Un estudio reciente profundiza en las consecuencias de imponer restricciones a los sistemas electrónicos de administración de nicotina (ENDS) con sabores: por cada venta de un cartucho ENDS de 0.7 ml que se pierde debido a las restricciones de sabor, hay un incremento en la venta de 15 cigarrillos tradicionales.
El método científico puede corroborar lo que la percepción y el conocimiento empírico insinúan: las políticas que restringen la venta de sistemas electrónicos de administración de nicotina (ENDS) con sabores parecen tener un efecto adverso. A medida que las ventas de estos dispositivos disminuyen, las de cigarrillos tradicionales, combustibles, aumentan. Esta tendencia también parece acentuarse a largo plazo, y el alza en las ventas de cigarrillos se orienta principalmente hacia los de sabor tabaco.
Una nueva investigación señala una tendencia preocupante: por cada reducción en la venta de un cartucho de 0.7 ml debido a limitaciones de sabor, hay un aumento asociado en el consumo de 15 cigarrillos tradicionales. Este cambio podría contrarrestar las ventajas previstas para la salud pública de reducir el uso de ENDS, sugiriendo que tales restricciones podrían, inadvertidamente, empujar nuevamente a los usuarios hacia el hábito del tabaquismo, más perjudicial.
El estudio
Bajo el título «Efectos de las restricciones de sabor de los cigarrillos electrónicos en las ventas de productos de tabaco«, el estudio se centra en analizar los efectos que tienen las restricciones de sabor en los cigarrillos electrónicos sobre las ventas de productos de tabaco tradicionales.
Realizado por Abigail Friedman y Alyssa Crippen, de la Escuela de Salud Pública de Yale, junto con Alex Liber del Lombardi Comprehensive Cancer Center de la Universidad de Georgetown, y Michael Pesko de la Universidad de Missouri, este estudio ofrece una visión multidisciplinaria sobre las restricciones de sabor en el vapeo. Al combinar experticia en políticas de salud, oncología y economía, los autores examinan cómo las políticas restrictivas pueden influir en el consumo de tabaco. El análisis arroja luz sobre un dilema complejo: mientras que, en teoría, las restricciones buscan proteger a la población y en especial a los jóvenes de los riesgos del vapeo, podrían estar impulsando un incremento en el consumo de cigarrillos, generando un efecto contraproducente y potencialmente perjudicial.
Centrado en estimar los efectos causales de estas restricciones, superando investigaciones previas al utilizar datos más exhaustivos y considerar efectos heterogéneos del tratamiento, el análisis abarca leyes estatales y locales en 16 estados, considerando la totalidad de restricciones de sabor en los Estados Unidos. Además, introduce métodos innovadores para estimar los efectos a largo plazo de estas políticas y es pionero en analizar cómo las restricciones de sabor afectan las ventas de cigarrillos en función de la edad.
A través de técnicas estadísticas de regresiones lineales multivariables y un enfoque bidireccional, la investigación analiza cómo las ventas per cápita de estos productos se ven afectadas en estados con restricciones de sabor. El análisis se ha perfeccionado considerando tendencias nacionales en intervalos de 4 semanas y ajustando las particularidades de cada estado.
Pero el estudio va más allá de los números iniciales. Incorpora variables adicionales para considerar otros factores, como políticas relacionadas, condiciones ambientales y la presencia de productos alternativos o complementarios al tabaco. Además, se ha tenido en cuenta la variabilidad política entre estados, agrupando los errores estándar a nivel estatal.
Para garantizar la validez de los hallazgos, los autores han realizado análisis de sensibilidad, diferenciando los impactos inmediatos de las consecuencias a largo plazo de estas restricciones de sabor. Con ello, esta investigación meticulosa ofrece una visión profunda y bien fundamentada sobre un asunto crucial en el ámbito de la salud pública y la normativa del tabaco. Sin duda será un punto de referencia en los debates futuros.
Los hallazgos
El estudio revela el impacto de las restricciones de sabor en ENDS sobre el incremento de las ventas de cigarrillos en diferentes grupos de edad y marcas. Además, las políticas que limitan la venta de ENDS con sabores o que prohíben su venta en ciertos establecimientos resultan en un aumento de las ventas de cigarrillos combustibles. Estos hallazgos indican que las restricciones estarían impulsando a los consumidores a optar por cigarrillos combustibles en lugar de elegir alternativas sin combustión y menos riesgosas.
La investigación, una de las primeras en su tipo, emplea métodos cuasiexperimentales para analizar las consecuencias no intencionadas de estas restricciones en las ventas de cigarrillos tradicionales. Los datos revelan una tendencia preocupante: por cada disminución en la venta de un cartucho ENDS de 0.7 ml debido a las restricciones de sabor, se observa un incremento en la venta de 15 cigarrillos tradicionales.
Aun más alarmante es el hecho de que las marcas de cigarrillos que suelen ser preferidas por los jóvenes menores de edad también muestran un aumento en sus ventas. Esto sugiere que, en lugar de alejar a los jóvenes del tabaco, las restricciones estarían justamente empujándolos hacia el consumo de cigarrillos combustibles, con todos los riesgos asociados.
El estudio plantea preguntas cruciales sobre la eficacia de las políticas actuales y subraya la necesidad de una revisión exhaustiva. Mientras las autoridades se proponen buscar el equilibrio entre la regulación y la salud pública, es esencial considerar todas las consecuencias, tanto previstas como imprevistas, de cualquier intervención. Una posible solución sería permitir una mayor variedad de sabores en ENDS, pero limitando su venta a tiendas exclusivas para adultos.
Aunque sea importante señalar que el estudio tiene sus limitaciones, ya que no aborda las ventas en línea, tiendas especializadas ni mercados ilícitos, la investigación plantea una pregunta crucial: ¿las autoridades son conscientes de que que las restricciones actuales están comprometiendo la salud pública al impulsar a los consumidores, sobre todo los más jóvenes, hacia el tabaco tradicional? Un estudio de esta magnitud debería motivarlas a reconsiderar las prohibiciones de sabores en vapeo, a menos que su intención sea impulsar el consumo de cigarrillos.
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