Grupos de ambientalistas del Reino Unido defienden la prohibición de los desechables y un regreso a los productos duraderos como medio de combate a la “amenaza que crece rápidamente”, la contaminación ambiental de los dispositivos de un solo uso.
Dieciocho organizaciones ambientalistas y sanitarias del Reino Unido se han unido para exigir que el gobierno prohíba la venta de cigarrillos electrónicos desechables. De acuerdo con la carta abierta enviada a las autoridades, los dispositivos de un solo uso son una «amenaza para la salud pública y el medio ambiente que crece rápidamente.”
Organizaciones como Green Alliance, Royal College of Paediatrics and Child Health, Marine Conservation Society, Whale and Dolphin Conservation, entre otras, explican en la carta a la secretaria de medioambiente, Thérèse Coffey, y al secretario de salud, Steve Barclay, que los vaporizadores desechables son «artículos eléctricos innecesarios» que contienen plástico de un solo uso, nicotina y baterías, todos ellos «peligrosos para el medio ambiente y la vida silvestre cuando se desechan».
Los ambientalistas señalan el bajo costo beneficio que tienen, ya que, en promedio, un vaporizador desechable proporciona solamente 300 puffs, a la vez que la cantidad de litio en sus baterías equivale a 1.200 coches eléctricos al año y la gran mayoría del plástico no es reciclable.
La discusión no es nueva. Los dispositivos desechables son considerados por la industria y por muchos defensores del vapeo como aparatos muy importantes para ayudar a los fumadores que quieren dejar de fumar. Por otro lado, hay quienes piensan que un regreso y una renovación en términos de diseño de los dispositivos duraderos de sistema abierto utilizados largamente por los vaperos hasta hace poco años, un mod y un atomizador, es el camino. Los reutilizables son más economicos a mediano y largo plazo, más personalizables, pero para muchos fumadores que intentan hacer la transición al vapeo son menos fáciles de usar. Para los fumadores que intentan vapear por primera vez, los desechables presentan grandes facilidade, un problema que la industria y los diseñadores quizás podrían solucionar.
“Necesitamos avanzar hacia productos duraderos y reutilizables diseñados de manera sostenible, sin inventar nuevas formas de causar daño a la vida silvestre y desperdiciar recursos valiosos. Los ministros deben actuar con rapidez para prohibir los vaporizadores desechables para proteger a los jóvenes y nuestro medio ambiente de esta nueva amenaza completamente evitable”, dijo Libby Peake, jefa de política de recursos de Green Alliance.
Chris Tuckett, director de programas de Marine Conservation Society, en un material enviado a la prensa, dijo: “Desafortunadamente, nuestros voluntarios de limpieza de playas han comenzado a ver vapeadores de un solo uso tirados en nuestras playas de todo el Reino Unido. Estos productos están hechos de muchos materiales diferentes, que rara vez se reciclan y representan una amenaza para la vida marina cuando se desechan. Debemos alejarnos de los productos de un solo uso y, por lo tanto, apoyamos totalmente la prohibición de los vaporizadores de un solo uso”.
Según estas organizaciones, dado que los vaporizadores reutilizables están disponibles y son accesibles, prohibir los cigarrillos electrónicos de un solo uso no inhibiría los esfuerzos de salud pública para permitir que las personas dejen de fumar a través del vapeo o el compromiso del gobierno de lograr una generación libre de humo para 2030.
Una investigación de Material Focus a principios de año ha descubierto que 14 millones de dispositivos de un solo uso son comprados cada mes y que más del 50 % de los vaporizadores de un solo uso se desechan en sitios que generan problemas sanitarios y ambientales. Los 5,4 millones de vaporizadores de un solo uso tirados por mes equivalen a 10 toneladas de litio al año en el medioambiente.
La investigación mostró que al menos 1,3 millones de vaporizadores desechables se desechan cada semana, lo que equivale a dos vaporizadores por segundo, suficiente para llenar 22 campos de fútbol por año.
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Estoy de acuerdo en que los desechables no son buenos. No todo el mundo entiende que no se pueden tirar de cualquier forma.
En las condiciones actuales yo creo que sería una opción y estaría de acuerdo. Son perjudiciales para la naturaleza y la gente por lo general los tira a cualquier sitio. Para mi es mucho más atractivo comprar un pod rellenable con tu líquido preferido, a la larga es mucho más barato. Hay otra posible manera de evitar la prohibición: que cuando se compre un desechable se tenga que pagar un depósito reembolsable al devolverlo al establecimiento donde se compró cuando haya finalizado su ciclo de vida y sea este quien gestione su reciclaje. Claro que con canales de venta tan variados como máquinas expendedoras, discotecas, quioscos etc dudo de su viabilidad; a no ser que su venta se regule sólo a establecimientos especializados en vapeo.