Autor y editores defienden el indefendible estudio de Stanford sobre la relación entre vapeo y COVID.
En agosto de 2020 hablé de un estudio de la Universidad de Stanford publicado en el Journal of Adolescent Health (JAH) que afirmaba que los jóvenes que alguna vez usan cigarrillos electrónicos tienen entre cinco y siete veces más probabilidades de ser diagnosticados con COVID-19.
Un grupo de investigadores de reducción de daños escribió después que las afirmaciones son inverosímiles y que los resultados «son tan sospechosos que no se puede confiar en las conclusiones extraídas [sic]. (…) El artículo debe retirarse» [vea aquí y aquí].
El JAH publicó recientemente cuatro cartas al editor con respecto a ese estudio (disponible aquí). Las cartas recibieron respuesta de solo uno de los tres colaboradores originales: la autora principal, Bonnie Halpern-Felsher. Y uno se pregunta por qué sus coautores no firmaron la respuesta.
La respuesta de Halpern-Felsher hizo que cinco cofirmantes de otras cuatro instituciones defendieran el artículo que no habían escrito. Además, los editores de JAH escribieron su propia respuesta. Allí reconocieron que tenían problemas con el artículo de Halpern-Felsher.
Las cuatro cartas se centraron en una variedad de temas, incluidos estos puntos clave:
1. Halpern-Felsher escribe: «Ajustamos nuestra muestra para que sea representativa de la población de EE. UU.».
Halpern-Felsher afirmó incorrectamente que sus resultados se aplican a todo Estados Unidos.
El grupo que pidió la retractación señaló que la cantidad de participantes que Halpern-Felsher afirma que fueron testeados por COVID habría representado casi la mitad de los 10,4 millones de pruebas del país (aquí). Pero los jóvenes y los adultos jóvenes rara vez se sometieron a pruebas al inicio de la pandemia.
En la siguiente tabla, utilizo la Encuesta Nacional de Tabaco en Jóvenes de 2020 y la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de 2019 (la más reciente disponible) para estimar si las poblaciones de 13-17, 18-21 y 22-24 años de edad fueron o nunca fueron usuarios de cigarrillos electrónicos. Luego multiplico estos números por los porcentajes que tenían un diagnóstico positivo de COVID-19, de acuerdo con la Tabla 1 en la respuesta de Halpern-Felsher.
Número de casos de COVID entre jóvenes y adultos jóvenes en los EE. UU. el 14 de mayo de 2020, según la Dra. Bonnie Halpern-Felsher | |||
Grupo de edad (años) | Populación* | Porcentaje de COVID+ ** | Número COVID+ |
3-17 | |||
Nunca ha vapeado | 13,461,250 | 0.47 | 63,268 |
Alguna vez ha vapeado | 6,022,578 | 3.26 | 196,336 |
18-21 | |||
Nunca ha vapeado | 12,179,415 | 0.73 | 88,910 |
Alguna vez ha vapeado | 4,684,018 | 2.68 | 125,558 |
22-24 | |||
Nunca ha vapeado | 7,682,821 | 1.51 | 116,011 |
Alguna vez ha vapeado | 4,169,203 | 7.43 | 309,77 |
Total | 48,200,285 | 899,855 |
* Estimaciones de población de NYTS 2020 (13-17 años) y NHIS 2019**. De la Tabla 1, Halpern-Felsher et al. https://www.jahonline.org/article/S1054-139X(20)30631-5/fulltext
La afirmación de que sus números son representativos a nivel nacional significa que el número total de casos de COVID-19 entre jóvenes y adultos jóvenes en los EE. UU. cuando finalizó su encuesta el 14 de mayo de 2020 era de 899,855. En realidad, según la Organización Mundial de la Salud, los EE. UU. tenían un total acumulado de 1.361.522 casos de COVID el 14 de mayo de 2020.
Si bien se reconoce ampliamente que la epidemia temprana en los EE. UU. afectó a los estadounidenses mayores de manera desproporcionada, la estimación nacional de Halpern-Felsher significa que los jóvenes de 13 a 24 años representaron el 66% de todos los casos en EE.UU.
2. Las afirmaciones de Halpern-Felsher se basan en números diminutos.
En nuestra carta, Nantaporn Plurphanswat y yo usamos una tabla epidemiológica estándar para estimar el número de casos subyacentes a las afirmaciones de Halpern-Felsher de cinco y siete veces, ya que ella había rechazado nuestra solicitud de publicar las cifras reales. Su respuesta confirmó que sus afirmaciones se basaban en números muy pequeños.
3. Halpern-Felsher y los editores obtuvieron críticas «independientes» cuestionables.
En su respuesta, Halpern-Felsher escribió, «voluntariamente decidimos volver a revisar nuestro conjunto de datos y análisis, y voluntariamente le pedimos a otro estadístico que no participó en el estudio original o en cualquier investigación relacionada con el tabaco que repitiera los análisis».
No está claro a quién se refiere el «nosotros» en esa oración, ya que, como se señaló anteriormente, los coautores originales de su artículo no firmaron la carta de respuesta.
Además, su declaración carece de significado sustantivo. Decir que «pidió voluntariamente a otro estadístico» que «volviera a ejecutar los análisis» y luego señalar que «los resultados de los análisis principales originales fueron confirmados (…) por el análisis independiente, y no hay cambios en (…) los hallazgos del estudio central» simplemente significa que no, no hubo error en el análisis.
Esta respuesta no ofrece ninguna pista sobre la calidad del enfoque analítico, o sobre si el estadístico pensó que todo el proyecto era inútil.
Curiosamente, los editores en su respuesta también mencionaron que «el nuevo análisis independiente confirmó los hallazgos principales originales» y parecieron elogiar el esfuerzo al agregar que «tres revisores científicos independientes de los campos de la sociología, la epidemiología y bioestadística [recibieron la tarea]».
A menos que las cuatro revisiones “independientes” anunciadas estén disponibles para su escrutinio, no dan credibilidad al trabajo original.
4. Halpern-Felsher no reveló los conflictos de intereses.
Nuestra carta abordó el hecho de que Halpern-Felsher, «que es miembro de la junta editorial del Journal of Adolescent Health, puede haber violado su política sobre conflictos de intereses» al no revelar que había participado en una demanda contra un fabricante de cigarrillos electrónicos.
Halpern-Felsher respondió afirmando que iba actualizar su divulgación, pero hasta esta fecha no lo ha hecho. También acusó a los autores de las cartas de ocultar sus propios conflictos: «Varios científicos que han expresado su preocupación por este estudio reciben fondos de la industria tabacalera y, como tales, deberían revelar esos conflictos de intereses». Ella no proporcionó pruebas para respaldar esta afirmación.
Los editores apoyaron la demanda de Halpern-Felsher. Escribieron que «todos los posibles conflictos de intereses deben ser revelados por los autores. En consecuencia, hemos pedido a los autores de todas las cartas que actualicen sus divulgaciones».
Es importante destacar que los editores señalaron que la divulgación «es una expectativa estándar dentro de la comunidad científica». Ese es el único reconocimiento del flagrante desprecio de Halpern-Felsher hacia la política de divulgación de conflictos de intereses de la revista. El problema es que los editores deberían haber servido mejor a sus lectores y a la salud pública al retractarse del artículo Halpern-Felsher, sumamente defectuoso.
Para saber más:
- Estudio de Stanford se “equivoca” y dice que vapeadores son más propensos a contagiarse de COVID-19
- Los errores de la publicación que vincula la COVID-19 con el vapeo
Publicación original: Author and Editors Defend the Indefensible Stanford Study on Vaping & Covid
Este artículo lo tradujo y adaptó al español el equipo de Vaping Today. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.