1. Mantenga la fe en una estrategia que está fallando a millones
La principal preocupación del control del tabaco debe ser abordar el alcance de la actual epidemia de tabaquismo en adultos. Esto significa afrontar la cifra proyectada de muertes y enfermedades que empeorarán a medida que crezca la población en los países de ingresos bajos y medios (LMIC por sus siglas en inglés), que ya tienen el mayor número de fumadores.
Pero, como reconoce la OMS (Organización Mundial de la Salud), el impacto de MPOWER, su estrategia de control del tabaco, es limitado. Tener leyes vigentes no es suficiente.
Además, un artículo de BMJ (The British Medical Journal) sugirió que el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de 2005 ha hecho poco para acelerar la disminución del consumo de tabaco. Esto especialmente en los países que habían experimentado una disminución mucho antes de la promulgación del CMCT.
La medida de MPOWER que tiene el menor impacto es la O: ofrecer ayuda (para dejar de fumar). ¿Por qué? Porque eso necesita una infraestructura de salud robusta y accesible, que muchos LMIC no tienen.
2. Ignorar el papel de los gobiernos al empeorar las cosas
La culpa se atribuye completamente a la interferencia de Big Tobacco (las grandes tabacaleras). No se reconoce públicamente que países como China e India tienen la mayoría de los fumadores y las industrias de tabaco más grandes del mundo, que además son estatales. Esto crea tensiones obvias entre los negocios y la salud, donde políticamente la salud será invariablemente más débil. Además, muchos LMIC tendrán prioridades distintas de la reducción del tabaquismo, como el control de enfermedades infecciosas.
3. Explotar el pánico moral ante nuevas soluciones
El advenimiento de productos de nicotina más seguros ha sido el maná para los más fundamentalistas del control del tabaco. Ha permitido desviar la atención de las políticas de control fallidas para centrarse en los tropos de la conspiración sobre cómo Big Tobacco planea enganchar a la próxima generación en la nicotina. Eso a pesar de que no hay evidencia de que el vapeo regular entre los adolescentes aumente. Tampoco la hay sobre el efecto del vapeo como puerta de entrada al tabaco en los mercados de vapeo más grandes del mundo.
Como siempre, parece haber poca preocupación por los propios fumadores: pueden dejar de fumar o morir. Es mucho más sexy políticamente centrarse en los niños para derribar a toda la industria de productos más seguros. También les permite desviar la atención de la vergüenza de no hacer una mella significativa en la venta de cigarrillos. Esto explica el ímpetu para prohibir los sabores (en los líquidos para vaporizadores). Igualmente, explica el cofre de guerra de Bloomberg, de 160 millones de dólares, para los activistas estadounidenses. ¿Y cuál es el mensaje público general? Que la malversación de tabacaleras y la reducción del daño por el tabaco son una y la misma cosa.
4. Obtenga fondos de filántropos con fuertes opiniones
Ninguna campaña internacional de desinformación pública contra productos más seguros sería posible sin la “Gran Filantropía”. En ella se destaca Bloomberg (respaldado por Gates), quien es capaz de impulsar una agenda moral a través del financiamiento internacional de una red grande y muy compatible de ONG y de la iniciativa de la OMS libre de tabaco.
The Campaign for Tobacco Free Kids (CTFK) y The Union utilizan sus generosos folletos de Bloomberg y sus ambiciones neocoloniales para impulsar a los LMIC (países de bajos o medianos ingresos) a ir más lejos que los países más ricos, con prohibiciones directas de productos más seguros. Esto no se basa en evidencia alguna. Estos grupos en realidad no tienen ninguna evidencia para contrarrestar la reducción del daño causado por el tabaco. Simplemente repiten la conspiración y la ‘evidencia no concluyente’ que ellos ayudan a perpetuar.
5. Obtenga (aún más) fondos de compañías farmacéuticas con una participación en el status quo
Mientras tanto, un paso alejado de la realidad está en marcha: obtener productos de terapia de reemplazo de nicotina (NRT por sus siglas en inglés) más baratos en los LMIC, donde actualmente no están disponibles o son demasiado caros. Esta idea aparece en la descripción del nuevo trabajo de un representante de The Union encargado de hacer que suceda.
No he visto mucha mención de esto antes en los documentos de control del tabaco (pero, de nuevo, tengo una vida). Así que aquí hay un poco de especulación de mi parte.
Big Pharma (las grandes farmacéuticas), a través de la Fundación Robert Wood Johnson, creó el CTFK a mediados de los 90. Otras compañías con una inversión igualmente grande en NRT, como Pfizer, financiaron conferencias internacionales sobre tabaco. Luego retrocedieron cuando llegaron otros jugadores antitabaco: de nuevo la Gran Filantropía.
La filantropía internacional moderna basada en los negocios tiene un ojo puesto en producir más salud y riqueza en los países más pobres. ¿Por qué? Porque podrán comprar más cosas. Gates fue citado diciendo lo mismo en un artículo de 2008 en The Economist. Desde entonces Bloomberg ha invertido más de mil millones de dólares en esfuerzos internacionales de control del tabaco. Bloomberg y Gates son hombres de negocios, les encantan las ganancias rápidas (como prohibir las cosas). Pero también esperan un retorno de la inversión. A pesar del botín de Bloomberg, las personas del control de tabaco piensan que no es suficiente. Y tal vez necesiten a Big Pharma nuevamente a bordo, en caso de que el gran Mike ponga su efectivo en otro lado.
Toda la evidencia real muestra que los productos NRT son mucho menos efectivos sin apoyo y asesoramiento aliados. (Entonces, ¿quién paga eso en los LMIC?). También son significativamente menos efectivos cuando se comparan con los cigarrillos electrónicos. Esto explica en parte por qué en el Reino Unido, con una respuesta pragmática para la reducción del daño del tabaco, los servicios para dejar de fumar han estado perdiendo clientes. Pero no importa: la OMS ha dicho que, si bien la nicotina médica es aceptable, el uso recreativo no lo es. Entonces está bien.
¿Veremos la filantropía renovada de Big Pharma a cambio de los beneficios financieros de un movimiento estratégico hacia NRT mientras se desarrolla el ataque global contra la reducción del daño del tabaco?
¿Regreso al futuro?
La trágica ironía es que, si la prohibición estrangula a la industria global de productos más seguros, muchas pequeñas empresas de todo el mundo se retirarán. Mientras tanto, las grandes tabacaleras se encogerán de hombros y se alejarán sabiendo que el efectivo seguirá llegando de la venta de cigarrillos. Muchos “chocarán esos cinco” en el cono de helado que se lame a sí mismo que es la Conferencia Bienal de las Partes del CMCT. Mientras tanto afuera morirá más gente.
Harry Shapiro escribe un blog para Nicotine Science and Policy, un proyecto dirigido por Knowledge Action Change, la agencia con sede en el Reino Unido que promueve la reducción de daños en la salud pública mundial. Harry también es el editor ejecutivo del informe bienal Global State of Tobacco Harm Reduction (GSTHR), que mapea el uso, la regulación y la absorción de productos de nicotina más seguros. El resumen ejecutivo de No Fire, No Smoke (2018) se puede descargar en muchos idiomas, incluidos español y portugués aquí. Las traducciones del documento informativo de 2020 del GSTHR, Reducción del daño del tabaco y el derecho a la salud, se pueden encontrar aquí. La próxima edición del informe bienal Global State of Tobacco Harm Reduction se publicará en noviembre de 2020.
Blog de Harry #102: https://nicotinepolicy.net/blogs/harry-shapiro/3659-how-to-make-a-public-health-disaster-worse-a-5-point-guide
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.