Ya es hora de que la FDA y otras agencias de salud pública cambien de rumbo y les den a los fumadores la verdad sobre el tabaco.
En una entrevista reciente con CNBC, el Dr. Robert Califf, comisionado de la FDA de Estados Unidos, dijo que la «información errónea» está reduciendo la esperanza de vida en este país, pues ahora es de tres a cinco años más baja que en otros países desarrollados. El Dr. Califf dijo que combatir la desinformación es una de sus principales prioridades y pidió más regulación por parte de “autoridades específicas de la FDA, la FTC y otras áreas para erradicar la desinformación”.
El comisionado primero debería poner su propia agencia en orden. La esperanza de vida en los EE. UU. ha disminuido durante décadas en gran parte porque medio millón de estadounidenses mueren cada año por quemar tabaco e inhalar humo. Esta tragedia lleva tanto tiempo que hoy pocos la ven como una crisis. Como prueba, haga una búsqueda en Google News de «crisis» y esto es lo que obtiene: crisis bancaria, crisis de vivienda, crisis de contaminación por plásticos, crisis de salud mental y crisis de sobredosis de opiáceos. Todos estos son problemas graves, pero su gravedad palidece en comparación con las muertes relacionadas con el tabaquismo.
Hoy en día, los fumadores pueden evitar la muerte prematura cambiando a cigarrillos electrónicos y productos de vapeo. El gobierno británico ha aprovechado este hecho y ha anunciado que “se alentará a un millón de fumadores a cambiar los cigarrillos por vaporizadores bajo un nuevo esquema pionero de ‘intercambio para dejar de fumar’ diseñado para mejorar la salud de la nación y reducir las tasas de tabaquismo. Como parte del primer esquema nacional del mundo, casi 1 de cada 5 fumadores en Inglaterra recibirán un kit de inicio de vapeo junto con apoyo conductual para ayudarlos a dejar el hábito […] para ayudar al gobierno a cumplir con su ambición de estar libre de humo para 2030, [lo cual implica] reducir las tasas de tabaquismo al 5% o menos”.
Sin embargo, aquí en los EE. UU., en lugar de alentar a los fumadores a cambiar, la FDA ha retirado del mercado millones de productos de vapeo. Los únicos productos que la agencia ha aprobado para la venta han sido los que tienen sabor a tabaco. Imagínese si la FDA aprobara un medicamento para ayudar a las personas que sufren de alcoholismo, ¡pero solo si el producto tiene sabor a bourbon!
El gráfico, que muestra datos de la Encuesta Nacional de Tendencias de Información de Salud (HINTS) del Instituto Nacional del Cáncer, revela el gran daño causado por la campaña del gobierno federal contra los cigarrillos electrónicos. En 2020, solo el 10 % de los fumadores adultos estadounidenses creía correctamente que vapear era menos dañino que fumar; dos tercios creían que los vaporizadores eran igual o más peligrosos y una cuarta parte no lo sabía.
¿Quién puede culpar a los fumadores por no cambiar los cigarrillos por productos que la mayoría cree que son tan malos o peores para su salud?
Se ha escrito mucho sobre el informe de la Fundación Reagan-Udall de 2022, que criticó las regulaciones del tabaco de la FDA, pero para mí el paso en falso regulatorio más atroz y mortal ha sido la exitosa campaña de desinformación del gobierno contra las alternativas libres de humo más seguras y satisfactorias y contra la nicotina misma. El Dr. Califf tiene razón al decir que “la información errónea está reduciendo la esperanza de vida en los EE. UU.”, pero es su propia agencia la que está arrojando la información errónea que disuade a los fumadores de alejarse del fuego. Ya es hora de que la FDA y otras agencias de salud pública cambien de rumbo y les den a los fumadores la verdad sobre el tabaco.
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: FDA Commissioner Califf’s Anti-Misinformation Campaign Must Start at Home. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.