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Demoliendo mitos sobre el vapeo: nuevo reporte de Salud Pública inglesa

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Salud Pública de Inglaterra agrega un nuevo reporte a la evidencia a favor del vapeo como método para dejar de fumar.

En los últimos años hemos visto un gran debate en torno al vapeo. Esta alternativa al cigarrillo encontró numerosos detractores que lo identificaban como una opción tanto o más perjudicial. Sin embargo, la evidencia a favor de esta se acumula. En el más reciente reporte de revisión científica de Salúd Pública de Inglaterra (PHE), publicado en febrero de 2021, encontramos aun más pruebas de los beneficios que los vapeadores presentan como alternativa al cigarrillo y como método efectivo para dejar de fumar.

En su séptima revisión sobre productos de vapeo, PHE explica que “en comparación con el reporte de 2018, existe evidencia aún más fuerte de que los vapeadores con nicotina son efectivos para reducir y dejar de fumar”. 

Así mismo, se indica que lamentablemente la percepción respecto del riesgo que estos productos implican resulta del todo inadecuada y ha empeorado en los últimos años. Ahora el 38% de los fumadores cree erróneamente que el vapeo es igual de riesgoso que fumar y tan solo un 29% piensa que es menos peligroso. Un 15% incluso lo identifica como más riesgoso. Específicamente entre el grupo de adolescentes entre 11 y 18 años, la proporción que creía que el vapeo era menos peligroso que fumar se redujo de 66,7% en 2015 a 43,3% en 2020.

Pensar contra la evidencia

Estas creencias van en contra de la evidencia. Como se detalla en el estudio publicado en septiembre de 2020 por el Comité sobre Toxicidad de Químicos en Alimentos, Productos de Consumo y el Ambiente (COT) del Reino Unido en relación con el riesgo del uso de cigarrillos electrónicos, el vapeo es sustancialmente menos riesgoso que fumar.

Peter Hajek, director de la Unidad de Investigación de Dependencias en la universidad Queen Mary de Londres, explica a propósito de este estudio que “vapear es mucho menos peligroso que fumar. Si eres fumador y te cuesta dejarlo, la mejor opción es el vapeo”. En consonancia, John Britton, exdirector del Centro para el Estudio del Tabaco y Alcohol de la universidad de Nottingham, también comenta que, aunque no exentos de riesgos, estos aparatos son sustancialmente menos peligrosos que fumar tabaco.

Estas conclusiones que se expresan en el reporte también las comparten autoridades científicas como Nicholas Hopkins, líder de Medicina Respiratoria en el Imperial College de Londres, Debbie Robson, investigadora del Grupo de Investigación sobre Nicotina en el Centro Nacional de Adicciones del King’s College de Londres, el profesor Jacob George, de la universidad de Dundee, y el Dr. Jamie Hartmann-Boyce, investigador de Comportamientos de Salud en la Universidad de Oxford. 

En líneas generales, el consenso científico es casi unánime respecto a que, aunque no son completamente inocuos, el vapeo y los cigarrillos electrónicos representan una alternativa mucho más segura que fumar cigarrillos comunes.

Más pruebas

Usualmente la clave del vapeo está en su beneficio como método para dejar de fumar. La revisión realizada también en 2020 por la Cochrane Library, una prestigiosa base de datos científica sobre aspectos sanitarios, analizó 50 reportes que comprendían a más de 12.000 pacientes. 

El resultado general permitió concluir que existe evidencia de que el uso de cigarrillos electrónicos con nicotina es una forma más efectiva para dejar de fumar que su uso sin nicotina o que las terapias de reemplazo de nicotina tradicionales, y que a su vez no presenta efectos adversos serios. Sobre este informe producido por el COT, Lion Shahab, profesor de Psicología Sanitaria y codirector del grupo de investigación sobre alcohol y tabaco en el University College de Londres explica: “se confirman los hallazgos previos que indican que los cigarrillos electrónicos son una forma efectiva y segura en el corto plazo para dejar de fumar”.

En 2020 también se publicó el reporte de Action on Smoking and Health (ASH) para el Reino Unido sobre el uso de vapeadores en adultos. Este permitió identificar que el 58,9% de los actuales adultos vapeadores son exfumadores y que esta proporción ha crecido año a año, mientras que los vapeadores que también fuman cayeron del 65,1% en 2014 al 38,3% en 2020. 

Así mismo, solo el 0,3% de quienes nunca fumaron ahora vapean; una proporción menor que el 0,8% de 2019. La principal razón reportada para utilizar un cigarrillo electrónico era dejar de fumar (un 41%). En segundo lugar se encontraba evitar retornar al cigarrillo luego de abandonarlo (20%). El uso más bajo de vapeadores fue en el grupo etario de entre 18 y 24 años, donde solo el 4,3% lo utilizaba. Son base en estos resultados, Deborah Arnott, directora ejecutiva del ASH, explica que “si más fumadores fueran alentados a probar cigarrillos electrónicos, la evidencia indica que muchos más podrían dejar de fumar”.

El vapeo: una gran opción

El reporte de PHE también aborda estos aspectos críticos indicando que en 2017 en el Reino Unido más de 50.000 fumadores abandonaron el cigarrillo utilizando vapeadores (debemos tener en cuenta que en 2019 en dicho país 75.000 personas murieron por causas asociadas al cigarrillo) y detallando que los cigarrillos electrónicos son la ayuda más popular utilizada para dejar de fumar.

En 2020, según se informa, el 27,2% de las personas que intentaron dejar de fumar en los 12 meses previos usaban vapeadores, una cifra mayor que el 15% que intentó terapias de reemplazo de nicotina, el 2,7% que usó otros mecanismos prescritos por médicos o el 4,4% que utilizó vareniclina, un medicamento utilizado para tratar la adicción al tabaco. De quienes utilizan vapeadores, alrededor del 51% logró reducir los niveles de nicotina utilizados con el tiempo y solo el 1,1% de quienes empezaron usando un vapeador sin nicotina luego la adicionaron. 

“Para cualquiera que desee dejar de fumar, recomendamos enfáticamente intentar vapear”.

Con estos números PHE explica que “vapear es mejor que las terapias de reemplazo de nicotina para dejar de fumar, según sugiere la evidencia”. A su vez, indicó que las percepciones erróneas respecto de los riesgos relativos entre los vapeadores y los cigarrillos “podrían estar desincentivando a muchos fumadores a dejar de fumar” y que el vapeo debería ser una opción disponible para todas las personas que deseen dejar de fumar. 

A su vez, el reporte de PHE indicaba que el 86% de los vapeadores utilizaba saborizantes, lo que podría resaltar la relevancia de estos como atractivo para quienes los utilizan. Por ese motivo se consideraron como un aspecto central en la efectividad de los cigarrillos electrónicos que debería estudiarse con mayor profundidad para comprender su función a la hora de permitir a los fumadores abandonar los cigarrillos de tabaco.

Comentarios al estudio

El reporte de PHE incluye comentarios de autoridades científicas que denotan el nivel de consenso sobre el uso de vapeadores como método seguro y eficaz para abandonar el cigarrillo común. John Newton, director de mejora de la salud en PHE explica que “lo mejor que un fumador puede hacer para dejar de fumar según indica la evidencia es vapear”. Agregó que “miles de personas más podrían dejar de fumar si no fuera por miedos infundados… vapear es mucho menos perjudicial que fumar. Para cualquiera que desee dejar de fumar, recomendamos enfáticamente intentar vapear”.

Ann McNeill, profesor de Adicción al Tabaco del King’s College de Londres, comenta que “el reporte contiene fuerte evidencia de que vapear es un método efectivo para dejar de fumar” y que algunos “fumadores incorrectamente creen que vapear es tan perjudicial como fumar”. 

En consonancia, Deborah Arnott, directora ejecutiva del ASH, dice en el reporte que “el potencial del vapeo para ayudar a los fumadores a dejar de fumar aún no se ha visto completamente desarrollado”. Y Michelle Mitchell, directora ejecutiva de investigación sobre el cáncer en el Reino Unido, aclara que “la investigación hasta ahora muestra que vapear es menos peligroso que fumar tabaco, y el reporte exhibe que puede ayudar a la gente a dejar de fumar”.

Así, a la luz de la gran cantidad de evidencia científica y el consenso casi unánime sobre los beneficios del vapeo, 2021 debería ser un año bisagra en el que las autoridades del mundo abandonen los prejuicios y fomenten regulaciones adecuadas que permitan a millones de personas cambiar el cigarrillo por alternativas mucho menos riesgosas. El potencial de otros productos, como los calentadores de tabaco y los productos orales, será también de gran ayuda en los próximos años y ameritan estudios de mayor profundidad.

Referencias

Publicación original: Demoliendo Mitos sobre el Vapeo: Nuevo Reporte de la Salud Pública Inglesa


Este artículo se adaptó para su publicación en Vaping Today. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a [email protected].

Franco Martín López
Franco Martín Lópezhttps://fundacionbases.org/
Franco Martín López es director de Investigación de Políticas Públicas Locales del Observatorio Urbano de la Fundación Internacional Bases. Ha publicado varios estudios sobre problemáticas urbanas desde una perspectiva de libre mercado. Como arquitecto, ha impartido diferentes conferencias y escrito numerosos artículos en América Latina, Europa y los Estados Unidos sobre el desarrollo urbano espontáneo. Recientemente ha publicado su primera novela, "La última frontera", finalista en el Premio Nadal de Barcelona.

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