Replantear y humanizar la estrategia antitabaco: ¿cuántas vidas se podrían salvar en solamente 4 países?

El reporte «Integración de la Reducción de Daños en el Control del Tabaco» responde esta pregunta y da testimonio de cómo un cambio de mentalidad y un enfoque colectivo en acciones pragmáticas pueden marcar una diferencia sustancial en la salud pública. 

Estudiando la situación de Kazajistán, Pakistán, Bangladesh y Sudáfrica, el reporte «Integración de la Reducción de Daños en el Control del Tabaco» [traducido al español en este enlace] ilustra la posibilidad real de salvar y mejorar las vidas de cientos de miles de personas que anualmente sufren muertes prematuras a causa del tabaco combustible y los productos de tabaco sin humo. Con un enfoque propositivo y orientado a resultados, el reporte se suma a un conjunto de documentos basados en la ciencia que ruega y enseña un camino esperanzador en la lucha contra los efectos nocivos del tabaquismo.

A pesar de décadas de iniciativas y desarrollo de políticas y programas de control del tabaco, el mundo sigue asediado por la pandemia del tabaquismo. Con alrededor de 1,27 mil millones de fumadores en todo el mundo y una mortalidad anual que ronda los 8,5 millones de personas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta un panorama sombrío: un incremento a 10 millones de muertes anuales en cinco años, seguido de una disminución a 6,5 millones para 2060. Pero estas cifras no representan datos absolutos de una sentencia de muerte: podrían cambiar dramática y positivamente si se implementan sencillas y factibles estrategias de reducción de daños.

Escenarios posibles (y alentadores)

El reporte ofrece una visión reveladora sobre la efectividad que se podría lograr de ganar en la lucha contra los problemas relacionados al tabaquismo. Este informe, elaborado por un colectivo multinacional de expertos, aborda tres escenarios claves para reducir la morbilidad y mortalidad prematuras asociadas al tabaco:

• Control del tabaco tradicional: implementación de políticas tradicionales de control y disponibilidad de productos menos dañinos.
• Control del tabaco con énfasis en la reducción de daños: incorpora políticas específicas para reducir los daños causados por el tabaco.
• Estrategia integral: combina el control del tabaco, la reducción de daños y un mejor acceso al diagnóstico y tratamiento del cáncer de pulmón.

Los resultados son alentadores. En el escenario más ambicioso, la tasa de abandono del tabaquismo podría alcanzar el 50 % para 2035, con acceso a estos métodos para el 50 % de los fumadores para 2045. Además, se espera una reducción significativa en las tasas de tabaquismo a partir de 2030 en los países analizados: la reducción de un tercio en los hombres en Kazajistán, un 50 % en Pakistán, un 25 % en Bangladesh y una disminución total en Sudáfrica.

Factores a tener en cuenta

Sin embargo, el informe destaca la importancia del tiempo en estos cálculos. Las enfermedades relacionadas con el tabaco son crónicas y los beneficios de la cesación o la reducción de daños pueden tardar décadas en manifestarse. Por ello, se subraya la necesidad de atender ahora a los fumadores de mediana edad y a los usuarios de productos de tabaco tóxicos sin humo, para mejorar la salud pública en un plazo de tres o cuatro décadas.

El doctor Derek Yach, líder del reporte, destaca: «Las medidas tradicionales para el control del tabaco se han estancado, a pesar de que fumar sigue siendo la principal causa evitable de muerte prematura a escala global. Los gobiernos ya poseen las herramientas para la transformación; solo necesitan reconocer que los productos para reducir los daños del tabaco, ya utilizados por 150 millones de personas en todo el mundo, son de gran utilidad para resolver esta crisis».

«El control del tabaco por sí solo es insuficiente para combatir la epidemia de cigarrillos profundamente arraigada. Debe complementarse con un conjunto integral de medidas de reducción de daños. Esto incluye la aceptación, disponibilidad y asequibilidad de alternativas menos dañinas como el vapeo y las bolsas de nicotina, así como medidas proactivas para el diagnóstico y tratamiento temprano del cáncer», explica el Dr. Delon Human, uno de los autores del reporte.

La esperanza de la reducción de daños

«Expandir el acceso a métodos de reducción de daños podría salvar aproximadamente 2.6 millones de vidas solo en cuatro países».

El enfoque multidimensional y a largo plazo sugiere un cambio significativo en la batalla contra el tabaquismo. Al centrarse no solo en la prevención y la cesación, sino también en la reducción de daños y en mejorar la atención médica para aquellos afectados por enfermedades relacionadas con el tabaco, se abre la posibilidad de salvar millones de vidas y mejorar la calidad de vida a nivel mundial. Con el enfoque integral y la cooperación adecuados, estas estrategias representan una esperanza en la lucha contra una de las mayores amenazas para la salud pública global. 

Presentando datos, el informe sugiere que expandir el acceso a métodos de reducción de daños podría salvar aproximadamente 2.6 millones de vidas solo en cuatro países. Estos métodos incluyen productos como los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina oral, que, aunque no eliminan por completo los riesgos, representan una alternativa menos perjudicial que el tabaco tradicional.

Una parte crucial de este enfoque es la sensibilización sobre los beneficios potenciales de los métodos de reducción de daños del tabaco, tanto para el público en general como para los profesionales de la salud. Estos métodos incluyen alternativas pragmáticas como los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina oral, que representan una opción menos perjudicial.

Abordar el tabaquismo con humanidad: comprender y apoyar a los fumadores

Para implementar efectivamente estas estrategias, el informe recomienda fomentar políticas que mejoren la disponibilidad y asequibilidad de los productos de reducción de daños. La colaboración con profesionales de la salud, como especialistas en dejar de fumar, psicólogos clínicos y epidemiólogos, es fundamental para desarrollar y difundir intervenciones y directrices basadas en datos empíricos.

Además, la investigación y el estudio de los aspectos conductuales, clínicos, fisiológicos y toxicológicos de los productos de reducción del daño del tabaco son esenciales para respaldar su uso. Según el grupo de expertos que firman el reporte, la cooperación internacional y el intercambio de conocimientos entre investigadores, médicos y responsables políticos pueden facilitar la adopción de estas estrategias a nivel global.

Reconociendo la complejidad inherente al desafío del tabaquismo, el enfoque presentado por los autores adopta una perspectiva multidimensional y empática, que va más allá de las estrategias convencionales de prevención y cesación. Se centra en comprender y apoyar a los individuos que fuman abordando no solo la necesidad de dejar el hábito, sino la importancia de mitigar los daños y fortalecer la atención médica para aquellos que ya sufren las consecuencias de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.

Los expertos añaden que con una cooperación internacional adecuada las estrategias presentadas podrían marcar el comienzo de una era en la que millones de vidas sean salvadas y la calidad de vida a nivel mundial mejore significativamente. El «Reporte Integración de la Reducción de Daños en el Control del Tabaco» no es solo un estudio, es un mapa hacia un futuro sin humo.

Los autores

El reporte pretende ser una contribución a la lucha contra el tabaquismo promocionado por un colectivo diverso de doctores y expertos de reconocimiento mundial, muchos de los cuales hacen parte del grupo que ha desarrollado estudios sobre el caso sueco y están vinculados a Health Diplomats. 

Dentro de este equipo destacado figura el Dr. Derek Yach, líder del proyecto. Con una trayectoria notable en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y PepsiCo, el Dr. Yach dirige sus esfuerzos y conocimientos en salud pública hacia la cesación del hábito de fumar y la promoción de hábitos de vida saludables. Junto a él, el Dr. Abbas Raza, endocrinólogo distinguido de Pakistán, utiliza su especialización en diabetes y endocrinología para impactar en la salud pública. Por otro lado, el Dr. Altamash Mahmood de Bangladesh y el Dr. Delon Human, médico de familia con raíces sudafricanas y francesas, impulsan una perspectiva más inclusiva y multidisciplinaria en la reducción de los daños asociados al tabaco.

Desde Kazajistán, el equipo se enriquece con la experiencia del Dr. Gintautas-Juozas Kendra, un cardiólogo líder en la Asociación de Reducción de Daños, quien se enfoca en las enfermedades no transmisibles. El sudafricano Dr. Kgosi Letlape, un oftalmólogo de renombre internacional, contribuye con su vasto conocimiento en ética de investigación clínica y sistemas de salud. Añadiendo a la diversidad del equipo, el profesor Solomon Tshimong Rataemane, también de Sudáfrica, aporta su especialización en psiquiatría y su liderazgo en el manejo del abuso de sustancias. Desde Europa, específicamente en Italia, el profesor Riccardo Polosa fortalece el grupo con su liderazgo en medicina interna y su enfoque en la reducción de daños asociados al tabaquismo.

La representación en el campo de la odontología viene de la mano de la Dra. Răescu en Rumania, experta en prevención bucal y dental. Desde Suecia, el Dr. Anders Milton y el profesor Karl-Olov Fagerström enriquecen el equipo con su decana experiencia en el sector salud y en la investigación sobre nicotina y tabaco. Desde América Latina, específicamente Argentina, el Dr. Diego Verrastro aboga por un debate más extenso y multidisciplinario sobre la reducción de daños del tabaco y la perspectiva de los usuarios de nicotina. El profesor Heino Stöver, desde Alemania, se centra en la promoción de la salud entre grupos vulnerables. Desde India, el Dr. Anoop Misra, un destacado endocrinólogo, contribuye con su conocimiento en diabetes, obesidad y colesterol. Completando esta diversa gama de expertos, desde Japón, el Dr. Hiroya Kumamaru, cirujano cardiovascular, aporta su valiosa experiencia en la práctica clínica y en la investigación médica.

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