“Más realista, más humano y más eficaz”. Así define el escritor e investigador del Instituto de Asuntos Económicos Christopher Snowdon su propuesta alternativa a las orientaciones del plan gubernamental Smoke-Free 2030 de Reino Unido anunciado a principios de este año por Javed Khan. La opción presentada por Snowdon busca promover la experiencia del Reino Unido como una perfectamente aplicable a otras realidades.
El plan alternativo de Christopher Snowdon pone al binomio consumidor/proveedor en el centro de la discusión y simplifica positivamente lo abordado por Khan. “Incluye un plan simple de 12 puntos para alentar a los fumadores a cambiar a alternativas más seguras, ¡o al menos hacerles saber que existen!”. Esta propuesta se presenta después de que el plan gubernamental para lograr una Inglaterra “libre de humo” por 2030 se hiciera promesa durante la administración de Theresa May, primera ministra del Reino Unido entre 2016 y 2019.
En un escenario con unos 6 millones de fumadores y 64 mil muertes anuales relacionadas con el tabaquismo, el Departamento de Salud del gobierno británico ha encargado al Dr. Javed Khan la elaboración de un plan con recomendaciones para librar el país del tabaquismo. Khan es un matemático y profesor con experiencia en políticas públicas de servicios a los jóvenes y la educación; fue director ejecutivo de Barnardo’s, la organización benéfica para niños más grande del Reino Unido entre 2014 y 2021. La ambición por un “2030 libre de humo” ha recibido el apoyo del 74 % de la población según la encuesta YouGov de 2022, encargada por Action on Smoking and Health (ASH). Vale recordar que se estima que hay por lo menos 4,3 millones de vapeadores en Reino Unido.
Pero sin ser un consenso, de acuerdo con muchos expertos, incluido Snowdon, la gran parte de las recomendaciones de Khan transitan entre una visión acertada que necesita ajustes, pasando por el prohibicionismo más tradicional, hasta lo pintoresco y absurdo. En la última categoría hay propuestas como pintar todos los cigarrillos de color marrón o verde, aumentar anualmente la edad a la que uno puede comprar cigarrillos, aumentar los impuestos al tabaco en más del 30 % hasta que un paquete de cigarrillos cueste alrededor de £ 20, y mucho más.
Un plan cuestionable
A pesar de lo anterior, el plan propone cuatro intervenciones fundamentales sin las cuales no podrá ser efectivo:
- Que se destine “una inversión adicional mínima de £ 125 millones por año para financiar intervenciones”;
- “Aumentar la edad de venta de todos los productos de tabaco de 18, en un año, cada año”;
- Que la “prevención sea parte del ADN” del NHS, el sistema público de salud;
- Que se incluya “la promoción del vapeo como la herramienta más eficaz para ayudar a los fumadores a dejar de fumar”.
Según Snowdon, acciones como “prohibir fumar en más lugares al aire libre, poner advertencias sanitarias en cigarrillos individuales y prohibir la representación del consumo de tabaco en la televisión antes de las 21:00 horas llevaría el enfoque de ‘impuestos y prohibiciones’ al tabaco a extremos ridículos”.
Clive Bates, quien también hace una extensa crítica a las recomendaciones de Khan, admite que por lo menos ellas reconocen y valoran el concepto de reducción del daño del tabaco y el gran potencial del vapeo. “Trata de comprometerse con la evidencia y da la debida importancia al daño causado a los adultos por fumar y no pierde la cabeza por el vapeo de los jóvenes”.
Aun así, Bates critica fuertemente el incremento de impuestos y tasas, que dañaría solamente a los fumadores más pobres, desincentivando el cambio a la opción menos riesgosa para consumir nicotina. “La pregunta “¿cuánto impuesto es demasiado impuesto?” no parece haber preocupado al Dr. Khan, pero es algo que el Tesoro considera cuidadosamente cuando realiza ajustes anuales al impuesto especial sobre el tabaco. Khan no presenta un análisis convincente para sustentar su propuesta. Miró a Australia y descubrió que tiene impuestos más altos que el Reino Unido como si esa fuera toda la evidencia que necesita, sin mirar los efectos que esto ha tenido en Australia”. De acuerdo con Bates, “Khan es indiscriminado sobre la política fiscal para los productos de tabaco que tienen riesgos radicalmente diferentes, en línea con su aquiescencia a los fanáticos antitabaco en lugar de hacer lo correcto para la salud pública”.
Las alternativas
Una estrategia alternativa a la prohibición, que es un fracaso comprobado, sería enfatizar el éxito rotundo del vapeo y otras alternativas al tabaco para lograr que la gente deje los cigarrillos. A partir de este año, el 28 % de los fumadores ni siquiera han probado un cigarrillo electrónico. Es vital eliminar las barreras para que los consumidores accedan a alternativas de tabaco más seguras.
“Abordar la desinformación generalizada sobre los riesgos de los cigarrillos electrónicos sería un excelente comienzo. Actualmente, el 40 % de los fumadores ingleses cree falsamente que la nicotina causa cáncer y el número de fumadores que piensan erróneamente que vapear es tan o más peligroso que fumar aumentó en un 17 % entre 2014 y 2020”, recuerda Snowdon. “Arreglar esto podría implicar que el gobierno se asegure de que los organismos de salud pública sean consistentes en la publicación de informes sobre los beneficios del vapeo”.
La necesidad de una buena cantidad de información de calidad es una preocupación que tiene sentido incluso en un contexto favorable frente a la reducción de daños por tabaquismo como el que se vive en el Reino Unido. De acuerdo con la encuesta YouGov, en 2022, el 35 % de los vapeadores actuales aún fumaban, el 28 % de los fumadores actuales nunca habían probado un cigarrillo electrónico y el 10 % afirmó tener preocupación “de que los cigarrillos electrónicos no sean lo suficientemente seguros”.
En su alternativa, Snowdon recuerda que ni todos los fumadores se adaptan o les gusta el vapeo y que es necesario aumentar la disponibilidad de otras alternativas de bajo riesgo, como el snus, todavía prohibido en el Reino Unido, el tabaco calentado y las bolsas de nicotina como “valiosas alternativas de bajo riesgo”.
“Es importante reconocer que el Reino Unido generalmente ha regulado los cigarrillos electrónicos con sensatez. Pero con un mayor enfoque en articular los beneficios de cambiar a alternativas de tabaco de bajo riesgo y relajar el régimen regulatorio asociado, fumar realmente puede volverse obsoleto”.
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