Hoy, cuando las personas mayores en todo el mundo todavía tienen muchas más probabilidades de fumar que de usar alternativas más seguras, el potencial de reducción de daños del vapeo es enorme.
A nivel mundial, el vapeo juvenil y sus supuestos impactos en la salud han dominado el debate público y han impulsado políticas, dejando a menudo otras necesidades en segundo plano. Entre las poblaciones olvidadas, muchos adultos mayores han comenzado a vapear en los últimos años, tras haber fumado desde su juventud.
Es cierto que las personas mayores vapean en menor proporción que los adultos jóvenes. Las cifras detalladas suelen ser menos accesibles, dada la desproporcionada atención al vapeo juvenil. Sin embargo, en Estados Unidos, encuestas y estudios sugieren que alrededor del 1 % de las personas mayores de 50 años vapean diariamente. En el Reino Unido, donde las autoridades de salud pública generalmente apoyan más el vapeo, se estima que el 5,8 % de los adultos mayores de 55 años vapean.
En términos porcentuales pueden parecer una minoría, pero eso representa cómodamente más de un millón de vapeadores mayores solo en esos dos países. ¿Cuáles son sus historias y cómo perciben el pánico moral en torno al vapeo juvenil?
Alan Beard tiene 71 años. Comenzó a fumar a los 15 años y mantuvo el hábito de 40 cigarrillos al día durante 45 años. Pero en 2013 se unió a un foro en línea sobre vapeo y, muy pronto, dejó de fumar para siempre.
“Después de dos semanas de leer con avidez y hacer preguntas, decidí intentarlo”, contó a Filter. Tras pedir “un par de bolígrafos de vapeo sencillos y líquidos”, continuó, “nunca volví a fumar”.
Beard vive en lo que él llama “una parte tranquila del mundo”, en Powys, Gales, y describió estar algo aislado como resultado. “No estaba al tanto de ningún pánico moral respecto al vapeo juvenil, así que no me afectó en absoluto”.
Sin embargo, pronto notó una reacción adversa hacia lo que estaba haciendo. “Rápidamente me di cuenta de que, para algunos, había dejado de fumar ‘de la manera equivocada’, para mi asombro”, dijo. “Organismos oficiales estaban haciendo declaraciones ridículas e inexactas, desde la OMS, la UE hasta el entonces ministro de salud del Reino Unido, Jeremy Hunt”.
Los esfuerzos por acabar con el tabaquismo se han transformado en intentar erradicar el uso de nicotina, afirmó Beard, quien más tarde se unió como asociado al grupo de defensa New Nicotine Alliance. El enfoque, enfatiza, debería estar completamente en los daños relacionados con el tabaquismo.
“Si los vapes hubieran existido en mi juventud, definitivamente los habría usado en lugar de fumar”, dijo, y habría salido beneficiado por ello.
“Disfruto del vapeo y planeo continuar”, dijo Darcy Mackenzie, de 67 años. Abuela de seis nietos en Ontario, Canadá, su sabor favorito para vapear es helado de fresa.
“Comencé a fumar a los 13 años y probé cada método para dejarlo, pero siempre volvía”, dijo a Filter.
Eso cambió en junio de 2014, cuando Mackenzie, su hijo y tres amigos descubrieron juntos el vapeo. “No he vuelto a fumar otro cigarrillo desde entonces”.
Como muchas otras personas, Mackenzie comenzó a vapear con un nivel alto de nicotina, que luego decidió reducir. De cualquier manera, se siente tranquila con la ciencia establecida que afirma que los vapes son mucho más seguros que los cigarrillos.
Esto se extiende al bienestar de sus nietos, ya que el vapor de segunda mano es mucho más seguro que el humo de segunda mano, e incluso a la posibilidad de que algún día ellos mismos usen vapes.
“Los chicos van a experimentar, eso es lo que hacen”, dijo Mackenzie. Pero si van a experimentar con algo, “el vapeo es mucho menos dañino que el humo”.
Para las personas mayores que fuman, lo importante es saber que nunca es tarde para beneficiarse al dejarlo. Hacerlo a cualquier edad (o incluso reducir el consumo de cigarrillos) disminuirá su riesgo de cáncer y otras enfermedades en los años venideros. Esto incluye firmemente cambiar a productos de nicotina más seguros.
Otros beneficios pueden ser sociales. Uno de los entrevistados en este documental, por ejemplo, compartió que comenzó a vapear después de que su nuera le dijera: “No puedes ver a los nietos con todo ese humo encima”.
Además, el hecho de que los vapes puedan reducir el riesgo de incendio es especialmente relevante para las personas mayores con movilidad reducida o aquellas afectadas por trastornos neurocognitivos relacionados con la edad. En el Reino Unido, los bomberos han instado a las personas a cambiar al vapeo por esta razón. La investigación también ha señalado que permitir el vapeo puede reducir los incidentes de incendio en entornos de salud mental, algo que podría aplicarse a las residencias para personas mayores.
Julie Martin trabaja en una de esas residencias en Australia. Ella también vapea, habiendo usado los dispositivos para dejar de fumar durante sus 28 años de carrera como enfermera. Pero dijo a Filter que la mayoría de los hogares como en el que trabaja tienen políticas obsoletas sobre dejar de fumar.
A los residentes “se les dice que dejen de fumar y luego se les dan folletos para líneas de ayuda, que son inútiles”, dijo Martin.
Ella y sus colegas han hablado con residentes que fuman sobre lo mucho más seguro que es vapear.
“La mayoría son reacios al cambio y ponen la misma excusa, diciendo: ‘Soy demasiado mayor y voy a morir pronto de todos modos’”, dijo. “Los pacientes son completamente diferentes en el cuidado de ancianos; realmente creen que vapear es mucho más peligroso que fumar, así que nunca insistí con ellos. Son mayores y no manejan bien algunas conversaciones”.
Aun así, Martin logró persuadir a algunos residentes para que cambiaran. Un hombre se mostró intrigado cuando la vio usar un vape, relató, así que aprovechó la oportunidad. “Le expliqué que había mucha desinformación sobre el vapeo y le conté mi historia de transición del cigarrillo al vapeo”.
Queriendo dejar de comprar costosos cigarrillos, el residente pidió a su hijo que hablara con Martin sobre los vapes, y el hijo compró el primer dispositivo de vapeo de su padre ese mismo día.
Sin embargo, “todo esto ocurrió antes de que Australia enloqueciera y aplicara todas estas regulaciones ridículas”, dijo Martin. Se refería a la reciente política del país de prohibir la venta minorista de vapes (ahora ligeramente enmendada para permitir ventas solo en farmacias).
Cuando las personas mayores en todo el mundo todavía tienen muchas más probabilidades de fumar que de usar alternativas más seguras, el potencial de reducción de daños es enorme. En todo caso, realizar ese potencial requerirá grandes cambios en políticas y mensajes, que incluyen educar a los profesionales médicos, ya que las personas mayores confían mucho en los médicos, pero la mayoría de ellos sigue siendo ignorante sobre la reducción de daños del tabaco.
Sobre todo, será necesario que el mundo recuerde a una población que sufre la mayoría de los daños relacionados con el tabaquismo.
Este artículo fue publicado originalmente por Filter, una revista en línea que cubre el uso y las políticas de drogas y los derechos humanos a través de una lente de reducción de daños. Siga a Filter en Facebook o Twitter, o suscríbase a su boletín informativo.
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: What Older Vapers Think of Youth-Vaping Panic. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.
