Riot Labs lanza un nuevo dispositivo de vapeo desechable que promete ser totalmente reciclable. ¿Será esta la solución que se necesita con tanta urgencia para evitar la contaminación del vapeo?
Nuestro planeta ha sufrido una gran transformación desde la aparición de los seres humanos. Sin embargo, el daño socioecológico de los últimos 200 años, con la Revolución Industrial, no tiene precedentes. La industria del vapeo no es ajena al impacto medioambiental, y por eso algunas empresas líderes en el mercado han empezado a implementar estrategias para mitigar y reducir el impacto a la naturaleza. Si usted es usuario de vaporizadores desechables, esto le debe interesar.
Las estrategias eco-responsables ya dejaron de ser una moda y ahora son un requisito industrial en muchísimos países, donde, además de tener en cuenta el manejo de los insumos y desperdicios industriales, es muy común tener normativas sobre el manejo del producto al final de su ciclo, después de cumplir su vida útil con el usuario. Los dispositivos desechables, un segmento de la industria con no más de 5 años en el mercado que se consolida a diario por su practicidad y seguridad, son un veneno para los ecosistemas.
La apuesta de Riot Labs
Riot Labs es una empresa británica fundada en 2016. Se le reconoce mundialmente por la manufactura de líquidos de alta calidad, sus sabores diferenciales y sus peculiares diseños de botellas que se asemejan a la munición calibre .50mm. El pasado 10 de enero lanzó al mercado un dispositivo desechable y, en palabras de Ben Johnson, fundador del laboratorio, la compañía, “2022 marca un momento importante en el viaje de Riot Labs. El lanzamiento de QBAR, nuestra primera incursión en desechables, y nuestra nueva campaña de marca están orientadas a cambiar el statu quo sobre el abandono del hábito de fumar y continuar cumpliendo nuestra misión de ayudar a las personas a dejar de fumar”.
Por el momento solo disponible en Reino Unido, el QBAR es el primer desechable de esta marca que ha sido galardonada desde sus inicios por múltiples premios en América y Europa, principalmente. La línea cuenta líquidos en 4 niveles de nicotina (desde 0% hasta 3%) y con 10 sabores (Cherry Fizzle, Triple Mint, Sweet Strawberry, Blue Burst, Watermelon Ice, Menthol Ice, Strawberry & Blueberry Ice, Mango, Peach & Pineapple, Grape Ice y Classic Tobacco), todos muy reconocidos y vendidos a nivel mundial en sus productos de sales y nicotina base libre.
Lanzar un producto al segmento más demandado pero criticado puede ser una apuesta arriesgada. Sobre todo porque, además del respaldo organoléptico de Riot Squad, esta marca desde sus inicios se ha enfocado en ser “la más sostenible en el planeta”. Por ese motivo, QBAR rompe con todos los estereotipos y su construcción, según Riot Labs, es completamente reciclable.
Sin embargo, Riot Labs no es la primera empresa con una visión amigable con el medio ambiente. Vuse, de la British American Tobacco, ha jugado muchas cartas para convertirse en la primera marca de carbón neutro del mundo, apostando por la reforestación en Suramérica para compensar la huella de carbono, programas de recolección como Drop the Pod, encargado del reciclaje de los pods plásticos e incluso el transporte en barco de sus productos como cambio en su cadena de distribución.
¿Cómo es QBAR?
El aparatito desechable de Riot Labs está compuesto por 3 partes totalmente reciclables. La carcasa está fabricada en PLA (ácido poliláctico) de origen vegetal y renovable. Además puede reciclarse en fibras para ropa, discos de vinilo y filamentos para impresoras 3D, y es biodegradable bajo ciertas condiciones. Las partes electrónicas y la batería de 420mAh debe poder reusarse en otros QBAR o reciclarse para otros dispositivos. Finalmente, la boquilla, que contiene el e-líquido, se convertirá en material no inflamable para las plantas eléctricas nacionales.
Todo esto será posible gracias al Riot Recycle Program, que se encarga de cerrar la cadena de consumo al disponer contenedores propios de la marca en las tiendas especializadas de vapeo que permitan recolectar y, posteriormente, desmantelar los dispositivos para darles una apropiada reutilización a sus partes. Así mismo, en conjunto con las tiendas, Riot Labs pretende calcular cuánto desperdicio se genera en comparación con los dispositivos que regresan a su programa.
Se necesita una solución urgente
Esta tecnología ha entrado al mercado para reemplazar, particularmente, la venta de cajetillas de cigarrillos en las tiendas de barrio o supermercados, pues en la mayor parte del mercado los dispositivos desechables de vapeo son más económicos e igualan la cantidad de tiempo de uso de los 20 cigarrillos. Sin embargo, el inconveniente que surge con ellos es el de los residuos, la polución y la contaminación que producen los desperdicios mixtos de los electrónicos.
Empresas como Vuse y Riot Labs, en un intento de controlar este problema al final de su cadena productiva, lanzan campañas de recolección. Se trata de una idea muy romántica, pero sin un atractivo para el consumidor —como los pesos que representa un envase de vidrio retornable— y apelando solo al sentido de pertenencia ecológica del ser humano promedio puede llegar a ser poco efectiva, sobre todo se se suma al costo de las líneas de desmantelamiento y reciclaje.
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