En mayo pasado la Cámara de Representantes de Filipinas aprobó un proyecto regulatorio para sistemas de suministro de nicotina no combustible, convirtiéndose en un ejemplo para la región. De allí nace el liderazgo de una coalición que busca educar, defender y representar el derecho de los consumidores adultos. ¿Es Filipinas un faro sobre el Pacífico?
El gobierno filipino ha intentado prohibir el uso del cigarrillo electrónico y de cualquier otra opción de riesgo reducido en muchas oportunidades. Incluso intentaron imponer una edad mínima de compra de 25 años de edad y prohibir cualquier sabor diferente a tabaco y mentol. Sin embargo, en mayo la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley muy prometedor e incluyente. Esto atrajo la atención de todas las organizaciones pro-vapeo de la región Asia-Pacífico, pues el proyecto, que se encuentra a poco de ser aprobado, es progresista y va en contra de la experiencia que han sufrido las islas.
¿Qué opinan los defensores de la reducción de daños?
Peter Dator, presidente del grupo de vapeadores Vapers PH y miembro de Coalition of Asia Pacific Tobacco Harm Reduction Advocates (CAPHRA), confía en la decisión que el Senado de su país tomará en septiembre, ya que el proyecto de ley ha sido trabajado en conjunto con las autoridades locales y los grupos defensores del vapeo. Además, es una oportunidad para superar un gran problema con el tabaco: Filipinas cuenta con una mortalidad relacionada al tabaquismo superior a las 90 mil muertes. “Esto debe aprobarse para garantizar que millones de fumadores filipinos sigan teniendo acceso a productos de nicotina más seguros. Al mismo tiempo, los vapers existentes deben mantener el acceso a su producto de elección para evitar que vuelvan a los cigarrillos”, menciona Dator. Lograr este propósito demanda una legislación que brinde alternativas a un país con prevalencia de consumo de tabaco sobre el 24%.
Clarisse Virgino, vocera de Filipinas en la CAPHRA, coincide en que “Es vital que esta legislación obtenga la aprobación del Senado. Dará a los consumidores una mejor protección permitiéndoles elegir productos de riesgo reducido genuinos a un precio razonable. Una regulación justa también erradicará cualquier mercado negro o cualquier vendedor que no esté autorizado para vender productos de riesgo reducido, dando prioridad a la seguridad de los consumidores”. Adicionalmente, sería una consolidación del estado independiente de sus decisiones, dando un espaldarazo a las intromisiones que han sufrido por parte de filantropistas extranjeros.
Una nueva lucha
CAPHRA, de la mano con grupos pro-vapeo de la región Pacífica de Asia, se encuentra promoviendo una petición en CHANGE.org en relación con las recientes afirmaciones de la OMS en las que insiste en equiparar el vapeo y el cigarrillo de combustión e, incluso, insta a los gobiernos a tratar la situación con más rigor y medidas más drásticas.
Con el hashtag #Right2Switch se difunde la idea de que “la reducción de daños es un derecho humano básico y uno de los pilares de la OMS, que ‘al servicio de la salud pública en todo momento, [debe] anteponer los intereses de la salud de las personas’”. El objetivo de la campaña es recolectar firmas para alzar la voz frente a las acusaciones contradictorias que hace la OMS contra el vapeo.
Esta coalición de defensores es voluntaria y sus integrantes no reciben ningún tipo de fondos o financiación. Todo el trabajo es colaborativo y busca favorecer la educación sobre el vapeo. Su objetivo es velar por los derechos de los vapeadores y el acceso libre e informado a alternativas y dispositivos de riesgo reducido.
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