Vaping Today invita a sus lectores a hacer un ejercicio de futurología. ¿Cómo será el mundo (y la reducción de daños) después de la pandemia?
El transporte público se detuvo. Comercio cerrado. Clases suspendidas. Muchas personas enfermaron al mismo tiempo y los hospitales colapsaron por no poder atender a tantos pacientes. Los médicos seguían pidiendo a la población que se quedara en sus casas, y que si necesitaban salir a la calle, no lo hicieran sin mascarillas, evitaran el contacto con otras personas, sobre todo en lugares cerrados, y que nunca se estrecharan la mano. La gente debería saludar solo con una ligera inclinación de cabeza.
En la prensa se leyó de todo: críticas a la inoperancia de los gobiernos, testimonios de políticos que intentaban minimizar el problema, comerciantes intentando impedir el cierre, anuncios de sustancias milagrosas y medicamentos inflados que supuestamente podrían tratar o prevenir la enfermedad.
El mundo de principios del siglo XX todavía intentaba recuperarse de los cuatro años de la Primera Guerra Mundial, que había empezado en 1914. Solo en dos años, entre 1918 y 1920, por lo menos uno de cada cuatro habitantes del planeta había sido infectado por un virus que luego se sabría del linaje del H1N1. Este causó la muerte de más de 50 millones de personas (algunos estudios sugieren el doble), 40 millones más que las bajas estimadas de la gran guerra. La epidemia que, según algunos historiadores, debe haberse iniciado en una base militar en Kansas o en campamentos militares de la Gran Bretaña o Francia, sería conocida como la Gripe Española, por la amplia cobertura de la prensa de aquél país después de que se infectara el rey Alfonso XIII.
¿Y en el siglo XXI?
Nuestras sociedades son muy distintas de las de hace cien años. No acabamos de pasar por una guerra mundial y tenemos grandes ventajas tecnológicas. Sin embargo, es posible establecer un paralelismo con nuestra época e intentar pronosticar qué podemos esperar de los años siguientes, al final de esta crisis sanitaria.
Después de la epidemia en Italia nacía el fascismo y Primo de Rivera llegaba al gobierno español. Las mujeres empezaban a obtener el derecho a votar en muchos países. Nacía la Unión Soviética, el movimiento por los derechos humanos en India y Charles Lindbergh atravesaba el océano Atlántico en su avión mientras surgían las mafias neoyorquinas con la ley Seca. Scott Fitzgerald retrataba en sus textos el deseo, las libertades, el hedonismo y el optimismo en un mundo que bailaba el foxtrot en una década en la que se popularizarían el jazz y el tango. Llegaron Metrópolis, Un perro andaluz y el cine hablado; Bauhaus y el Art Déco; Coco Chanel y mujeres fumando en público; el premio Óscar, el nacimiento de la televisión, el descubrimiento de la penicilina, la Gran Depresión de 1929 y la ascensión del nazismo.
Sin querer hacer un ejercicio estéril de futurología, sí que nos gustaría saber qué piensan ustedes que podrá ocurrir (o qué desean que ocurra) en el futuro próximo, que seguramente estará marcado por el fin de la pandemia. Envíennos su comentario contestando la pregunta:
Después del fin de la pandemia, ¿qué escenarios, cambios o desarrollos podemos esperar en los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la industria, el comercio, la política o la cultura en relación con el paradigma de la reducción de daños por tabaquismo, el derecho de autodeterminación en la salud y las alternativas menos riesgosas al consumo de nicotina?
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