El nuevo presidente de ARDT Iberoamérica habla sobre el futuro de la reducción de daños en la región y las estrategias para apoyar a fumadores y consumidores de otros productos de nicotina.
Jeffrey Zamora, destacado activista costarricense y presidente de ASOVAPE Costa Rica, ha asumido recientemente la presidencia de ARDT Iberoamérica, una organización paraguas que tiene como propósito principal la defensa y promoción de estrategias para la reducción de daños asociados al consumo de tabaco en América Latina y la península ibérica.
Desde 2020, ARDT Iberoamérica, con afiliados de 12 países, se ha comprometido a abogar y fomentar la reducción de daños. Su labor se centra en la promoción de una regulación proporcional y diferenciada para los productos de administración de nicotina de bajo riesgo. Además, busca impulsar y apoyar a sus miembros, las entidades nacionales de la sociedad civil dedicadas a esta misma causa.
La designación de Zamora como líder de esta entidad resalta su compromiso y dedicación en la lucha contra los daños del tabaquismo y su intención de generar un cambio positivo en la salud pública a través de políticas y regulaciones eficaces y justas.
En esta entrevista, Zamora comparte su visión, estrategias y planes para la nueva administración en la lucha por transformar positivamente el panorama del consumo de tabaco en Iberoamérica. Además, aborda la importancia del diálogo y la colaboración con gobiernos, organizaciones de salud y científicas, así como la participación ciudadana para lograr cambios significativos en la legislación y en la vida de las personas afectadas por el tabaquismo. Su visión clara y su enfoque centrado en la colaboración y la educación le abren a ARDT Iberoamérica un camino prometedor en su misión de reducir los daños del tabaco.
Vaping Today (VT): Exceptuando a España y Portugal, que siguen la normativa europea, los demás países miembros de ARDT son de América Latina y se encuentran en una realidad de restricciones y prohibiciones, entonces vamos a centrarnos más en esta región. ¿Cuáles son los principales desafíos para que países latinoamericanos logren una legislación equitativa y basada en evidencia científica? ¿Hay algún país en la región cerca de hacerlo?
Jeffrey Zamora (JZ): Actualmente, de los países miembros de ARDT Iberoamérica, se cuenta con regulación en Costa Rica (2012), Paraguay (2022) y Ecuador (2011). Se están discutiendo varios proyectos de ley que permiten productos de reducción de daños para personas que fuman en países como Chile, Colombia, Argentina y Perú.
En el lado anti reducción de daños e ideológicamente opuestos a alternativas vastamente menos nocivas al cigarro tradicional de combustión tenemos a Panamá, México, y Brasil. Además, tenemos a Uruguay, que prohíbe los vaporizadores de nicotina, pero permite los productos de tabaco calentado.
De igual forma, en todos los países las organizaciones de consumidores y los activistas lidian constantemente con ataques directos de entidades y grupos que buscan cancelar sus argumentos por medio de desinformación y alarmismos, mientras estas pujan por prohibiciones o sobrerregulaciones sin fundamento científico.
Uno de los desafíos con los que lidiamos en las organizaciones en pro de la reducción de daños a nivel latinoamericano y en la realidad global es la falta de recursos, ya que, como se evidencia en el estudio de Jerzynski et al, estas organizaciones funcionan solamente por entusiasmo de personas que se han beneficiado de la reducción de daños, pero sin recibir prácticamente financiamiento. Aun así se reportan grandes avances en la lucha, debido a su esmero y dedicación.
VT: En ese sentido, ¿qué estrategias y enfoques considera más efectivos para promover un cambio positivo en la región?
JZ: En mi opinión, es vital promover el conocimiento de la evidencia que se ha producido en países donde los productos de reducción de daños son vistos como una alternativa viable y que se han beneficiado de su impacto positivo en la salud pública. Esto se aplica a las personas que han dejado de fumar para utilizar dispositivos de vapeo de nicotina, snus, nicotine pouches o productos de tabaco calentado. Este es el caso de naciones como Reino Unido, Suecia, Noruega, Nueva Zelanda, Francia y Japón, que están viendo sus tasas de prevalencia de tabaquismo caer dos o tres veces más rápido en comparación con países menos receptivos a la reducción de daños, como Australia y México.
Además, es crucial recordar que, dentro del Convenio Marco para el Control del Tabaco, las directrices de implementación del artículo 14, párrafo 64, instan a las partes a considerar la evidencia y analizar por qué ciertos países están logrando mejores resultados para disminuir el tabaquismo. Por ende, instamos a los gobiernos a prestar atención a los países líderes que se aproximan rápidamente a ser naciones libres de humo.
Así mismo, junto a la firme defensa de los derechos de los usuarios actuales y potenciales, estamos incondicionalmente comprometidos con el propósito de fomentar el conocimiento y combatir la desinformación. Creemos en la importancia de que la voz de los ciudadanos sea tenida en cuenta.
VT: ¿Cómo hacer que los usuarios sean escuchados? ¿Cuáles son las estrategias posibles para dialogar o colaborar con gobiernos, organizaciones sanitarias y científicas y la sociedad civil para avanzar en la misión de ARDT Iberoamérica?
JZ: Resulta de vital importancia que los consumidores comiencen a reclamar su derecho a ser escuchados, tal como ha ocurrido con las personas que consumen otras sustancias. Hemos sido testigos de la labor de organizaciones como Drug Policy Alliance y, sin mirar muy lejos, del excepcional ejemplo de Acción Técnica Social en Colombia. A través de un gran esfuerzo y estrategias efectivas, esta organización ha logrado posicionarse como una parte interesada en el debate, en la diseminación de información veraz y en la promoción de una regulación adecuada. Estamos en ese mismo camino.
VT: En ese sentido, dado que la educación y la concientización del público juegan un papel clave, ¿cuál es su estrategia para abordar este aspecto durante su gestión?
JZ: Creo firmemente que la gente no puede desarrollar simpatía o empatía con lo desconocido. De ahí la importancia de que nuestra comunidad explique qué son estos productos, cómo funcionan, quiénes suelen utilizarlos y por qué aportan beneficios a la salud pública.
Dada las constantes campañas de desinformación sobre los productos de reducción de daños, hay personas que aún creen erróneamente que estos productos son tan dañinos o incluso más que los cigarrillos tradicionales.
Y esto sucede a pesar de que ya existen más de 110 entidades de investigación médica independientes, gobiernos y ministerios de salud de diversos países que han declarado abierta y claramente que la evidencia demuestra que estos productos son mucho menos nocivos que seguir fumando.
VT: ¿Serían estos los principales objetivos de ARDT Iberoamérica para la gestión 2023-2026?
JZ: Como una organización formada por asociaciones de consumidores de productos de reducción de daños, nuestros objetivos siempre están conectados con informar y defender los derechos de las personas que se pueden beneficiar del cambio a alternativas vastamente menos riesgosas, así como una adecuada regulación de estas, donde sean aceptadas en las políticas de salud pública.
Este 2023 es un año de extrema importancia, no solo para ARDT Iberoamérica, sino para todas las personas consumidoras de productos de reducción de daños que sirven para alejarse del tan nocivo cigarro de combustión, debido a que en noviembre se llevará a cabo la COP10 del Convenio Marco para el Control del Tabaco en Panamá.
En esta Conferencia de las Partes se discutirán temas que han sido postergados en las 2 ediciones pasadas. De acuerdo con documentos previos, como el TobReg8, sabemos de una intencionalidad de prohibir sabores, cantidades de nicotina permitida, sistemas abiertos y productos que permitan que los usuarios ajusten la potencia o la cantidad de vapor generado, entre otras.
Entonces sobra decir que las sugerencias realizadas en el TobReg8 son una gran alerta para los usuarios de estos productos, pues a nuestro parecer erosionarían altamente la gran efectividad de los dispositivos de vapeo de nicotina para la cesación tabáquica, enviarían a actuales consumidores de vuelta al cigarro tradicional, provocarían una ralentización de las caídas de deshabituación tabáquica (como se ha visto en Australia) y producirían un peligroso aumento en el comercio ilícito irresponsable, especialmente en países que ya enfrentan problemas de control fronterizo.
VT: ¿Cuál es su perspectiva sobre las intenciones de la COP10 en cuanto a la regulación y prohibición de estos productos y cómo cree que afectará esto a las organizaciones, activistas y consumidores en general? ¿Cómo se pueden enfrentar la estigmatización, coerción y violación de los derechos humanos que se han visto en COP anteriores, como la COP8 en 2018?
JZ: Desafortunadamente, la COP10 tiene una tendencia prohibicionista y excesivamente reguladora hacia estos productos, un enfoque que se basa en posturas ideológicas y anticientíficas de los círculos de poder dentro del Convenio Marco para el Control del Tabaco. El impacto de estas medidas depende del esfuerzo desplegado por las organizaciones, activistas y los consumidores en general para expresar nuestras opiniones y reclamar nuestro lugar en la mesa de debate. Esto, a pesar de la continua estigmatización, coerción, exclusión y violación de derechos humanos que se han experimentado en COP anteriores, como fue el caso de la COP8 en 2018. En ese evento, a INNCO se le expulsó de la COP a pesar de haber sido autorizada previamente como observadora y de haber sido acreditada para las reuniones de alto nivel por las Naciones Unidas.
VT: ¿Cómo afectaría a los consumidores, por ejemplo, la prohibición de sistemas abiertos y sabores?
JZ: La efectividad de estos productos depende en gran medida de la capacidad de adaptarlos a nuestros gustos y necesidades individuales. Esto se ha evidenciado en el estudio de Farsalinos et al, que se centra en la preferencia de sabores por parte de las personas que están haciendo la transición de fumar a vapear nicotina, una opción menos nociva. Existe un número significativo de consumidores que disfrutan de la posibilidad de alejarse del sabor tradicional del tabaco. Por lo tanto, limitar una opción que ha demostrado ser altamente efectiva para dejar de fumar parece, en el mejor de los casos, ingenuo.
(VT): La redefinición del concepto de «humo» para incluir «vapor» suena ilógica, antiética y es una imposición intelectual que puede generar confusión al perpetuar la idea errónea de que el vapeo es tan perjudicial como los cigarrillos tradicionales. ¿Cómo piensa que esto podría influir en las futuras regulaciones de los productos de vapeo?
JZ: El debate en torno a la intención detrás de esta medida orwelliana de referirse al «vapor» como «humo» (una comparación que señaló por primera vez Charles Gardner, si no recuerdo mal) fue un punto clave en el Foro Global sobre Nicotina de este año. Entre los argumentos presentados se sugiere que este cambio de terminología busca que estos productos se encuadren en categorías regulatorias altamente restrictivas, a pesar de que no poseen los mismos efectos perjudiciales para la salud que los cigarros tradicionales de combustión.
Además, se busca otorgar al Convenio Marco para el Control del Tabaco mayor autoridad sobre su regulación. Al mismo tiempo, se está generando una confusión de distintas categorías de productos, dando a entender erróneamente que todos ellos conllevan los mismos riesgos para la salud.
VT: ¿Cuál es su opinión sobre cómo los consumidores pueden hacerse escuchar y garantizar que sus representantes en la COP conozcan su postura ante las amenazas planteadas por la OMS a estos productos?
JZ: Las organizaciones que forman parte de ARDT ya han delineado planes de acción orientados a llamar la atención de los reguladores, los cuales varían de acuerdo al contexto particular de cada país. Mi sugerencia es que las personas tomen la iniciativa de aproximarse a estas organizaciones (sin que sea imperativo ser miembro) y se unan a los esfuerzos en curso.
VT: ¿Cómo ve el futuro de la reducción del daño del tabaco y cuál es el papel de ARDT Iberoamérica en ese escenario?
JZ: Como bien lo expresó el Dr. Alex Wodak, expresidente de Harm Reduction International: “La reducción de daños siempre prevalece al final”, y esto es porque se trata del enfoque más humano, empático y sensato, que se aleja de la estigmatización, la coerción y el rechazo de los consumidores, tan evidente en la postura del Convenio Marco para el Control del Tabaco que aboga por «dejar de fumar o morir».
La reducción de daños se enfoca en acercarse a las personas; el amor y la comprensión constituyen piezas fundamentales de la ecuación. Hemos presenciado su éxito en otros ámbitos, a pesar de la resistencia de muchas personas que se oponen por razones ideológicas, como en los programas de intercambio de jeringas, los centros para la prevención de sobredosis, la salud sexual, el uso de medicamentos como la Metadona y más recientemente el Narcan.
ARDT Iberoamérica seguirá luchando incansablemente para que el tiempo que lleve a los reguladores adoptar esta estrategia sea el menor posible, porque cada día perdemos a personas que podrían haber beneficiado su salud al cambiar a estos productos, que no solo se han demostrado más efectivos para la cesación del hábito de fumar, según la Revisión Cochrane, sino que son considerablemente menos dañinos.
VT: ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los vapeadores, gobiernos y empresas de la región en relación con la lucha contra el tabaquismo y la promoción de alternativas más seguras al consumo de tabaco?
JZ: «Nada sobre nosotros sin nosotros». Este mensaje es un recordatorio poderoso para las personas que vapean, los gobiernos y las empresas de la región en relación con la lucha contra el consumo de tabaco y la promoción de alternativas más seguras. Enfatiza la importancia de incluir las voces y perspectivas de aquellos directamente afectados por el consumo de tabaco y las estrategias de reducción de daños.
Vapeadores: sus experiencias e historias son importantes. Defiendan sus derechos y compartan cómo estas alternativas han tenido un impacto positivo en sus vidas. Sus voces pueden ayudar a moldear políticas y regulaciones que prioricen la reducción de daños y el acceso a alternativas más seguras.
Gobiernos: escuchen las voces de las personas que vapean y de aquellos que se han beneficiado de las estrategias de reducción de daños. Involúcrenlos en los procesos de formulación de políticas para asegurarse de que las regulaciones estén basadas en evidencia, sean justas y consideren las necesidades y elecciones de los consumidores. Acepten la reducción de daños como un pilar fundamental de las estrategias de control del tabaco.
Empresas: reconozcan el valor de la reducción de daños y prioricen el desarrollo y la promoción de alternativas más seguras al tabaco. Interactúen con las personas que vapean, escuchen sus comentarios y respalden sus derechos. Asegúrense de mantener prácticas de marketing responsables y brinden información precisa sobre los posibles beneficios de estos productos en comparación con los cigarrillos tradicionales.
Trabajando juntos, respetando el principio de «nada sobre nosotros sin nosotros», podemos lograr avances significativos en la lucha contra el tabaco y promover alternativas más seguras que puedan mejorar la salud pública y salvar vidas.
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