COFEPRIS queda en ridículo al presentar un análisis de líquidos para vapear, mientras ProVapeo México, representante de la sociedad civil, enseña cómo tratar con seriedad el tema del tabaquismo.
En México, 13,1 % de los adultos fuman y alrededor del 0,6 % de la población utiliza vapeadores, según el Informe sobre el Control del Tabaco en la Región de las Américas 2022, de la Organización Panamericana de la Salud, y la encuesta de la Comisión Nacional contra las Adicciones 2022, respectivamente.
En este país las Terapias de Reposición de Nicotina tienen un mercado estimado en 2,2 millones de euros y 47.320 personas mueren cada año a causa del tabaquismo. Sin embargo, en la batalla en contra del vapeo, el producto de reducción de riesgos y daños más popular, tiene agentes externos que, como señores de la guerra, patrocinan los ataques mientras el propio gobierno crea sucesivas zanjas defensivas que al fin y al cabo resultan en la preservación de un status quo de censura, desamparo y exclusión de los consumidores en el diálogo sobre sus propios intereses. Esto crea la necesidad del uso recurrente del poder judicial contra una violencia estatal y, sobre todo, la perpetuación del tabaquismo como única opción para los usuarios de nicotina.
El último ataque
El pasado 18 de octubre se ha presenciado un capítulo más de la historia del antagonismo tragicómico mexicano en contra del vapeo: Alejandro Svarch Pérez, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) aseguró en una transmisión pública que hay al menos 33 sustancias nocivas para la salud en los cigarrillos electrónicos, incluido un químico para matar cucarachas y moscas:
“Dimetil éter (sustancia altamente inflamable); alcohol bencílico (usado en jabones y productos de limpieza); propriomato de etilo (el mal olor del sudor); linalool (para eliminar moscas y cucarachas)” son algunas de las sustancias encontradas por el estudio cromatográfico realizado por COFEPRIS, que ha generado una gran consternación entre la comunidad de usuarios y científicos.
La organización de la sociedad civil ProVapeo México no ha tardado en manifestarse. Basándose más en las evidencias científicas y menos en el sentido común, el comunicado de ProVapeo que reproducimos, además de aclarar magistralmente el tema, procura alejar el pánico moral y promocionar un diálogo maduro en la sociedad mexicana.
LOS COMPUESTOS “OCULTOS” QUE COFEPRIS ENCONTRÓ EN VAPORIZADORES: UN ACTO DE PROPAGANDA
El 18 de octubre de 2022, en plena conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), Alejandro Svarch Pérez, presentó la campaña denominada «Déjalo Ya» y reportó el hallazgo de 30 compuestos “ocultos” mediante un análisis del líquido de un vaporizador[1].
Como reacción ante ese «hallazgo», la COFEPRIS invita a no consumir y utilizar los dispositivos de vapeo «por los daños irreversibles que causan a la salud«, desconociendo la evidencia científica acumulada a nivel mundial que comprueba que los cigarros electrónicos son significativamente menos dañinos que el cigarro de tabaco y constituyen una alternativa de reducción de daños que puede ayudar a millones de fumadores.
En su presentación, la COFEPRIS presume que “… desarrolló una nueva metodología, de las primeras en el mundo, para analizar vapeadores y su contenido. Esto marca un hito en la regulación de estos dispositivos y un precedente para otras agencias del mundo”[2]. Esas afirmaciones son completamente desproporcionadas e incorrectas: la técnica de análisis utilizada por COFEPRIS (cromatografía de gases y espectroscopía de masas GC-MS) no es nada novedosa, es harto conocida y ha sido utilizada desde la década de los ochenta en el análisis químico, sobre todo para la detección de compuestos orgánicos volátiles (COV).
En el documento de Resultados y Procesos del Análisis[3], la COFEPRIS describe los compuestos hallados como no diseñados para ser ingeridos y de alta toxicidad. Sin embargo, esa caracterización no se sostiene con base en el mismo documento, ya que al menos 25 de los 30 compuestos hallados son saborizantes incluidos en la lista de aditivos o coadyuvantes en alimentos, bebidas y suplementos alimenticios, que la misma COFEPRIS ha aprobado y que “se podrán utilizar de manera inmediata, toda vez que han sido evaluados y aprobados por la Secretaría«[4]. Y desconociendo esa calidad de aditivos permitidos, la propia COFEPRIS hizo afirmaciones alarmistas sobre algunos de ellos, como el linalol, del que manifestó es «usado como insecticida«, el eugenol, que señaló «se emplea para matar peces en acuarios» o el alcohol bencílico, que dice es «empleado en jabones, cremas y productos de limpieza«.
El análisis de la COFEPRIS únicamente examinó la presencia de COV en el líquido de un solo vaporizador, lo cual pone en duda la afirmación del comisionado Svarch sobre daños a la salud que los compuestos hallados supuestamente producirán a los usuarios de los dispositivos. Respecto a las afirmaciones hechas por COFEPRIS, es preciso aclarar que no es exacto que los usuarios absorberán los compuestos tal y como fueron reportados, pues no ingieren el líquido, sino que inhalan el aerosol producido por su vaporización. Esto es relevante, ya que la composición química del aerosol es distinta de la del líquido, por lo que toda afirmación objetiva sobre riesgos a la salud por el uso de vaporizadores requiere obligatoriamente un análisis de la composición química del aerosol, lo que no fue realizado por COFEPRIS.
Los resultados del análisis de COFEPRIS solo mencionan la lista de los compuestos detectados, no sus concentraciones en el líquido (que bien podrían haber sido cuantificadas mediante la técnica de análisis utilizada). Evidentemente, a mayor sensibilidad de la instrumentación más compuestos serán detectados, pero esta información es, en sí misma, poco relevante para valorar la calidad química del líquido e inferir los riesgos sanitarios que podrían derivar de su consumo en forma de aerosol. De hecho, según la normativa de la clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas de la Unión Europea, que rige la evaluación química y toxicológica de los líquidos de vaporizadores[5], los fabricantes no están obligados a reportar componentes en una mezcla que se encuentren por debajo del 0,1 % de la concentración final, ya que se considera que estos constituyen trazas despreciables sin implicación toxicológica[6].
Cabe resaltar el término “ocultos” utilizado por COFEPRIS en su comunicado, al referirse a los compuestos detectados en su análisis. Con esta narrativa la COFEPRIS pretende revelar al público un intento deliberado de los fabricantes por engañar a usuarios al solo declarar en el etiquetado al propilenglicol, la glicerina, la nicotina y saborizantes como componentes del líquido, omitiendo así manifestar la presencia de los otros 30 compuestos (supuestamente tóxicos) que se detectaron. Sin afán de defender al fabricante del único producto analizado (cuya identidad desconocemos), es menester aclarar que ningún producto de consumo o medicamento desglosa en sus envases o etiquetado la lista total de componentes que surgen de un análisis químico detallado (estos pueden ser decenas, cientos o miles), la ley solo obliga a proporcionar al consumidor la lista de componentes principales.
Por último, es necesario enfatizar que es el deber y la misión institucionales de COFEPRIS informar y proteger de riesgos sanitarios a consumidores y a la sociedad en general, sometiendo a todo producto de consumo a análisis, incluyendo cuando corresponda a análisis químico, en forma eficaz y transparente, sin ocultar información.
Llevar a cabo este servicio público requiere la debida legalización y regulación de los productos. Desafortunadamente, en la realización y difusión del análisis del líquido de un vaporizador COFEPRIS no ha procedido de acuerdo a esta misión, sino con el afán propagandístico de apoyar una prohibición inconstitucional y absurda de los vaporizadores, contribuyendo así a fomentar lo que todos lamentamos: la existencia de un mercado irregular de vaporizadores en el que cada día aumenta la cantidad de productos de baja calidad y origen desconocido, cuya distribución por redes de mercado negro pone en riesgo a los consumidores por la falta de controles de calidad y no impide que los menores de edad los adquieran.
Ciudad de México, 20 de octubre de 2022
Pro-Vapeo México, A.C.
Referencias
[1] https://www.gob.mx/cofepris/articulos/cofepris-detecta-en-vapeadores-sustancias-toxicas-no-declaradas-en-empaques?idiom=es
[2] https://www.gob.mx/cofepris/galerias/cofepris-detecta-en-vapeadores-sustancias-toxicas-no-declaradas-en-empaques-317519?idiom=es
[3] https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/769233/An_lisis_cromatogr_fico_detecta_sustancias_t_xicas_en_vapeadores.pdf
[4] ANEXO XI. Saborizantes, 27 de mayo de 2021. https://www.gob.mx/cofepris/documentos/anexo-xi
[5] Reglamento (CE) Número 1272/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo. Clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas, y por el que se modifican y derogan las Directivas 67/548/CEE y 1999/45/CE y se modifica el Reglamento (CE) número 1907/2006. https://www.boe.es/doue/2008/353/L00001-01355.pdf
[6] Ver Tabla 1.1, página 38. Valores de corte genéricos, del documento referido en [5]
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original:Comunicado de prensa. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.