En medio de las dificultades que atraviesa la economía como consecuencia de la pandemia, ahora la industria del vapeo, particularmente la de e-líquidos, sufre un parón de actividades que no fue causado por la COVID.
Tras un año de pandemia que ha afectado económicamente a todas las industrias, ahora sectores de la manufactura petrolera en el estado de Texas, Estados Unidos, han sufrido un parón causado por una fuerte tormenta sin precedentes. Como consecuencia, la fabricación de propilenglicol, ampliamente usado por la industria del vapeo, está comprometida. Este obstáculo se suma a la prohibición de transportar cualquier artículo relacionado con el vapeo en el sistema de correos estadounidenses, que fue un golpe bajo y estratégico a la industria de ese país.
¿Qué es el propilenglicol y dónde lo fabrican?
El propilenglicol, un alcohol superdenso, más denso que el agua pero soluble en ella, es uno de los compuestos más utilizados en la industria global, desde la farmacéutica hasta la metalmecánica. Por ese motivo es uno de los insumos con más demanda en el mundo.
Su aplicabilidad se debe a sus características fisicoquímicas, que no son ajenas a la industria del vapeo. En esta llega a representar el 15% de la composición de e-líquidos y hasta un 60% de la composición de algunas sales.
La fabricación de este insumo depende en este momento de la industria petroquímica. Grandes fabricantes en Estados Unidos, China, India y Corea del Sur suplen la demanda mundial. Sin embargo, este diol debe cumplir con los estándares United States Pharmacopeia (USP) y European Pharmacopeia (EP) para su uso farmacéutico y alimenticio. Esta condición ubica a los Estados Unidos como el principal fabricante.
El hielo puso en jaque al petróleo
A inicios de febrero de 2021 gran parte de los Estados Unidos fueron azotados por una tormenta invernal que tomó por sorpresa a muchos estados. Texas fue uno de los más afectados, pues no suele tener este tipo de climas. Las industrias petroquímica y energética de esta región sufrieron daños importantes. Más de 1,5 millones de personas se quedaron sin electricidad durante el invierno.
Como resultado, también la producción de propilenglicol, e incluso de glicerina, sufre un retraso en las metas de producción habituales. Se habla de un incremento del precio entre el 160% y el 300% para el segundo trimestre, mientras las expectativas de retomar la producción este año son bajas. De hecho, se cree que el sector petroquímico norteamericano logrará recuperarse del todo hasta finales de 2021.
Así las cosas, se avecina una probable alza en los precios de los e-líquidos para mediados y finales de 2021. Aunque el margen de ganancia que deja esta industria podría cubrir el alza, ya no cuenta con la misma comodidad de hace unos años debido a las medidas arancelarias y de transporte que rigen en Estados Unidos. La exportación de dicha materia prima también se verá afectada, y las industrias alimentaria y cosmética serán las más perjudicadas.
En el resto del mundo también podemos esperar un alza en el precio de algunos e-líquidos. Sin embargo, varios estudios de mercado apuntan a un aumento significativo en la demanda para 2025, que va de la mano con la consolidación y estandarización de la producción en Asia y Suramérica.
Cabe anotar que esta situación no es motivo de pánico ni alarma. Es muy poco probable que haya una escasez de líquidos para vapear, así que no hay necesidad (aún) de acaparar como lo hicimos con el papel higiénico al inicio de la pandemia.