¡Vuelve y juega! La OMS en su informe más reciente sataniza los “nuevos y emergentes productos” administradores de nicotina. Esto ha provocado la reacción mundial de grupos civiles, científicos y defensores del vapeo que rechazan la ola desinformativa de la organización.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su reporte anual sobre el estado de la pandemia del tabaquismo a nivel global, y los sistemas de administración de nicotina se ven nuevamente ultrajados. Con afirmaciones fuera de todo análisis científico o médico, el reporte insta a los gobiernos a intensificar las prohibiciones utilizando argumentos basados en estudios con más de 5 años de antigüedad. Este nuevo ataque con tan débiles argumentos ha provocado reacciones de rechazo en todo el mundo.
Reacciones al informe
La World Vapers’ Alliance se manifestó en contra de la OMS afirmando que “entre las teorías gastadas y desacreditadas vendidas por el informe de la OMS (…) se encuentra la llamada teoría del efecto puerta de entrada, pues postula que vapear conduce a fumar. Esta teoría, peligrosa y engañosa, ha sido refutada desde hace mucho tiempo por numerosos estudios, así como por estudios de caso nacionales, como en Inglaterra, donde más de 50,000 fumadores usan vaporizadores como puerta de entrada para no fumar cada año.
La OMS directamente dice que “Los SEAN/SESN no deberían promocionarse como ayuda contra el tabaquismo hasta que se disponga de datos científicos adecuados y la comunidad de salud pública llegue a un acuerdo sobre la eficacia de estos productos en concreto(…)”, afirmación que ignora todos los datos obtenidos en el Reino Unido, por ejemplo. La entidad de Salud Pública de este país afirma que el uso de vaporizadores como terapia de reemplazo para la cesación tabáquica es la herramienta preferida y más eficaz entre los pacientes, puesto que anualmente se llegan a beneficiar más de 50 mil fumadores que buscan una mejoría en sus vidas.
Derek Yach, presidente de la Fundación para un Mundo libre de Humo (Foundation for a Smoke-Free World) acierta al decir que “la lenta desaceleración en el uso de cigarrillos combustibles es una acusación seria a la organización y sus socios de Bloomberg, que se han centrado en la retórica excesiva en lugar de actuar, socavando el verdadero progreso. Los mecanismos de reducción del consumo habituales, como las políticas arancelarias, se han quedado muy rezagados en la mayoría de los países en desarrollo, y el fracaso ha sido masivo al ayudar a los fumadores a dejar de fumar, con médicos que rara vez participan y terapias de reemplazo de nicotina no disponibles. Esto a pesar de que Bloomberg ha invertido más de mil millones de dólares en estos países».
Además, Yach considera que el control de tabaco de la OMS, tras 20 años de ejecución, es defectuoso, lo cual queda en evidencia con la baja efectividad que ha tenido. Hoy en el mundo hay más de mil millones de fumadores y 8 millones de personas mueren anualmente por enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
La paradoja de la OMS
El Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la OMS hasta el momento ha logrado adherir a 182 países a este tratado que busca proteger a la población del consumo de tabaco, ofrecer ayuda para la cesación, hacer cumplir las regulaciones y aumentar los impuestos sobre este producto. Oficialmente, dicen que es “un convenio histórico en la promoción de la salud pública basado en pruebas científicas, [que] reafirma el derecho de las personas a gozar del nivel más alto posible de salud que puedan alcanzar, establece un marco jurídico para la cooperación sanitaria internacional y fija criterios rigurosos para su cumplimiento(…)”.
Sin embargo, el profesor Peter Hajek, director de la Unidad de Investigación de la Dependencia del Tabaco de la Universidad Queens Mary en Londres, asegura que “dados los grandes beneficios que [el vapeo] traerá a la salud pública, es paradójico que la OMS haya adoptado una postura estridente antivapeo que corre el riesgo de evitar esta transición. Este nuevo informe continúa con esa tradición: pide la prohibición de las alternativas menos riesgosas mientras el tabaco se vende libremente, presenta pruebas erróneas y debe ir acompañado de una gran advertencia sanitaria roja”.
Aparentemente la OMS no ha logrado distinguir entre el consumo de tabaco y el de nicotina. Particularmente, no está dispuesta a aceptar nuevas alternativas que han demostrado su eficacia, aceptación social y seguridad. Una de las voces más reconocidas en el ámbito científico del vapeo, la Dra. Jamie Hartmann-Boyce, jefe investigadora de comportamientos de salud en la Universidad de Oxford, señala que “la nicotina es adictiva, pero no es lo que causa el daño al fumar. La evidencia demuestra que los cigarrillos electrónicos con nicotina pueden ayudar a las personas a dejar de fumar y que son considerablemente menos dañinos. El último informe de la OMS no debería disuadir a las personas que fuman de cambiarse a un producto alternativo, uno que, según la evidencia, es menos dañino para ellos y quienes los rodean”.
A pesar de esto, la OMS mantiene su posición, ignorando o refutando los datos actualizados, e invita a aquellos gobiernos que no tienen prohibidos los productos de vapeo a que no permitan la circulación de información respecto a “sus bondades sanitarias” para garantizar que no se vean comprometidas las actividades de su lucha antitabaco.
Conclusiones
La lucha antitabaco que la OMS viene liderando desde hace más de 15 años ha dividido las opiniones frente a la efectividad real que ha tenido, puesto que, aunque los niveles de consumo de tabaco han disminuido ligeramente, las cifras de consumo y muerte siguen siendo alarmantes.
Lo anterior lleva a pensar que la Organización Mundial de la Salud maneja sus asuntos con una doble moral y que incumple varias de las misiones que tiene como organización. Por ejemplo, uno de los principios básicos del CMCT es buscar y garantizar “la cooperación internacional, particularmente la transferencia de tecnología, conocimientos y asistencia financiera, así como la prestación de asesoramiento especializado, con el objetivo de establecer y aplicar programas eficaces de control del tabaco(…)”. Sin embargo, constantemente la organización busca deslegitimar los estudios y datos obtenidos en programas de salud como el británico.
El mismo apartado menciona la importancia la cooperación económica internacional. Sin embargo, saltan a la memoria los estragos realizados por Bloomberg en las naciones de Asia Pacífico, América y los países caribeños, donde la OMS recibe subvenciones directas de Bloomberg Philanthropies para luchar contra el tabaquismo en forma de litigios contra las tabacaleras e, incluso, de organizaciones gubernamentales que se dedican a desprestigiar y poner trabas al vapeo.
Dichas “ayudas económicas” resultan generalmente en publicidad engañosa con datos incoherentes, figuras sensibleras o programas educativos que, supuestamente, disuaden a los jóvenes de consumir tabaco. En realidad son un gasto inútil e innecesario, pues la misma suma de dinero podría usarse en estudios científicos o programas serios que sí contribuyan a la reducción del consumo de tabaco o que, por lo menos, tengan un contacto directo y sensato con los consumidores.
El Reporte Global de la Epidemia del Tabaco 2021 deja así un manchón en la ventana de la próxima COP9, donde se espera que el gobierno británico eleve su voz a favor de los sistemas de administración de nicotina y sus consumidores, para que con su experiencia, datos y exitosos programas de ayuda a los fumadores sea el faro que tanto le hace falta al programa antitabaco de la OMS.
Este artículo es una publicación original. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.
