El director de marketing de la British American Tobacco (BAT), Kingsley Wheaton, durante su discurso en el pasado Global Tobacco & Nicotine Forum (GTNF), sorprendió al señalar la posición retrógrada de los gobiernos y organizaciones de salud frente a los cigarrillos electrónicos y otros medios de consumo de nicotina con riesgo reducido y cómo esto afecta el desarrollo de las políticas de cesación tabáquica.
El Foro Global sobre Tabaco y Nicotina (GTFN) que se realizó entre el 21 y el 24 de septiembre, y que ya se ha celebrado en diferentes locaciones como Londres, Río de Janeiro, Ciudad del Cabo y Bangalore, confirma ser un espacio privilegiado de diálogo para múltiples partes interesadas en el gran universo del consumo de nicotina. Allí, el mercado, la industria, la ciencia y agentes sociopolíticos se encuentran para hablar de las estrategias en reducción de daños por tabaquismo y las nuevas tecnologías para el consumo. Desafortunadamente, como suele ser costumbre, los grupos antitabaco y los negacionistas de la ciencia rechazaron la invitación, dejando nuevamente un importante asiento vacío para la discusión.
Sin embargo, una de las participantes destacadas de este año fue la gigante British American Tobacco, que estuvo representada por su director de mercadeo, Kingsley Wheaton. Y aunque ya no es ninguna sorpresa la participación de las grandes tabacaleras en los mercados de innovación como la industria del vapeo, BAT ha tomado el asunto legal por su cuenta y merecimiento. La compañía parece avanzar a pasos largos en su estrategia de reducir el impacto de su negocio en la salud de los consumidores y en el medioambiente, así como de fortalecer la promoción de la ciencia y de la tecnología como un medio responsable y lucrativo de transformación corporativa.
BAT: a favor de la reducción de daños
“Debemos insistir en el progreso y, además, debemos acelerar el progreso. Por eso este es un año muy importante”.
En su intervención, Wheaton hizo un inexcusable llamado a las organizaciones de salud y a los agentes sociales y políticos en general para tener en cuenta las conclusiones a las que se ha llegado tras más de 10 años de estudio sobre el vapeo. «Si la OMS recomienda una prohibición de los cigarrillos electrónicos en la COP9 de noviembre, eso podría socavar seriamente los avances que se están haciendo para que los productos de tabaco y nicotina de riesgo reducido estén ampliamente disponibles para los fumadores», menciona Wheaton.
El discurso señala la importancia que tiene la OMS como organismo de liderazgo, pero subraya que, a pesar de los datos actuales de la ciencia que respaldan al vapeo, sigue evitando «una regulación responsable, respaldada por la ciencia y bien pensada, [que] es esencial para garantizar que los consumidores adultos puedan utilizar productos de riesgo reducido con confianza, mientras que los gobiernos y los organismos sanitarios pueden estar tranquilos sobre la seguridad y la calidad de los productos».
Wheaton recuerda que aproximadamente 100 millones de exfumadores, ahora usuarios de vaporizadores, dependen de las decisiones gubernamentales y que restringir el acceso a esos productos significa un atraso en la lucha por la cesación tabáquica. “Debemos insistir en el progreso y, además, debemos acelerar el progreso. Por eso este es un año muy importante”, dijo cuando inició su intervención. «Todos estamos de acuerdo en que la prohibición no funciona”.
«Estos productos no están del todo libres de riesgo, por supuesto, y son adictivos. Sin embargo, basándose en el peso de la evidencia y en un cambio completo de los cigarrillos, son de riesgo reducido». Wheaton asegura que las políticas de reducción de daños por tabaquismo no deben ser tratadas como en una batalla, buscando un ganador, sino que es necesario un trabajo conjunto entre la ciencia, lo que el consumidor quiere para desarrollar una estrategia sensible y justa y todas las partes directamente interesadas. «No se trata de ganar o perder, se trata de ciencia, elección del consumidor y la necesidad de soluciones prácticas. Si no logramos encontrar soluciones juntos, no habrá ganadores».
“Los gobiernos deberían levantar las prohibiciones de productos alternativos, no introducirlos, dado que algunos usuarios vuelven a fumar debido a estas restricciones”.Kingsley Wheaton presentó un marco de cinco puntos que maximizarían el impacto de los productos de bajo riesgo: “Un enfoque basado en evidencia, regulaciones proporcionales, libertad de innovación, diálogo y comunicación, y prácticas de marketing responsables”.
Una mirada al futuro
La compañía, que presume de tener la primera marca de dispositivos para el consumo de nicotina libre de carbono y sigue invirtiendo en la investigación científica al reconocer la necesidad de cambio, parece haber encontrado el punto para su expansión hacia el futuro en el desarrollo de productos para el consumo de nicotina que elimina por completo la combustión. “Estoy absolutamente convencido de que podemos lograr nuestro objetivo de transformación si colaboramos y tenemos un enfoque a nivel de toda la sociedad”.
“Debemos seguir innovando. La razón principal por la que los fumadores adultos dejan de usar productos alternativos es que su experiencia no se acerca lo suficiente a la del hábito de fumar. Por eso la libertad de innovación es extremadamente importante. La innovación debe fomentarse y estimularse comercialmente. Cuando los gobiernos y los tomadores de decisiones adoptan regulaciones proporcionadas, todos progresamos. No se trata de nosotros en contra de ellos, sino de políticas progresistas basadas en la ciencia, no en opiniones ”, concluyó Wheaton.
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