Al enfrentar los desafíos sanitarios y económicos del tabaquismo, la FDA y la OMS también deben responder al creciente llamado de la comunidad médica para adoptar un enfoque basado en la evidencia científica que equilibre la protección de los jóvenes y la necesidad de proporcionar a los fumadores adultos opciones más seguras.
Quit for Good, una organización filipina innovadora y sin ánimo de lucro, defensora de la estrategia de reducción de daños, ha alabado recientemente la revitalizada iniciativa del gobierno de EE. UU. para frenar el consumo de nicotina entre los jóvenes. No obstante, enfatizaron que, paralelamente, es crucial prestar atención a la amplia población de fumadores adultos en EE. UU. que están en busca de opciones más seguras que el tabaco tradicional.
El Dr. Lorenzo Mata Jr., comprometido presidente de Quit for Good, compartió su opinión: «Si bien el Centro para Productos de Tabaco (CTP) de la FDA tiene un legítimo interés en proteger a los jóvenes de los efectos de la nicotina, no debe permitir que ese objetivo opaque las esenciales necesidades de los fumadores adultos. Tienen derecho a acceder a alternativas más seguras y no combustibles, como los vaporizadores, el tabaco calentado y las bolsas de nicotina».
Esta demanda encontró eco en las palabras del Dr. Brian A. King, director del CTP, pronunciadas en el reciente Foro Global de Tabaco y Nicotina (GTNF) en Seúl. El Dr. King destacó los significativos progresos de EE. UU. al reducir las tasas de tabaquismo a un notable 11,5 % entre adultos. No obstante, también señaló el enorme coste que representa: un drenaje anual de 600 mil millones de dólares para la economía nacional, derivado de los gastos en atención médica y la pérdida de productividad a causa del tabaquismo.
El Dr. King subrayó los esfuerzos continuos: «El imperativo financiero es claro. Nuestra misión es avanzar agresivamente en estándares de productos, desgastando así las cargas de salud y económicas impuestas por el consumo de tabaco combustible».
«Basada en una ciencia sólida, la reducción de daños puede ser el faro de esperanza para millones… es posible alcanzar un equilibrio entre proteger a los jóvenes y satisfacer las necesidades de los adultos fumadores».
Sin embargo, para el Dr. Mata, la narrativa tiene más dimensiones. Él cree que, aunque el CTP reconoce el impacto perjudicial de los cigarrillos combustibles, es paradójicamente estricto cuando se trata de alternativas sin humo que salvan vidas. «Basada en una ciencia sólida, la reducción de daños por tabaco puede ser el faro de esperanza para millones. El Reino Unido ha sido pionero en abrazar estos productos revolucionarios como alternativas viables. Es hora de que EE. UU., a pesar de su divergencia política con la Organización Mundial de la Salud, tome ejemplos y defienda estas alternativas».
El Dr. Mata profundizó en la polémica esfera del vapeo entre jóvenes. Sostiene que, a través de una regulación cuidadosa y una ejecución firme, en vez de imponer prohibiciones absolutas, es posible alcanzar un equilibrio entre proteger a los jóvenes y satisfacer las necesidades de los adultos fumadores.
Mientras el Dr. King, dirigiendo la oficina relativamente incipiente del CTP bajo la FDA, elabora sobre su enfoque fundamental, la dirección es evidente. «La mayoría de la mortalidad y morbilidad recae en los productos combustibles, que son el centro de nuestra atención inmediata. Además, estamos en un proceso de adaptación, garantizando que productos como los cigarrillos electrónicos sean adecuadamente regulados dentro del marco de productos de tabaco, una autoridad que nos fue conferida en 2009 y fortalecida con la legislación de 2022».
El Dr. King, con la perspicacia que se podría esperar de un epidemiólogo, se apoya firmemente en la ciencia para dirigir el camino del CTP. Celebrando la reducción en el uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes desde 2019, mantiene un optimismo cauteloso: «Hemos disminuido las cifras a la mitad desde el máximo alcanzado en 2019, un logro notable. Sin embargo, con más de 2 millones de jóvenes todavía involucrados, nuestra misión está lejos de concluir».
El manto regulatorio del CTP se expande, abarcando la aprobación de aplicaciones de productos de tabaco previas al mercado (PMTA) para fomentar un discurso informado sobre los riesgos y beneficios relativos de los cigarrillos electrónicos y otras alternativas de nicotina.
Quit for Good se ubica en el corazón de Filipinas y fue creada por el Dr. Lorenzo Mata Jr. con la reducción de daños como su eje central, su ethos es profundo pero sencillo: mientras el camino hacia la cura total sigue siendo esquivo, minimizar el daño es primordial. Visualizan un mundo donde los médicos adopten la reducción de daños, ofreciendo un enfoque humano y compasivo, sin estigma, y anclado en las realidades de la lucha individual, especialmente contra el letal atractivo del tabaquismo.
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