Una encuesta que se realizó en 26 países muestra la influencia y las consecuencias de la desinformación para los adultos que continúan fumando.
En la historia de las sociedades la desinformación siempre ha sido un elemento destructor y una de las principales amenazas para el progreso social. La desinformación promocionada por la industria tabacalera en décadas pasadas, por ejemplo, mantuvo a las personas fumando. Irónicamente, hoy es el control del tabaco quien cumple ese papel. Así lo indica la encuesta internacional que hizo la agencia Povaddo, que revela que la información errónea puede estar evitando que muchas personas se cambien a alternativas menos dañinas para el consumo de nicotina y sigan fumando los cigarrillos de toda la vida.
“A menudo pensamos de forma predeterminada en la información errónea y la desinformación como fenómenos que prosperan principalmente en el mundo en línea, con noticias falsas y teorías de conspiración que ocasionalmente se extienden a la vida real. Sin embargo, al considerarlas principalmente como amenazas “digitales”, me temo que a veces pasamos por alto sus consecuencias más amplias en el mundo real”, comentó la Dra. Moira Gilchrist, vicepresidenta de comunicaciones científicas y estratégicas de Philip Morris International, quien encargó la investigación.
A pesar de que durante los últimos años alrededor de 100 millones de personas han cambiado a alternativas menos riesgosas, la encuesta, en la que participaron 29.484 adultos, encontró que muchos fumadores están confundidos por la información contradictoria sobre ellas.
“A los fumadores se les niega información precisa, lo que restringe severamente su capacidad para aprender sobre estos productos y en qué se diferencian de los cigarrillos”.
Consecuencias de la desinformación
“La información engañosa o falsa, ya sea en línea o fuera de línea, tiene un impacto muy real en las percepciones y comportamientos de las personas. En el mejor de los casos, deja al público confundido. En el peor de los casos, erosiona su confianza en los hechos, la ciencia y la orientación de los expertos, y puede llevarlos a tomar decisiones imprudentes”.
La encuesta revela que el 91% de los fumadores que cambiaron a una alternativa mejor y dejaron de fumar confirman que tener información precisa sobre cómo estos productos se diferencian de los cigarrillos fue un factor importante en su decisión; el 79% está de acuerdo en que los fumadores adultos que de otro modo seguirían fumando deberían tener acceso a alternativas libres de humo e información precisa sobre ellas. Esto es apoyado por el 87 por ciento de los fumadores actuales.
Lo anterior indica que la confusión y desconfianza hacia la evidencia y los hechos es totalmente contraproducente. Y ahora existe confusión en torno a las diferencias entre los cigarrillos y los productos libres de humo científicamente fundamentados, lo que, según la Dra. Gilchrist, impide que muchos cambien. “Un cuerpo sustancial de evidencia científica muestra que los productos libres de humo pueden ser una opción mucho mejor para los fumadores adultos que seguir fumando, sin embargo, sigue abundando la información errónea sobre estos productos. A menudo, los titulares engañosos sobre estudios mal ejecutados, que se centran solo en posibles inconvenientes, difunden inexactitudes a la velocidad de la luz, creando confusión y dudas. ¿El resultado? A los fumadores se les niega información precisa, lo que restringe severamente su capacidad para aprender sobre estos productos y en qué se diferencian de los cigarrillos”.
Lo que dice la encuesta
Casi la mitad de los encuestados cree erróneamente que los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentado son más o igual de dañinos que los cigarrillos (alrededor del 45% para cada categoría de producto). Entre los fumadores actuales, estas cifras son del 39% para los cigarrillos electrónicos y del 40% para los productos de tabaco calentado.
Solo el 41% identificó correctamente que el alto nivel de sustancias tóxicas (19%) o alquitrán (22%) generado por la quema de tabaco es la causa principal de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Poco más de la mitad de los encuestados (52%) está de acuerdo en que la nicotina, aunque es adictiva y no está libre de riesgos, no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Más de seis de cada diez fumadores exclusivos (63%) tendrían más probabilidades de cambiar a una alternativa mejor (como los cigarrillos electrónicos o los productos de tabaco calentados) si tuvieran claridad sobre la ciencia detrás de ella y las diferencias con los cigarrillos tradicionales.
Cuatro de cada diez (39%) encuestados que han visto o leído algo sobre productos libres de humo en los últimos seis meses recibieron información poco clara o contradictoria. Esta cifra aumenta al 46% entre los fumadores actuales.
Más de tres de cada diez fumadores mencionan la falta de información (33%) y la incertidumbre acerca de la ciencia (35%) entre sus razones para no considerar cambiar a alternativas libres de humo.
El 72% de los encuestados apoya a las empresas tabacaleras que trabajan con gobiernos, reguladores y expertos en salud pública para garantizar que los fumadores tengan acceso e información precisa sobre alternativas libres de humo. El apoyo es aún mayor entre los fumadores actuales, con un 83%.
¿Perdemos oportunidad histórica?
Hay que confrontar la desinformación para impulsar el progreso, y los agentes públicos deben cumplir su responsabilidad en esto. La encuesta revela que las personas generalmente esperan que las empresas, los gobiernos, los reguladores, los organismos de salud pública y otros grupos clave trabajen juntos, liderando con la ciencia y los hechos, para acelerar un futuro libre de humo a nivel mundial.
“Todos estamos de acuerdo en que la mejor opción para las personas que fuman es dejar los cigarrillos y la nicotina por completo. Pero para aquellos adultos que de otra manera continuarían fumando es crucial asegurarse de que al menos puedan obtener información confiable y basada en la ciencia sobre las mejores decisiones que pueden tomar por sí mismos”.
“La gama de alternativas libres de humo disponibles en la actualidad nos permite visualizar un futuro en el que los cigarrillos ya no existen. Esto puede hacerse. No debemos permitir que la confusión, la desinformación y la falta de información precisa se interpongan en el camino del progreso. Para hacer nuestra parte, como empresa buscamos la transparencia de forma sistemática. Compartimos abiertamente nuestros protocolos de investigación y hallazgos, fomentando la verificación externa e invitando a una conversación basada en hechos con los encargados de formular políticas, los científicos y la comunidad de salud pública”.
La encuesta se llevó a cabo entre julio y agosto de 2021 en Argentina, Brasil, Colombia, República Checa, República Dominicana, Francia, Grecia, Italia, Japón, Malasia, México, Marruecos, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rumania, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur, España, Suecia, Emiratos Árabes, Reino Unido, Ucrania y Estados Unidos.
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