que la falta de voluntad para considerar la reducción de riesgos y daños por tabaquismo, ya sea para implementarla o sencillamente para vislumbrar el papel que pueden desempeñar los nuevos productos de riesgo reducido, “es un gran error”.
La trasformación de la industria tabacalera debe tener como base la disponibilidad de un abanico de opciones más seguras, que representen menor riesgo, que le permitan al consumidor asociarse a una nueva tecnología que trae nuevos hábitos. Si la tendencia continúa, los números del tabaquismo se empezarán a ver mermados mientras se va restringiendo aun más el acceso a los dispositivos de combustión. Por otra parte, la cadena de producción debe sufrir un cambio desde sus raíces para que la transformación de dicha industria sea democrática e inclusiva.
“El mercado del tabaco en Malawi y Zambia está implementando un programa llamado “market match”, que busca incentivar a los cultivadores de tabaco a sembrar un ‘segundo cultivo comercial’ en vistas de la decreciente demanda en la compra de tabaco industrial”, asegura Peter Stanbury, quien tiene larga experiencia en el campo de la sostenibilidad en las cadenas de suministro agrícola. Esto asegura una base en la cadena que garantice los derechos de todos los involucrados en el cambio de paradigma.
El Dr. Peter Stanbury trabaja con una variedad de organizaciones en temas de desarrollo económico, social y político en economías emergentes. Ha trabajado con instituciones internacionales como IFC, para quien desarrolló la estrategia de reconstrucción económica posterior al ébola para Sierra Leona, y la OCDE, donde desarrolló su programa de desarrollo del sector privado para Irak. Es asesor estratégico de Nestlé en su programa de cacao, de Golden Agri Resources en Indonesia y trabaja con JTI en Zambia y Malawi.
Jonathan Fell, quien preside el encuentro, es uno de los fundadores de Ash Park y administra los fondos Ash Park Global Consumer Franchise, centrados en inversiones a largo plazo y de alta calidad en la industria de bienes de consumo de rápido movimiento, incluido el sector del tabaco. Antes de 2013, fue jefe de equipo del grupo de investigación de valores de consumo en Deutsche Bank en Londres, donde cubría los sectores del tabaco y las bebidas, luego de períodos anteriores en Morgan Stanley y Merrill Lynck. Fell también es director de Article 36, una organización sin fines de lucro con sede en el Reino Unido que trabaja para promover el escrutinio público sobre el desarrollo y uso de armas.
Otro participante de la sesión es Sacha Sadan, director de ESG (Environmental, Social and Governance) en la FCA (Financial Conduct Authority). Financial News lo nombró City Influencer como uno de los 25 nombres más importantes que han sido fundamentales para dar forma a la industria de servicios financieros del Reino Unido. Sadan fue anteriormente gestor de carteras de renta variable del Reino Unido en Gartmore. Fue votado como el gestor de fondos paneuropeo mejor valorado en los premios Thomson Reuters Extel. Comenzó su carrera en el fondo de pensiones Universities Superannuation Scheme (USS). Sacha es miembro de ICSA y miembro fundador del Foro de Inversores del Reino Unido y fue miembro de su directorio durante 6 años.
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