Investigadores del Centro de Salud Pública de la Universidad Médica de Viena, Austria, concluyeron que quienes usan vaporizadores tienen 1,69 veces más probabilidades de dejar de fumar frente a quienes usan otros métodos de reemplazo de nicotina.
Seis investigadores del Departamento de Medicina Social y Preventiva de la Universidad Médica de Viena se reunieron para analizar la evidencia existente sobre la efectividad de los métodos para dejar de fumar, incluyendo los cigarrillos electrónicos. El estudio, titulado «Efectividad de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar: revisión sistemática y metaanálisis» se publicó en Nicotine and Tobacco Research.
El equipo utilizó las bases de datos de PubMed, PsycInfo y Embase para encontrar estudios aleatorios controlados que compararan el uso de vaporizadores –con y sin nicotina– con otros métodos de reemplazo de nicotina con y sin asesoría. Tuvieron en cuenta los estudios realizados entre el 1 de enero de 2014 y el 27 de junio de 2020. La búsqueda arrojó 13.950 publicaciones. Entre ellas se identificaron 12 estudios elegibles para revisión sistemática y 9 para metaanálisis de efectos aleatorios.
Resultados y conclusiones
A partir de los datos analizados, los investigadores encontraron que con el uso de cigarrillos electrónicos los usuarios tenían:
– 1,69 veces más probabilidades de dejar de fumar que con otros métodos de reemplazo de nicotina, y
– 2,04 veces más probabilidades que aquellos que solo recibieron asesoramiento.
Los resultados sugieren que los vaporizadores de nicotina pueden ser más efectivos para dejar de fumar que los métodos sin nicotina y que otros métodos de reemplazo de nicotina. En comparación con el asesoramiento solo, los cigarros electrónicos de nicotina son más efectivos a corto plazo, pero dicha efectividad parece disminuir levemente a largo plazo.
Los investigadores austriacos hacen el siguiente comentario: «Los resultados de este estudio no permiten un argumento concluyente. Sin embargo, la combinación de la evidencia actual apunta hacia un potencial de los cigarrillos electrónicos como una herramienta para dejar de fumar. Sin embargo, dada la calidad general de la evidencia, los estudios futuros deben apuntar a una mayor claridad en términos de intervenciones y poblaciones de estudio más grandes».
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