La comprensión de la realidad está en riesgo. Estudios revelan significativas deficiencias en la identificación y notificación de publicaciones científicas retractadas en varias bases de datos académicas.
La alfabetización para buscar y analizar información es fundamental en la investigación científica, donde la precisión es esencial para garantizar la eficacia. En este contexto, la claridad para notificar las retractaciones de artículos académicos resulta de extrema importancia tanto para el desarrollo científico como para la sociedad en general.
A pesar de esto, las inconsistencias en la indexación, la variabilidad en la cobertura y el etiquetado inexacto en las bases de datos académicas muestran la urgencia de mejorar estas prácticas. La colaboración entre editores, bibliotecas, repositorios, investigadores y otros actores es necesaria para desarrollar políticas y herramientas consistentes que aseguren la integridad de la investigación científica y la fiabilidad de las decisiones basadas en evidencia.
Un estudio reciente, que revisó 441 publicaciones retractadas en el ámbito de la salud pública a través de 11 bases de datos diferentes como PubMed, Web of Science y Scopus, reveló una alarmante inconsistencia en la marcación de estos artículos. De los más de 2.800 registros examinados, menos del 50 % indicaba claramente que la publicación había sido retractada y menos del 5 % estaban marcadas como tales en todas las bases de datos en las que aparecían.
¿Por qué es un problema?
Esta falta de uniformidad y precisión en la identificación de artículos retractados plantea serias preocupaciones sobre la integridad de la información científica disponible para investigadores, profesionales y demás personas interesadas en el tema.
Las retractaciones no señaladas adecuadamente afectan significativamente la capacidad de los investigadores para identificar y evitar el uso de artículos que, por diversas razones, se han considerado inadecuados.
Esto no solo perpetúa la desinformación, sino que socava la confianza en la literatura científica. Las decisiones de salud pública y las políticas en general deben basarse en datos y evidencia científica, por lo que la precisión en la notificación de retractaciones es más importante que nunca.
Las causas de las retractaciones
Una revisión sistemática también se propuso investigar la relación entre el estado de retractación de las publicaciones científicas y la calidad metodológica en las revisiones sistemáticas no Cochrane que fueron retractadas.
Los investigadores de la Escuela de Ciencias Médicas Aliadas de la Universidad de Ciencias Médicas de Zahedan, Irán, realizaron búsquedas en las bases de datos PubMed, Web of Science y Scopus utilizando palabras clave como «revisión sistemática», «metaanálisis» y «retractación» o «retractado» hasta septiembre de 2023.
No se impusieron restricciones de tiempo ni de idioma. Se incluyeron en el estudio las revisiones sistemáticas médicas no Cochrane que habían sido retractadas. Los datos sobre el estado de retractación de los artículos se obtuvieron de los avisos de retractación y de Retraction Watch. La calidad metodológica fue evaluada mediante la lista de verificación AMSTAR-2 por dos investigadores independientes.
De las 282 revisiones sistemáticas analizadas, el tiempo promedio entre la publicación y la retractación fue de aproximadamente 23 meses y cerca de la mitad de las revisiones sistemáticas no Cochrane fueron retractadas en los últimos cuatro años. Las razones más comunes para las retractaciones fueron la falsificación de revisiones por pares y el uso de datos poco fiables.
Los editores y los responsables de las publicaciones fueron los retractores o solicitantes de retractaciones más frecuentes. Más del 86 % de las revisiones sistemáticas no Cochrane retractadas se publicaron en revistas con un factor de impacto superior a dos y presentaban una calidad metodológica críticamente baja. La Dra. Leila Keikha y sus colegas encontraron una relación significativa entre las razones de retractación y la calidad metodológica (valor P < 0.05).
Según los resultados, el uso de software antiplagio y las directrices de COPE pueden reducir el tiempo de retractación.
En algunos países, las estrictas normas para la promoción de los investigadores incrementan el riesgo de mala conducta. Para evitar errores científicos y mejorar la calidad de las revisiones sistemáticas y metaanálisis (SRs/MAs), se recomienda crear un registro de protocolo y directrices de retractación en cada revista que publique SRs/MAs.
Disparidades en la cobertura de literatura retractada
El estudio realizado por José Luis Ortega, del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), y Lorena Delgado-Quirós, de la Unidad de Investigación Conjunta de Transferencia de Conocimiento e Innovación (UCO-CSIC) de Córdoba, España, comparó la cobertura y superposición de publicaciones retractadas, avisos de retractación y retiradas en siete importantes bases de datos académicas.
El objetivo era identificar discrepancias, determinar sus causas y seleccionar la mejor base de datos para obtener una imagen precisa de la literatura retractada. Para ello, buscaron en siete bases de datos académicas todas las publicaciones retractadas, avisos de retractación y retiradas desde el año 2000. Con el fin de garantizar la relevancia del impacto, utilizaron exclusivamente interfaces de búsqueda web, excepto en OpenAlex y Scilit.
Los hallazgos de los investigadores demuestran que las bases de datos no selectivas, como Dimensions, OpenAlex, Scilit y The Lens, indexan una mayor cantidad de literatura retractada en comparación con las bases de datos que dependen de la selección de publicaciones, como PubMed, Scopus y Web of Science (WoS).
Los principales factores que explican estas discrepancias son la indexación de retiros y artículos de congresos. Además, la alta cobertura de OpenAlex y Scilit podría deberse al etiquetado incorrecto de documentos retractados en Scopus, Dimensions y The Lens. El 99 % de la muestra está cubierta conjuntamente por OpenAlex, Scilit y WoS.
El estudio sugiere que la investigación sobre literatura retractada debería consultar más de una fuente y que sería recomendable identificar y etiquetar con precisión esta literatura en las bases de datos académicas.
Varias conclusiones se pueden extraer.
Existen disparidades significativas en la cobertura e identificación de artículos retractados entre bases de datos. OpenAlex y Scilit son los productos que arrojan la mayor cantidad de literatura retirada, mientras que PubMed, Scopus y Web of Science (WoS) recogen el porcentaje más bajo. Según los investigadores, estas diferencias pueden deberse a dos causas principales.
En primer lugar, la forma en que estos productos obtienen sus metadatos bibliográficos influye en su cobertura de la literatura retractada. La inclusión incompleta de retiros en PubMed, Scopus y WoS explica en gran medida las discrepancias de cobertura entre las bases de datos basadas en la selección de publicaciones y las bases de datos basadas en fuentes de terceros, como Dimensions, OpenAlex, Scilit y The Lens. Otro factor crucial que ayuda a explicar estas disparidades es la indexación de artículos de congresos.
En segundo lugar, la forma en que cada base de datos etiqueta estos documentos afecta la cobertura. Las significativas discrepancias entre OpenAlex, Scilit, Dimensions, Scopus y The Lens son, por lo tanto, el resultado de la identificación inadecuada de publicaciones retractadas, lo que impidió una recuperación adecuada.
Ortega y Delgado-Quirós concluyen que cualquier estudio sobre documentos retractados necesita utilizar más de una fuente para obtener una imagen confiable de estas publicaciones, debido a las brechas de cobertura entre bases de datos. Los hallazgos indican que el 99 % de la muestra podría recuperarse usando solo tres bases de datos (OpenAlex, Scilit y WoS) y el 91 % si solo se combinaran OpenAlex y WoS.
Estrategias para verificar retractaciones
Uno de los problemas fundamentales para identificar y excluir artículos retractados es la inconsistencia en los metadatos relacionados con las retractaciones. Dentro de una misma base de datos, existe una gran variedad de opciones para marcar un artículo como retractado. Algunas de ellas no tienen políticas consistentes sobre la marcación de estos artículos, lo que puede llevar a confusión y a la propagación de información incorrecta.
Como resultado, es esencial que los proveedores de datos aumenten la transparencia y la consistencia en los metadatos relacionados con las retractaciones para mejorar la fiabilidad de la información científica.
Hay un consenso de que el cumplimiento de las directrices del Committee on Publication Ethics (COPE) es fundamental para garantizar la integridad de las notificaciones de retractación. Sin embargo, menos de la mitad de las notificaciones de retractación parecen cumplir con los requisitos del COPE y, aún menos, con los criterios propuestos por Retraction Watch. Esta falta de cumplimiento a menudo se debe a barreras desconocidas para los editores, lo que sugiere la necesidad de una mayor educación y recursos para ayudarlos a seguir estas directrices de manera más efectiva.
Afortunadamente, existen recursos que los investigadores, profesionales o no, pueden utilizar para verificar el estado de retractación de los artículos. Herramientas como BrowZine y LibKey alertan sobre el estado de retractación de un artículo, mientras que gestores de citas como EndNote y Zotero también pueden señalar artículos retractados. Sin embargo, no hay una estrategia infalible, por lo cual se recomienda el uso de múltiples herramientas para asegurarse de que la información que se obtiene es precisa y está actualizada.
Algunas conclusiones
A pesar de los desafíos que hay por delante, ha aumentado el interés por abordar el problema de las retractaciones no marcadas adecuadamente. Hay soluciones que abarcan a toda la industria de la publicación académica, incluyendo la colaboración entre bibliotecas, repositorios, investigadores y otros actores relacionados. Este enfoque colaborativo parece ser esencial para desarrollar y adoptar políticas y herramientas consistentes que mejoren la calidad de las notificaciones de retractación.
Los estudios sobre el tema señalan la necesidad, cada vez más urgente, de mejorar la identificación y notificación de publicaciones retractadas para evitar la propagación de información incorrecta.
La identificación efectiva de estas publicaciones se dificulta por inconsistencias en la indexación, variabilidad en la cobertura, etiquetado inexacto, inclusión incompleta de retractaciones, procedimientos de retractación divergentes, dependencia de fuentes de terceros y la falta de normas estándar. Esto señala la necesidad de mejorar las prácticas de identificación y etiquetado en las bases de datos académicas.
La colaboración entre todas las partes interesadas, junto a la adopción de políticas y herramientas consistentes, es esencial para mejorar la calidad de las notificaciones de retractación en la literatura científica. Solo a través de un esfuerzo concertado se puede asegurar que la integridad de la investigación científica se mantenga y que las decisiones basadas en evidencia sean sólidas y fiables, no basadas en mala ciencia.
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Nota del editor
En el campo de la reducción de daños por tabaquismo, un célebre ejemplo de mala ciencia que ha influido negativamente en las políticas relacionadas con el vapeo, tanto por su manejo de datos como por su interpretación y difusión de resultados, es el Dr. Stanton Glantz.
Glantz, un destacado investigador estadounidense en el campo del control del tabaco, ha tenido varios artículos retractados. Uno de los casos más notorios es el estudio de 2019 publicado en el Journal of the American Heart Association (JAHA), que vinculaba el uso de cigarrillos electrónicos con ataques cardíacos. Este artículo fue retractado en 2020 después de que otros científicos señalaran que algunos ataques cardíacos en el análisis ocurrieron antes de que los participantes comenzaran a usar cigarrillos electrónicos. Los editores consideraron que las conclusiones del estudio eran poco fiables debido a problemas metodológicos y al manejo inadecuado de los datos.
Otro artículo retractado fue un estudio de 2018 que también vinculaba el uso de cigarrillos electrónicos con ataques cardíacos. Este fue refutado por un análisis de seguimiento publicado en el American Journal of Preventive Medicine, que encontró fallos en la metodología original y la interpretación de los datos.
Vea más sobre este tema:
Stanton Glantz vuelve a la carga – 20 de julio de 2020
El cruzado antitabaco Stanton Glantz se retira repentinamente – 17 de septiembre de 2020
La ciencia contaminada de Stanton Glantz – 11 de agosto de 2021
La ciencia contaminada de Stanton Glantz: el resto de la historia – 3 de septiembre de 2021
Estudio defectuoso sobre cigarrillos electrónicos desacreditado – 1 de diciembre de 2023
Vapeo y ataques cardíacos – 17 de enero de 2024
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