Algo notable está sucediendo en Japón: el tabaquismo está desapareciendo. Y, con las políticas correctas, este colapso en el uso mortal de cigarrillos puede ocurrir en todos los países.
Los resultados del tercer trimestre de Japan Tobacco International para 2021 mostraron que las ventas nacionales de cigarrillos en Japón habían caído un 8,2 por ciento durante el año anterior, que siguió a una disminución del 8,9 por ciento en el trimestre anterior.
Un anticipo de este fenómeno se vio en 2018, cuando el Financial Times informó que el producto de tabaco calentado de Philip Morris, IQOS, estaba arrasando con las ventas de cigarrillos en Japón. Según el informe, los «envíos de cigarrillos tradicionales» se redujeron en más del 7 % en 2018, después de una disminución del 11,5 % en el primer trimestre de 2017. Mientras tanto, los envíos de «unidades calentadas» aumentaron de 1200 millones a 6400 millones durante el período. De hecho, durante el trimestre, casi el 9 % de los ingresos globales de Philip Morris provino de productos de riesgo reducido.
En total, los volúmenes informados de cigarrillos vendidos en Japón ahora han disminuido un 42 % en comparación con 2016, cuando los productos de tabaco para calentar se generalizaron en el mercado japonés. Es un colapso sin precedentes en las ventas de cigarrillos. Este nivel de destrucción de las tasas de tabaquismo nunca se ha experimentado en ninguna parte del mundo.
¿Por qué está ocurriendo?
Curiosamente, es probable que los productos de tabaco calentado sean la causa de tales reducciones en el uso de cigarrillos. Un estudio de investigación de la Sociedad Estadounidense del Cáncer en 2020 concluyó que los productos de tabaco calentado «probablemente redujeron las ventas de cigarrillos en Japón». Otro estudio de 2020 publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health llegó a una conclusión similar, afirmando que “la disminución acelerada de las ventas de cigarrillos desde 2016 corresponde a la introducción y el crecimiento de las ventas de productos de tabaco para calentar”.
Este no es un fenómeno aislado. En Suecia y Noruega, el snus, un producto de riesgo extremadamente bajo que consiste en tabaco pasteurizado que se vende suelto o en bolsitas pequeñas para liberar nicotina no combustible a través del chicle, ha llevado a una disminución drástica en la prevalencia del tabaquismo. Y dondequiera que los cigarrillos electrónicos estén ampliamente disponibles como producto de consumo el resultado ha sido el mismo.
Además, hay evidencia emergente de que el potencial de reducción de daños de estos productos podría estar comenzando a traducirse en efectos en el mundo real. Las investigaciones sobre datos médicos recientes de la población japonesa han mostrado una tendencia descendente significativa en las hospitalizaciones atribuibles a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la cardiopatía isquémica a partir de 2017, lo que se correlaciona estrechamente con la proliferación de productos de tabaco calentado.
Más señales de éxito
La vecina Corea del Sur también ha visto cómo su industria tradicional de cigarrillos pierde clientes a un ritmo sin precedentes después de la introducción del tabaco calentado y está observando tendencias de salud similares. Un estudio de 2021 realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Seúl encontró que, en comparación con fumar, cambiar a productos de riesgo reducido, que en Corea del Sur son casi exclusivamente tabaco para calentar, se asoció con un riesgo 23 % menor de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Las autoridades de los Estados Unidos también parecen reconocer los beneficios potenciales para la salud de los productos de bajo riesgo. En julio de 2020, la Administración de Drogas y Alimentos autorizó el IQOS de Philip Morris como un producto de tabaco de riesgo modificado, lo que significa que «el producto beneficiará o se espera que beneficie la salud de la población en general». La FDA también ha otorgado el estatus de MRTP a ocho productos de tabaco sin humo, como el snus, con base en los mismos criterios.
Un ejemplo a seguir
Los gobiernos y las organizaciones interesadas en la salud deberían tratar de comprender los productos exitosos seleccionados por el público y apoyarlos o incluso mejorarlos. Los productos de reducción de daños ofrecen una alineación perfecta de los objetivos comerciales, económicos y de salud pública sin que el Estado tenga que hacer además de permitir que la industria continúe vendiéndolos a los fumadores adultos. Con tantos productos que ahora ofrecen enormes reducciones en los daños causados por fumar y los consumidores que compran por sí mismos sin que les cueste un centavo a los contribuyentes, no hay nada que despreciar.
La única advertencia es que estas dramáticas disminuciones en el tabaquismo y las tendencias positivas de salud están ocurriendo en medio de una multitud de organismos de salud que buscan oponerse a los productos de riesgo reducido en Japón en lugar de facilitarlos. Uno solo puede preguntarse cuánto podrían aumentar los beneficios para la salud pública si las autoridades japonesas alentaran activamente estos productos en lugar de intentar obstruirlos.
Los legisladores de todo el mundo harían bien en reconocer cómo la nueva tecnología en el suministro de nicotina puede ayudar a los fumadores a alejarse de los cigarrillos nocivos y formular políticas que incentiven el acceso a los beneficios potenciales para la salud de productos innovadores no combustibles.
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: Harm Reduction Could Be Transforming Health in Japan. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a [email protected].
