El 9 de septiembre vence el plazo que tienen las compañías de vapeo de Estados Unidos para presentar la solicitud PMTA (Pre Market Tobacco Product Application) y, con suerte, obtener luz verde para vender sus productos. Más de 500 empresas presentaron un total de 6,5 millones de solicitudes. Sin embargo, desde 2018 la FDA ha dejado claro que no duda en accionar la guillotina.
Como una cuenta regresiva terrorífica, acaparando tiempo, dinero y energía de la industria del vapeo estadounidense, muchos esperan aún el juicio que definirá el futuro de su empresa. Llega septiembre y, con él, la fecha límite para tramitar la polémica PMTA que se exige a los fabricantes del país norteamericano y que deben realizar una vez por cada producto fabricado para permanecer en el mercado. La solicitud PMTA exige a los fabricantes una extensa y muy peculiar lista de estudios y datos que ha causado desconcierto, sobre todo en la “pequeña industria”.
¿Quiénes pierden?
la PMTA, pesada y con un filo apabullante como una guillotina, tiene las medidas adecuadas para hacer rodar las cabezas de los “pequeños fabricantes”. La navaja empezó a caer para algunos al momento de corroborar la seguridad en su uso y la “probabilidad” que tiene el producto para ser usado en vez del cigarrillo por combustión. También se debe aclarar cómo se usa, los ingredientes que tiene, el proceso de fabricación y empaquetado, e incluso se debe justificar por qué el producto no resultaría atractivo para personas que no fuman o jóvenes.
La diversidad de productos en el mercado es supremamente amplia tras más de 12 años de desarrollo de la industria norteamericana. Existen casos como el de VaporGod LLC, un fabricante de líquidos con más de 175 sabores disponibles y que, por lo tanto, tendría que presentar más de 175 solicitudes. Frente a esta situación abrumadora, publicaron en su cuenta de Twitter un mensaje donde anunciaban el fin de su existencia, pues tras reunir más de 300 mil hojas de información, no podían cumplir aún con todos los requerimientos de la FDA. No contaban, por ejemplo, con varios estudios de laboratorio que habrían costado más de 1,5 millones de dólares. Hoy VaporGod se encuentra fuera del mercado.
Tras rechazar numerosas aplicaciones de PMTA, la FDA admitió que no sería posible revisar todas las solicitudes para la fecha establecida. Sin embargo, decidieron darles prioridad a aquellos productos y marcas que tienen mayor presencia y participación en el mercado. Juul Labs Inc y Reynolds America Inc (Vuse) son algunos de los beneficiados. Mientras tanto, todas las pequeñas y medianas empresas hacen fila sobre el cadalso, esperando su turno de ser finiquitadas.
“Es una tarea enorme para un negocio pequeño, digamos de al menos 10 millones de dólares y 100 empleados (…). Son estudios a largo plazo los que requieren, así que es muy, muy difícil presentar una aplicación de alta calidad. [Serían] alrededor de 20 millones de dólares para una compañía con 10 a 15 skus de productos. Este es un proceso intenso y extenso. (…) Hacer algo tan masivo y exagerado no tiene razón”, afirma Jay Love, director de negocios de Five Pawns Premium eLiquids. Esto encaminará a la industria a perder cerca de 10 mil negocios y dejar sin empleo a más de 150 mil personas.
Estas medidas regulatorias no afectan especialmente a los grandes grupos o marcas de la industria del vapeo, pues tienen el músculo financiero para solventar la burocracia. Sin embargo, al mejor estilo autoritario, la FDA ha creado un periodo de “gran terror” que viene desde 2016, y al estilo de Robespierre, sin discriminación, ha llevado a desaparecer a muchas empresas y tiendas con su apoyo a actos prohibitivos como el “flavorban” o el “vapemail ban”.
¿Cuáles son las consecuencias?
La implementación de las PMTA y la consiguiente desaparición de una gran parte de la industria del vapeo pueden conducir, nuevamente, al incremento del consumo de cigarrillo. En esta situación, los jóvenes podrían ser los más perjudicados, pues podrían verse empujados a conseguir nicotina por medio de un método terriblemente nocivo, como es el cigarrillo combustible.
Las leyes contra el vapeo vigentes en Estados Unidos han sido impulsadas por organismos filantrópicos con dudosos intereses económicos y políticos. Presumiblemente, ellos mismos han venido influyendo en las decisiones de la FDA en un intento de “limpiar el mercado” de sabores “atractivos para los menores”.
En conjunto, todos estos actos administrativos han puesto en desventaja a los pequeños y medianos negocios locales y han dado fuerza a la gran industria tabacalera, que ya juega con Juul y Vuse. Esto se debe a que el modelo usado para clasificar los productos del mercado del vapeo favorece a los productos prellenados o de cartuchos.
Ante esta situación, organizaciones como Tobacco Free-kids y Parents Against Vaping E-cigarettes avivan la tormenta difundiendo mensajes alarmistas sobre el regreso a la presencialidad escolar. De hecho, llegaron a emitir un comunicado recordando la facilidad y la ansiedad que, debido a la pandemia, tienen los jóvenes por consumir cigarrillos electrónicos. “La epidemia de vapeo juvenil continúa”, dicen.
¿Qué viene ahora?
Sin embargo, la industria del vapeo, que siempre se mantiene a la vanguardia, ha empezado a contemplar seriamente el uso de la nicotina sintética o nicotina libre de tabaco en sus productos, pues la normatividad indica que son los productos derivados del tabaco los que se deben someter a las extensas maratones burocráticas estadounidenses.
Desde 2015, existen en el mundo vaperil antecedentes líquidos con nicotina libre de tabaco (TFN). Los NKTR de sabores frutales, hecho por SQN, son los pioneros en el uso de este tipo de nicotina y no es posible notar la diferencia entre esta y la nicotina tradicional. Considerada como una “zona gris”, la nicotina obtenida sin tabaco estaría completamente fuera de las consideraciones y leyes referentes al tabaco. El problema actual con esta es el precio, que puede llegar a ser hasta 5 veces mayor que el de la nicotina del tabaco.
El 10 de septiembre de 1977 en Francia fue ejecutado el último individuo con la sangrienta y despiadada máquina que es la guillotina. Casualmente, la FDA ha puesto el 9 de septiembre de 2021 como fecha límite para respuesta a las aplicaciones PMTA. Desde que estableció esa fecha, no ha dejado de atacar a la industria y no se detendrá, con la única diferencia de que en este caso el acero aplica solo para los multimillonarios.
Este artículo es una publicación original. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.