Detrás de dibujos y mensajes “educativos”, la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones del gobierno de México emprendió una campaña nacional que, bajo el argumento de proteger a la juventud, refuerza una visión moralista del vapeo. En lugar de informar con evidencia científica, la institución recurre a un discurso de miedo que desplaza la ciencia y restringe la libertad de elección de los ciudadanos.
Bajo la apariencia de una historieta “educativa”, la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA) promueve una narrativa que mezcla miedo, ideología y censura científica. Un aroma peligroso no es un esfuerzo por informar: es una pieza de propaganda que perpetúa mitos sobre el vapeo y desinforma al público en nombre de la salud.
Cuando vi por primera vez la historieta Un aroma peligroso creí que sería una de esas campañas bienintencionadas que buscan informar a los jóvenes sobre los riesgos del tabaco o el vapeo. Pero nada más lejos de la realidad: bastaron un par de páginas para darme cuenta. No era educación sanitaria, era un sermón con forma de cómic. Detrás de dibujos y mensajes “educativos”, CONASAMA lanza una cruzada moral contra la ciencia y el derecho a elegir alternativas más seguras.
El argumento institucional
Es comprensible que el Estado busque proteger a los menores y actuar con precaución ante lo que considera un posible riesgo. Esa es, al fin y al cabo, su responsabilidad.
Pero cuando ese afán de cuidado se transforma en censura científica o en castigo para los adultos que buscan alternativas más seguras, deja de ser una política de salud y se convierte en una forma de control.
Y ahí está la diferencia fundamental. Un aroma peligroso no educa para decidir con libertad; adoctrina para obedecer sin preguntar.
Sinopsis
Un aroma peligroso es una historieta publicada en septiembre de 2025 por CONASAMA dentro del programa Misión Salud. Su protagonista, Tona, es un joven futbolista que se muda a la Ciudad de México y debe enfrentar una tentación moderna: el vapeo. A lo largo del relato, dos personajes caricaturescos —Nicotina y Vapiriño— intentan seducirlo con regalos, frases “cool” y la promesa de ser popular, mientras el mensaje oficial repite una idea fija: vapeo y tabaco son lo mismo.
El guión sigue un camino predecible: Tona resiste gracias al deporte, la familia y la voluntad, mientras su amigo Bruno enferma y se redime al final. Todo termina con una victoria moral y la consigna:
“Digan no a los vapes y al humo. Solo aire limpio en los pulmones”.
La última página funciona como panfleto informativo: enumera cifras de muertes por tabaco, advierte que el vapeo “enferma en semanas” y sugiere acudir a los centros CECOSAMA para recibir ayuda. En conjunto, la historieta combina caricatura y moralismo para reforzar una idea simple: cualquier forma de nicotina es un enemigo.
No es casual que CONASAMA haya elegido una historieta con personajes moralizantes para hablar del vapeo. Es la forma más cómoda de convertir el discurso prohibicionista en una lección “emocional”: que el lector sienta antes de pensar. En esa fábula, la nicotina es el villano de caricatura y los jóvenes, seres ingenuos que no pueden decidir por sí mismos. Así, entre dibujos y moralejas, el mensaje oficial logra lo imposible: simplificar la ciencia hasta hacerla desaparecer.
Al leer la historieta, queda bastante claro que Un aroma peligroso no busca explicar ni contextualizar: busca convencer por medio del miedo.
Pero, fuera de sus viñetas, la ciencia cuenta una historia completamente distinta.
Falacia 1: “Vapeo = tabaco combustible”
El cómic arranca con una frase que parece sacada de una campaña moralista:
“Somos el mismo veneno, solo cambiamos de disfraz”.
Suena dramático, ¿no? El problema es que no es cierto.
La evidencia que debería guiar las decisiones de salud pública dice otra cosa. Desde el Royal College of Physicians hasta la más reciente revisión Cochrane 2024, la literatura coincide en algo clave: vapear no es fumar. Son categorías distintas.
Los cigarrillos electrónicos reducen de forma sustancial las emisiones y, en general, la exposición a tóxicos respecto al humo del tabaco [1]. Además, hoy por hoy son una herramienta efectiva para dejar de fumar [2] entre adultos que ya lo hacen. Y lo más importante: no hay evidencia de que el aerosol del vapeo equivalga en riesgo cancerígeno al del humo del cigarro. La latencia obliga, no obstante, a mantener la cautela.
Aun así, CONASAMA insiste en meter todo en el mismo saco. ¿Por qué? Porque la simplificación vende mejor que la verdad. Porque es más fácil asustar que explicar.
Y mientras el Estado dibuja monstruos, miles de personas siguen fumando sin saber que existen alternativas menos dañinas.
Llamar al vapeo “el mismo veneno” no salva vidas. Las condena a quedarse donde están.
Falacia 2: “Los vapeadores enferman en días”
En el cómic, uno de los personajes suelta la frase como si hablara de una epidemia invisible:
“Vapear te enferma en días o semanas”.
Ni fuente, ni dato, ni contexto. Solo miedo.
La realidad es muy distinta. Ninguna revisión seria —ni de la FDA, ni de la OMS, ni de las principales revistas médicas— ha encontrado evidencia de enfermedades respiratorias agudas generalizadas entre quienes usan cigarrillos electrónicos con nicotina.
Sí, puede haber molestias: tos, irritación, sequedad en la garganta. Pero no, no existe una “enfermedad del vapeo” como la caricatura quiere hacer creer. Lo que sí existió fue el episodio de EVALI [3] en Estados Unidos en 2019, que fue causado por cartuchos ilegales de THC adulterados con acetato de vitamina E, no por vapeo con nicotina.
Lo paradójico es que CONASAMA parece ignorar incluso eso. Prefiere sembrar alarma antes que diferenciar entre productos regulados y mezclas del mercado negro.
Y claro, cuando el mensaje oficial se basa en el miedo, lo que se pierde es la confianza.
Desinformar para “proteger” no salva vidas. Solo aleja a la gente de opciones más seguras.
Falacia 3: “El vapeo es la puerta de entrada al tabaco”
Este argumento se repite tanto que ya parece verdad por repetición.
El cómic lo lanza sin pestañear: que los jóvenes que vapean “terminarán fumando”.
Pero eso, dicho sin contexto, es falso.
Los estudios que suelen citar para sostener esa idea son observacionales, es decir, muestran que hay jóvenes que probaron vapeo y luego fumaron. Pero una cosa es correlación y otra muy distinta causalidad: no prueban que el vapeo los haya llevado al cigarro.
Cuando se prohibió el vapeo en varios estados de EE. UU., aumentó el consumo de cigarrillos entre adolescentes [4]. Es decir, muchos pasaron de un producto de menor riesgo a uno más dañino. Y eso no es una teoría: es un efecto medido.
Además, investigaciones señalan que el supuesto “puente” entre vapeo y tabaco se debe más a factores de personalidad y entorno —curiosidad, rebeldía, búsqueda de pertenencia— que al vapeo en sí [5].
En pocas palabras: muchos de esos chicos ya eran fumadores o estaban en riesgo de serlo.
Pero claro, es más fácil culpar al vapeo que mirar el problema de fondo.
No hay “puerta de entrada”; hay una salida que algunos gobiernos se niegan a abrir.
Falacia 4: “No sirven para dejar de fumar”
Este punto del cómic es casi un acto de fe.
Se repite como mantra institucional: “el vapeo no ayuda a dejar de fumar”.
Pero la evidencia científica dice exactamente lo contrario.
La Revisión Cochrane (2024) [6] —una de las fuentes más reconocidas en medicina basada en evidencia— analizó 90 estudios con más de 29.000 participantes y concluyó, con alta certeza, que los cigarrillos electrónicos con nicotina aumentan significativamente las tasas de abandono del tabaco en comparación con las terapias de reemplazo de nicotina tradicionales (como parches o chicles).
Además, los efectos adversos graves fueron poco frecuentes y no difirieron significativamente entre ambos grupos.
Conclusión: los cigarrillos electrónicos con nicotina incrementan de manera sustancial las probabilidades de dejar de fumar frente a los métodos convencionales (en algunos contextos pueden incluso duplicarlas).
Y los datos no se quedan en el laboratorio.
Reino Unido, Nueva Zelanda y Suecia han integrado el vapeo dentro de sus estrategias nacionales de reducción de daños, logrando las tasas más bajas de tabaquismo en su historia.
El enfoque es simple: informar, regular y acompañar al fumador en su transición hacia alternativas menos dañinas.
Falacia 5: “Los jóvenes vapean más que nunca”
Una de las frases más repetidas en los medios y campañas oficiales es: “los adolescentes están vapeando más que nunca”.
Suena alarmante, pero los datos no respaldan esa narrativa.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2023 [7], menos del 3 % de los adolescentes mexicanos utiliza vapeadores de forma habitual y la mayoría lo hace de manera ocasional o experimental, sin un patrón sostenido de consumo.
En países donde el vapeo está regulado y monitoreado, las tendencias muestran estabilidad o incluso descenso.
En el Reino Unido, por ejemplo, el uso regular entre adolescentes se mantiene alrededor del 4 %, según el informe de Action on Smoking and Health (ASH, 2025) [8].
¿Por qué, entonces, persiste el discurso de la “epidemia juvenil”?
Porque toda cruzada moral necesita un villano, y el joven vapeador cumple ese rol a la perfección: joven, rebelde, influenciable.
Esa caricatura sirve para justificar políticas restrictivas que terminan afectando no solo a los jóvenes, sino también a adultos fumadores que buscan alternativas menos dañinas al cigarro.
No hay evidencia de una epidemia juvenil generalizada de vapeo.
Lo que existe es una epidemia de desinformación institucional alimentada por el miedo y la falta de evidencia contextualizada.
Una moraleja tan locuaz como errada: LA PROHIBICIÓN PROTEGE LA SALUD
La última lección del cómic no está en sus diálogos, sino entre líneas: la idea de que prohibir es cuidar. Y ese es, quizá, el argumento más peligroso del prohibicionismo.
En México ya lo estamos viviendo.
El Decreto publicado el 17 de enero de 2025 en el Diario Oficial de la Federación (DOF) [9] llevó la prohibición de los vapeadores y dispositivos similares al rango constitucional, consolidando un enfoque punitivo que prioriza la censura sobre la evidencia.
Meses después, la Iniciativa de Reforma a la Ley General de Salud presentada el 25 de septiembre de 2025 [10] profundizó esa línea, proponiendo endurecer sanciones y reforzar la persecución del comercio de estos productos.
¿El resultado? No menos consumo, sino más clandestinidad.
Medios nacionales han documentado cómo el mercado negro se expandió y penetró en redes de corrupción.
Un reportaje de Milenio reveló que los vapeadores pasaron del comercio informal a los bolsillos de policías corruptos [11], mientras El CEO expuso la operación de mafias dedicadas al contrabando de dispositivos adulterados en la Ciudad de México [12].
La política oficial, en vez de informar y regular, ha preferido cerrar puertas y criminalizar usuarios.
En mi opinión, esta es la joya de la corona: creer que la prohibición protege.
Pero la prohibición no protege. Expulsa. Margina a los usuarios hacia el mercado negro, donde no existe control sanitario, ni trazabilidad, ni garantías.
Hoy, el país está inundado de líquidos sin etiquetado, dispositivos adulterados y productos sin supervisión.
Y mientras eso ocurre, 65.996 personas mueren cada año en México por enfermedades relacionadas con el tabaco combustible, según datos del Banco Mundial y la OMS (agosto de 2025) [13].
El Estado no les ofrece alternativas más seguras. Les da la espalda. Todo en nombre de una moral pública que confunde control con cuidado.
Porque prohibir no es proteger.
Es abandonar.
Educación vs. adoctrinamiento
Un aroma peligroso no educa, adoctrina.
Es propaganda sanitaria con estética de cómic, un intento torpe de convertir la ideología en mensaje de salud.
Y lo más triste es que esa estrategia no protege a nadie.
No solo falla en comunicar salud, también erosiona la confianza pública, alimenta la desinformación y convierte a los ciudadanos en espectadores de su propio riesgo.
Cuando una institución como CONASAMA decide mentir para sostener su cruzada, pierde algo más que credibilidad: pierde humanidad.
Porque la salud pública no se defiende desde el miedo ni desde el castigo, sino desde la verdad, la empatía y el respeto a la libertad de elegir alternativas más seguras.
Y cuando el Estado olvida eso —cuando convierte la salud en un asunto moral— deja de cuidar para empezar a controlar.
Y ahí, inevitablemente, deja de estar del lado de la vida… y se pone del lado del dinero.
¿Quién protege a la gente cuando quien dice cuidarla le prohíbe elegir cómo salvarse?
Como advierte la crítica biopolítica inspirada en Foucault, “el poder que se disfraza de cuidado siempre termina controlando”.
Referencias
Un Aroma Peligroso – https://mision.salud.gob.mx/Archivos/historieta4/libro/index.html#p=1
Conasama – https://www.gob.mx/conasama
Royal College of Physicians – https://www.rcp.ac.uk/about-us/
Cochrane – https://www.cochranelibrary.com/es/about/about-cochrane-library
[1] “Exposure to Toxic Compounds Using Alternative Smoking Products” (Sakalauskaite et al., 2025) — International Journal of Environmental Research and Public Health. En su resumen indica que los productos alternativos (e-cigarros y productos de tabaco calentado) reducen emisiones de “sustancias dañinas y potencialmente dañinas (HPHCs)” entre 91 % y 98 % respecto al humo de cigarrillos. https://www.mdpi.com/1660-4601/22/7/1010
[2] Cochrane Review Electronic cigarettes for smoking cessation (2025). https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD010216.pub9
[3] Outbreak of Lung Injury Associated with the Use of E-Cigarette, or Vaping, Products, CDC (2019). https://archive.cdc.gov/#/details?url=https://www.cdc.gov/tobacco/basic_information/e-cigarettes/severe-lung-disease.html
[4] Flavored E-Cigarette Bans Might Increase Young Adults’ Cigarette Smoking. https://jamanetwork.com/journals/jama/article-abstract/2829692
[4] E-cigarette use as a predictor of cigarette smoking. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28167683/
[4] A Comprehensive Review of the Harmful Compounds in Electronic Cigarettes (2025). https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC12031152/
[5] The Gateway Effect of E-cigarettes: Reflections on Main Criticisms. https://academic.oup.com/ntr/article/21/5/695/4962533
[6] Revisión (Cochrane, 2024) — Electronic cigarettes for smoking cessation. https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD010216.pub8/full#CD010216-sec-0041
[7] ENSANUT (2023) Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022–2023. https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2022/
[8] Use of e-cigarettes among young people in Great Britain. https://ash.org.uk/resources/view/use-of-e-cigarettes-among-young-people-in-great-britain
[9] Decreto publicado el 17 de enero de 2025 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), que establece la prohibición constitucional de los vapeadores y dispositivos similares.
Artículo Único. Se adiciona un párrafo quinto al artículo 4° y un párrafo segundo al artículo 5° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:
Artículo 4°
Queda prohibida en todo el territorio nacional la producción, distribución, comercialización, importación, exportación y uso de dispositivos electrónicos que administren nicotina, extractos de tabaco o cualquier otra sustancia inhalable, con o sin contenido de nicotina.
El Estado implementará políticas públicas integrales de prevención, atención y tratamiento de las adicciones, priorizando la protección de la salud de niñas, niños y adolescentes.
Artículo 5°
Ninguna persona podrá dedicarse a actividades que contravengan las disposiciones del párrafo quinto del artículo 4° de esta Constitución.
https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5747305&fecha=17%252F01%252F2025
[10] Extracto — Iniciativa de Reforma a la Ley General de Salud (25/09/2025).
Artículo 282 Ter.- Para efectos de esta ley se entiende por: cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos, todo aparato o sistema mecánico, electrónico o de cualquier tecnología, que se utilice para calentar, vaporizar o atomizar sustancias tóxicas, con o sin nicotina, diferentes al tabaco, susceptibles de ser inhaladas por la persona consumidora.
Artículo 282 Quater.- Queda prohibido en todo el territorio nacional la adquisición, preparación, conservación, fabricación, acondicionamiento, producción, mezclado, envasado, transporte con fines comerciales, almacenamiento, importación, exportación, comercio, distribución, venta y suministro de cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos.
Quedan prohibidos todos los actos de publicidad o propaganda, para que se consuman cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos, a través de cualquier medio impreso, digital, televisivo, radial o cualquier otro medio de comunicación.
Artículo 282 Quinquies.- La autoridad sanitaria podrá llevar a cabo la verificación, la aplicación de medidas de seguridad y la disposición sanitaria de cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos.
Lo anterior, con independencia de las acciones que correspondan a otras autoridades en su respectivo ámbito de competencia.
Se adiciona el inciso C) al artículo 414 bis, a la luz de la reforma constitucional antes citada, tocante a la prohibición de cigarrillos electrónicos, vapeadores, sistemas similares con o sin nicotina y demás dispositivos similares en relación con la posibilidad de aplicar la medida de aseguramiento.
456 Bis.- Al que realice por cualquier medio alguna de las conductas a que se refiere el artículo 282 Quater de esta Ley, se le impondrá de uno a ocho años de prisión y multa equivalente de cien a dos mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización.
“Transitorio Segundo. La Secretaría de Salud y la COFEPRIS deberán emitir en un plazo no mayor a 90 días las disposiciones reglamentarias necesarias para la aplicación de este decreto.”
https://gaceta.diputados.gob.mx/PDF/66/2025/sep/20250926-I.pdf
[11] Los ‘vapes’ saltan del mercado negro a bolsillos de policías corruptos. https://www.milenio.com/policia/el-mercado-negro-de-los-vapes-policias-corruptos-se-unen
[12] Así operan las mafias del mercado negro de vapeadores en CDMX. https://elceo.com/investigaciones-especiales/asi-peran-las-el-mercado-negro-de-vapeadores-en-cdmx[13] Informe del Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS), agosto de 2025. https://documents1.worldbank.org/curated/en/099082725115554902/pdf/P179882-e26d15c9-2912-4b34-93a8-7a3598c19e54.pdf
Este artículo fue adaptado para su publicación en Vaping Today. Publicación original: LAS FALACIAS DE CONASAMA EN *UN AROMA PELIGROSO*. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.
