Reino Unido registra avances admirables en la reducción del tabaquismo. Este progreso coincide en buena medida con la expansión del vapeo. ¿Coincidencia?
La New Nicotine Alliance (NNA) trae un reporte donde analiza la afirmación de Frontier Economics que asegura que Reino Unido terminará su carrera por ser un país “libre de humo en 2040” incluso una década antes. Este objetivo es posible gracias a las políticas de reducción del tabaquismo que han permitido una disminución radical de este hábito y al cigarrillo electrónico que, junto a las demás nuevas tecnologías para el consumo de nicotina, juegan un papel indispensable para alcanzar el 5% de prevalencia tabáquica o menos.
La meta de reducir el tabaquismo se enfoca en lograr, en un futuro no tan lejano, que se pueda reducir la prevalencia del tabaquismo a, por lo menos, un 5% y que este logro pueda mantenerse en el tiempo. Sin embargo, el consumo de nicotina en el mundo está muy lejos de desaparecer. Al contrario, en países de ingresos medios y bajos el consumo de tabaco aumenta pese a las políticas socioeconómicas restrictivas y prohibitivas, que han dejado claro que el mercado gris y negro está activo y es suficiente para cubrir la demanda.
Tristemente, en la mayoría de los casos este problema no recibe la atención necesaria de los gobiernos.
Medidas efectivas
Basándose en encuestas de los Servicios Nacionales de Salud (NHS) de Reino Unido y la Encuesta Anual de Población de este mismo país, Phillip Morris Limited y Frontier Economics han realizado un análisis alrededor de la pregunta sobre cuándo puede Inglaterra llegar a estar libre de humo.
Gracias a este análisis se ha descubierto que las políticas vigentes sobre el tabaquismo y el respaldo hacia el vapeo como terapia de cesación han logrado reducir el tabaquismo del 27% en la década de 1990 a un 14% en 2018. Cabe anotar que la caída en la prevalencia de este hábito se acentúa tras la aparición del cigarrillo electrónico en el Reino Unido.
En el camino correcto
Según el portal de NNA, el informe del que sale la predicción se preparó para Philip Morris International. La organización también señala que, a pesar de las buenas perspectivas, es aconsejable desconfiar de los pronósticos futuros basados en las tendencias actuales, como lo hace el informe Frontier. No obstante, no deja de ser un ejercicio útil en el arte de lo posible y suscitó una interesante velada de debate.
Junto con el Dr. Roger Henderson, columnista del Sunday Times y The Spectator, y Mark Littlewood, director general del Instituto de Asuntos Económicos, Sarah Jakes, presidenta de NNA, expuso en el panel que siguió a la breve presentación del informe por parte de Nick Fitzpatrick de Frontier Economics.
En este espacio, Sarah Jakes recalcó que la perspectiva de la NNA se basa en que no existen dos fumadores iguales y, por tanto, es destacable que existan alternativas nuevas y más seguras para el consumo de nicotina, situación que siempre es subestimada por los legisladores ingleses así como por los defensores de la salud pública.
“El hecho de que los fumadores anteriormente hayan comprado en un mercado el tabaco, que ha estado casi totalmente libre de innovación durante muchas décadas, no significa que las alternativas más seguras se adoptarán en gran número si se limitan a productos homogéneos que no pueden satisfacer una amplia gama de necesidades, gustos y patrones de uso de la nicotina”, menciona Jakes.
Los planes gubernamentales para el control del tabaco parecen ser loables, ya que han reconocido esto y lo ideal es “maximizar la disponibilidad de alternativas más seguras que fumar”. Sin embargo, los gobernantes de la Unión Europea se resisten a la regulación del snus.
Puntos clave
Nick Fitzpatrick, gerente de Frontier Economics, menciona dos claves importantes que salen a flote en el reciente análisis:
“La prevalencia del tabaquismo ha caído del 27% a mediados de la década de 1990 al 14,5 % en 2018. Una parte importante de esto proviene del cambio a los cigarrillos electrónicos: alrededor de 1,7 millones de exfumadores se han convertido por completo a los cigarrillos electrónicos en Inglaterra.
Existe una variación generalizada en la prevalencia del tabaquismo en todo el país. En Kingston-upon-Hull, el 26% de los adultos fumaba en 2017 en comparación con el 6% en Richmond upon Thames. Las áreas más desfavorecidas tienden a tener tasas de prevalencia de tabaquismo más altas”.
Esto suscita la implementación de planes sociales para la prevención del consumo en las áreas más desprotegidas del Reino Unido y la necesidad de brindar una mayor facilidad de acceso a las nuevas tecnologías.
Lo anterior no es una propuesta nueva, pues el gobierno británico se ha encargado de facilitar el uso de vaporizadores y ha incentivado el cambio del cigarrillo tradicional. Sin embargo, es indispensable fortalecer esta estrategia para lograr el plan nacional que se proyecta para 2040.
La diversidad de estilos y gustos en los fumadores hace compleja la implementación de estrategias de salud con perspectiva social para la cesación tabáquica debido a la limitada oferta de sustitutos que realmente satisfagan al cesante. Es entonces donde las nuevas y mucho más seguras tecnologías para el consumo de nicotina cierran la brecha y amplían su cobertura, garantizando resultados positivos para la sociedad inglesa.
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