David Sweanor concedió una entrevista a Vaping Today en el marco del Foro Global sobre Nicotina 2022. Allí compartió su punto de vista sobre la lucha por la reducción de daños del tabaquismo a pesar de la oposición de la OMS y los moralistas.
David Sweanor es profesor adjunto de la Facultad de Derecho y presidente de la junta asesora del Centro de Leyes, Políticas y Ética de la Salud de la Universidad de Ottawa y ha estado activamente involucrado en cuestiones de políticas de salud y tabaco desde principios de la década de 1980. Ha trabajado a nivel mundial y con numerosos grupos, incluida la Unión Internacional contra el Cáncer, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y la Organización Panamericana de la Salud, y desempeñó un papel clave en el logro de muchos precedentes mundiales en la política del tabaco. Actualmente centra gran parte de sus esfuerzos relacionados con el tabaco y la nicotina en estrategias de reducción de riesgos.
A continuación, la entrevista que concedió a Vaping Today en el GFN 2022.
Vaping Today (VT): Teniendo en cuenta la falta de transparencia en la última COP, ¿cuáles son las posibilidades de que este escenario cambie en la Conferencia del próximo año?
David Sweanor (DS): Bueno, podemos esperar un cambio, pero lo que estamos viendo es que la COP realmente ha sido capturada por mucha gente que no quiere transparencia. Tienen un tipo diferente de agenda. No es una agenda de justicia social o de derechos humanos, sino más bien una agenda de abstinencia, como si estuvieran luchando contra el mal. Y en este caso ni siquiera pueden identificar quién creen que es el mal.
Entonces ciertamente es un problema. Y si lo contrastamos con lo que vemos en la COP del cambio climático, la diferencia es enorme. Y no podemos progresar si no están dispuestos a ser abiertos y a tener escrutinio.
VT: ¿Y qué pueden hacer los defensores y las organizaciones de la sociedad civil para tener una Conferencia más democrática?
Bueno, creo que vamos a llegar a la misma posición que tenemos con algunos de los protocolos de narcóticos donde los gobiernos simplemente comienzan a ignorarlos porque no se basan en la ciencia, se basan en prejuicios. No hay forma de obligar a los países a adherirse a estas reglas. Si las reglas no tienen sentido, serán ignoradas.
VT: ¿Qué opina de la narrativa de la OMS según la cual los productos de nicotina de riesgo reducido son una estrategia de las grandes tabacaleras?
DS: La OMS simplemente no entiende lo que está pasando o, si lo hace, lo está tergiversando a propósito. Quiero decir, trabajé con la OMS hace años, cuando estaban tratando de hacer un buen trabajo para reducir el consumo de cigarros. Creo que han perdido la trama. Tienen personas que no parecen entender los conceptos básicos de la salud pública y no escucharán a nadie que intente ayudarlos a comprender lo que realmente está sucediendo.
Entonces, como alguien que ha estudiado la industria tabacalera durante 40 años, me encuentro con grupos como la Organización Mundial de la Salud, que afirman que están luchando contra la industria tabacalera, pero ni siquiera pueden definir qué es esa industria y están haciendo cosas para proteger el negocio de los cigarros. Así que terminamos con una Organización Mundial de la Salud que en realidad se está sumando al problema de la muerte y la enfermedad relacionadas con los cigarros.
Quiero decir, tiene que haber tiempo para repensar eso y otros dentro de la OMS deben hacerlos rendir cuentas, para traerlos de vuelta a la realidad, para que hagan un trabajo real de salud pública.
VT: ¿Por qué países como el Reino Unido, que recientemente se ha convertido en un modelo de la reducción del daño del tabaco, no pueden ejercer influencia en la COP?
DS: Bueno, creo que vamos a ver más influencia en la OMS porque está muy alejada de la ciencia y la realidad de lo que está sucediendo en los mercados. Así que no solo será el Reino Unido, sino muchos otros países donde hemos visto un progreso real en sacar a la gente de los cigarros y reducir el daño. Y eso está aumentando en otros países. Y que alguien niegue la ciencia, que alguien intente afirmar que todos los productos de nicotina son de alguna manera mágicamente iguales en términos de riesgo es una locura.
Y creo que terminaremos viendo países razonables con políticas razonables. Es una situación que he visto toda mi carrera, y es que la buena política es contagiosa. El resto del mundo ve lo que está sucediendo y dice: “las cosas que la Organización Mundial de la Salud está recomendando son contraproducentes. Las cosas que otros países están haciendo están funcionando”. Si nos tomamos en serio la salud pública, tenemos que hacer las cosas que funcionan.
VT: Y en su opinión, ¿por qué se ha demonizado tanto la nicotina?
DS: Creo que ha sido el interés de algunos grupos sentir que están luchando contra el mal, que están luchando contra el pecado. Creo que algunas personas vienen a esto como una búsqueda moralista y lo vemos en otras áreas de la salud pública si nos fijamos en las campañas que han estado en contra del control de la natalidad o las campañas contra la prevención del VIH SIDA, las campañas contra las diversas formas de vacunación.
Ha sido algo moralista y eso realmente ha infectado el control del tabaco e incluso a la Organización Mundial de la Salud. Pone la ciencia de cabeza. Creo que podemos superar esas cosas. Tenemos otras áreas. Estamos viendo estos cambios en cosas como la guerra contra las drogas. Lo hemos visto suceder en cosas como los derechos de las mujeres. Solo puedes detenerlos por un tiempo.
Es una cuestión de qué tan rápido podemos lograr que ocurra el cambio porque hay 8 millones de muertes al año por fumar cigarros. Quiero decir, ese es un costo enorme a pagar mientras esperamos que los grupos realmente comiencen a proteger la salud pública en lugar de sentir que están en algún tipo de búsqueda religiosa para combatir el mal.
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