El más reciente estudio enfocado en el consumo de cigarrillo electrónico en menores de edad, liderado por la Unión Europea y un conglomerado de centros académicos y médicos, asegura que los líquidos con sabores no son una puerta de entrada al tabaquismo. Sin embargo, la amplia variedad de sabores disponibles sí pesa a la hora de elegir entre el cigarrillo convencional y el muchísimo menos riesgoso electrónico.
La variedad de sabores es tal vez el aspecto más controvertido y usado para atacar al vapeo debido a que, según pseudoexpertos, esta “atractiva” característica obliga a los menores de edad a consumir cigarrillo electrónico para luego empezar a consumir tabaco. Este argumento, que ataca ridículamente uno de los aspectos más sobresalientes del vapeo, es hoy un punto álgido de la discusión sobre el consumo de nicotina entre menores de edad.
Gracias a la ciencia, es evidente que el vapeo es un método más seguro para consumir nicotina. El estudio «Youth Use of E-Liquid Flavors—A systematic review exploring patterns of use of e liquid flavors and associations with continued vaping, tobacco smoking uptake, or cessation» [Uso juvenil de sabores de líquidos electrónicos: una revisión sistemática que explora los patrones de uso de los sabores líquidos electrónicos y las asociaciones con vapeo continuo, consumo de tabaco o cesación] explora a fondo la importancia, incidencia y valor de uso de los saborizantes (cualquiera que no sea tabaco) en el papel del consumo de vaporizadores en los jóvenes, así como la efectividad de estos para la cesación tabáquica en menores de edad.
El estudio
Un equipo conformado por Caitlin Notley, Sarah Gentry, Sharon Cox, Martin Dockrell, Michelle Havill, Angela S. Attwood, Matthew Smith y Marcus R. Munafò se encargó de revisar los 58 estudios disponibles en la materia y encontró que no existe una relación directa entre el uso de e-líquidos con sabores y la atracción de los jóvenes a fumar. Afirman que “los sabores pueden ser un motivador importante para la aceptación de los cigarrillos electrónicos, pero no encontramos evidencia de que el uso de líquidos electrónicos aromatizados atrajera a los jóvenes a comenzar a fumar tabaco”. Además, muchos exfumadores que se han cambiado al vapeo aseguran que los sabores diferentes al tabaco se convierten en una motivación para despreciar el apestoso perfil organoléptico de la combustión.
“Tampoco encontramos efectos adversos o daños causados por el uso de sabores líquidos para vapear”, asegura la profesora Caitlin Notley, investigadora líder del proyecto. «Es probable que garantizar la disponibilidad continua de una variedad de sabores de e-líquidos sea importante para alentar a los jóvenes que fuman a cambiar al vapeo como una alternativa menos dañina», añadió.
El estudio que dirigió la UEA, en colaboración con investigadores del University College de Londres, la Universidad de Bristol, el Hospital Universitario de Bristol y la Weston NHS Foundation Trust, encontró también una baja calidad frecuente en la evidencia sobre los saborizantes en el vapeo, pues muchos estudios no definen claramente las características de los sabores en los e-líquidos y por eso no se incluyeron.
A modo de conclusión…
Es momento de “pensar fuera de la caja”. La evidencia existe y es contundente. Por tanto, el cigarrillo electrónico debería convertirse en una herramienta que mejore la salud y ayude a evitar a toda costa el consumo de tabaco. Es responsabilidad de los gobiernos brindar apoyo, o por lo menos no limitarlo, a todos los fumadores independientemente de su edad, y esto incluye métodos y tecnologías que estén respaldadas por evidencia científica sólida, no por premisas falsas como las que los grupos antitabaco exponen en sus estrategias irrisorias.
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.
