El político keniano Ukur Yatani promueve impuestos y una visión del vapeo que no solo es equivocada, sino que atenta contra la salud de los fumadores.
Conoce a tu enemigo, como dice el refrán.
Si vamos a ganar la guerra contra el tabaquismo, que se dice que mata aproximadamente a 8.100 kenianos cada año, debemos saber qué lo hace tan mortal y tomar las medidas correspondientes para abordar esos problemas. Las reacciones instintivas, como se propone en el Proyecto de Ley de Finanzas 2022/23, no son la respuesta. Lamentablemente, demasiados legisladores en nuestro país malinterpretan el problema hasta el punto de que no pueden distinguir a un amigo de un enemigo.
Un enfoque equivocado
A juzgar por su discurso sobre el presupuesto la semana pasada, el secretario del Tesoro Ukur Yatani es uno de los que operan, quizás sin darse cuenta, bajo algunos conceptos erróneos ampliamente difundidos. Sus impuestos prohibitivos propuestos son una declaración de guerra a los productos alternativos de nicotina. Al hacerlo, sin saberlo, reconoce que no aprecia el enorme impacto beneficioso que estos productos están teniendo en todo el mundo para reducir el consumo de tabaco. Dada la importancia del asunto en cuestión, es justo que se reprenda a Yatani si sus argumentos no cuadran. Y no cuadran.
Es evidente por sus propias declaraciones acerca de los nuevos impuestos sobre los cigarrillos electrónicos y la nicotina líquida, y por las respuestas de los activistas que los han acogido, que estos impuestos pretenden ser una medida contra el tabaco. Pero la nicotina no es tabaco. Según lo declarado por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de los EE. UU., es la mezcla de sustancias químicas en el humo del tabaco, no la nicotina, lo que causa enfermedades graves y la muerte en los consumidores de tabaco. Con productos alternativos de nicotina, como bolsas y vaporizadores, no hay tabaco ni combustión. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la nicotina no causa cáncer y, por lo tanto, cualquier riesgo se reduce significativamente.
Aun así, Yatani declara: “Estos productos continúan afectando negativamente la salud de nuestros ciudadanos”. No cita ninguna evidencia, y esta afirmación va en contra de la investigación local e internacional que muestra que los productos de reducción de daños del tabaco, como las bolsas y los vaporizadores, son una herramienta cada vez más eficaz para ayudar a los fumadores adultos a dejar de fumar cigarrillos.
Lecciones por aprender
Las instituciones de salud pública de todo el mundo, incluidos los EE. UU., Reino Unido, Francia, Canadá y Nueva Zelanda, han concluido que vapear es menos dañino que fumar. En octubre, los reguladores del Reino Unido allanaron el camino para que el Servicio Nacional de Salud prescribiera vaporizadores como una herramienta para dejar de fumar. Mirando más de cerca, un grupo de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nairobi concluyó recientemente que, en lugar de ser una fuente de daño como el tabaco tradicional, los productos de nicotina sin tabaco pueden reducir las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
El secretario también parece haberse tragado la afirmación infundada de que los vaporizadores son un «iniciador» del tabaquismo. Sin embargo, los estudios realizados por la ONG antitabaco ASH muestran que el 97% de los 3 millones de vapeadores del Reino Unido son fumadores o exfumadores. Su afirmación de que el vapeo empeora la adicción ignora la evidencia de que, aunque los vapeadores inicialmente anhelan la misma fuerza de nicotina que obtienen del tabaco, muchos reducen gradualmente su nivel de consumo de nicotina y eventualmente la dejan por completo.
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: Treasury CS Ukur Yatani’s case for nicotine taxes doesn’t add up. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a [email protected].
