¿Por qué hay tantos ataques al vapeo y a los activistas que lo apoyan? La respuesta es sencilla: el vapeo está ganando.
¿Sabía usted que en los Estados Unidos el 80% de los médicos cree falsamente que la nicotina causa cáncer? Además, en otro estudio se demuestra que el 57% del público en general está de acuerdo con la frase “la nicotina en los cigarrillos es la sustancia que causa más cáncer, producto de fumar”. ¿Qué tan distante está esto de la realidad?
El British National Health Service afirma que “pese a que la nicotina es la sustancia adictiva en los cigarrillos, es relativamente inofensiva. Casi todo el daño del tabaquismo viene de los miles de otros químicos en el humo de tabaco, de los cuales muchos son tóxicos”. El vapeo ha demostrado ser un 95% menos nocivo que el hábito de fumar. Además, lo respaldan múltiples organismos internacionales de salud como una alternativa más segura, mientras aún se mantienen discusiones sobre el tema.
Personalmente creo firmemente que la razón principal de la tergiversación del vapeo es el método que usan los medios masivos de comunicación. Las personas del común están expuestas constantemente a declaraciones sobre el vapeo, como que causa disfunción eréctil, ceguera o que es el causante del EVALI. Sin embargo, es casi nula la cobertura de hechos tales como que cerca de 70 millones de fumadores han cesado gracias al vapeo. Así, quizá una de las noticias más relevantes en materia de salud pública de las últimas décadas pasa inadvertida para la mayoría de la población y los legisladores por igual. En cambio, cada falso estudio o encuesta obtienen la mayor cobertura de los medios.
¿Por qué es tan grave esta situación?
Esto es un problema para la salud pública, para los vapeadores y para mí. Si los gobiernos se basaran en la ciencia, 200 millones de vidas podrían salvarse en todo el mundo, siguiendo la estrategia líder del Reino Unido que invita a los fumadores a cambiarse al vapeo. Por el contrario, en los Estados Unidos la tasa de tabaquismo está aumentando por primera vez en décadas. El alarmismo y la desinformación alrededor del vapeo están literalmente matando a millones que están asustados, producto de la falta de información para tomar la decisión de alejarse del cigarrillo.
La hostilidad en contra del vapeo también afecta a miles de cientos de activistas de todo el mundo, complicando aún más su misión de hacer posible el cambio del hábito de fumar en las mayorías. Estos activistas han realizado su misión luchando por ellos mismos, por el derecho a vapear y no morir fumando. Desafortunadamente, es común que estos personajes resulten en la mira de los medios y los acusen de cuanta cosa se les ocurra. Un activista me confesó: “Nunca pensé que necesitaría convertirme en activista para dejar de fumar”.
Es una triste historia, pues las personas que dejan de fumar deberían festejarlo, y quienes se dedican a ayudar a otros a dejar el hábito tabáquico deben celebrarlo aun más.
El problema de la desinformación
La realidad es que muchos medios de comunicación deciden deliberadamente no hablar sobre el tema porque saben que el vapeo es ciencia y la experiencia en la vida real de millones de usuarios lo demuestra. El diario más leído en Francia decidió escribir sobre mis zapatos más que del problema del vapeo. Personalmente, para mí ser atacado es el pequeño precio a pagar por estar dispuesto a defender al vapeo, pero es una pena porque nos distrae del verdadero foco del debate: cómo salvar vidas.
Lo que hace a estos ataques aún peores es cuando son demostrablemente falsos. Recientemente los medios “revelaron” profusamente la estructura organizacional de la World Vapers Alliance (WVA). Sí, nosotros obtenemos nuestros fondos del Consumer Choice Center, es cierto, pero no es un secreto. Los periodistas interesados pueden dirigirse a nuestra página y encontrar esto en la sección “About Us”. El Consumer Choice Center tiene disponible un blog donde expone las razones por las que apoya a la WVA y enlista a sus donadores, incluyendo las compañías de nicotina y tabaco. No hay secretos. Lo frustrante es que los medios de comunicación tienen el poder de convertir la información pública en una suerte de teoría conspiranoica.
La WVA tiene una independencia completa en el desarrollo de su trabajo y nadie interfiere en él. Cualquier insinuación de que algún donante haría o podría dirigir nuestras actividades o aprobar nuestras declaraciones públicas es sencillamente falsa, una noticia falsa. Al menos mientras siga a cargo esto no va a suceder.
Una historia de activismo
¿Entonces, por qué resulté involucrado? Desafortunadamente, esta es una historia común para muchos activistas.
Solía ser un fumador que empezó desde muy temprana edad y terminé siendo adicto a “un buen cigarrillo”, incluso sabiendo que era muy dañino. Sin embargo, en 2016 decidí probar el vapeo. Visité una tienda en una esquina de Viena, el dueño me dio información fantástica y prácticamente desde ese momento dejé de fumar. Fue una revelación poder experimentar la increíble innovación que significa el vapeo, y lo sigue siendo, especialmente después de presenciar que cada uno de los fumadores cercanos han fallado en sus intentos de dejar de fumar.
Cuando trabajaba para el Parlamento Alemán, me encontré con que realmente muchos habían cesado gracias al vapeo, pero la mayoría de los políticos no notaba esto. De hecho, querían impedir a los fumadores el fácil acceso a los vaporizadores, incluso sin tener la más mínima idea sobre el tema. Esto me molestó muchísimo, al punto de convertir mi pasión en mi profesión.
En el verano de 2020 me acogieron mis viejos amigos del Consumer Choice Center, quienes empezaron a congregar individuos con ideas afines y grupos que han visto de primera mano los beneficios y el potencial del vapeo bajo el paraguas de la World Vapers Alliance. El objetivo de la iniciativa es difundir la voz de los apasionados por el vapeo alrededor del mundo para así empoderarse y hacer la diferencia en sus comunidades, además de garantizar a los vapeadores de todo el mundo una unidad que se escucha, que combate la desinformación sobre el vapeo y que apoya las campañas para asegurar que las regulaciones sean formuladas teniendo a los vapeadores y a la salud pública como centro.
El resto es historia. Me uní orgullosamente para luchar con los activistas alrededor del mundo y defender el vapeo, así como luchar para que los fumadores tengan las mismas oportunidades que yo tuve.
Seguir luchando por el vapeo
Todo esto se resume en una gran pregunta. ¿Por qué los activistas y estas organizaciones como la WVA son constantemente atacadas? La respuesta sencilla es que el vapeo está ganando.
La ciencia es clara, los consumidores lo piden y cada vez más políticos (aunque siguen siendo pocos) caen en cuenta sobre el vapeo como herramienta de cesación tabáquica. Los que están en contra lo seguirán haciendo, pero esto no parece ser una coincidencia que estos ataques en contra de la WVA vengan justo después del final de una campaña exitosa en el marco del Beating Cancer Plan. Nosotros abogamos por la inclusión del principio de reducción de daños en el Plan y rechazamos una posible prohibición de sabores. Como resultado, una institución de la Unión Europea admitió por primera vez en la historia que el vapeo puede ayudar a los fumadores a cesar y se comprometió con la reducción de daños. Adicionalmente, la prohibición de sabores no fue incluida.
Obviamente, estas victorias son el resultado de muchos esfuerzos de organizaciones y expertos, pero es innegable que la WVA desarrolló un importante rol en el proceso, convirtiéndonos en un objetivo. Los antivapeo no quieren que ganemos, y de esto no nos podemos olvidar.
Algo que puedo asegurarles es que ¡no vamos a bajar la guardia y seguiremos en pie de lucha para que el vapeo siga salvando más vidas!
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: Asking the right questions. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.